La inflación dispara el consumo de marca blanca y la frecuencia de compra en el súper
La frecuencia de compra se ha incrementado un 6% con una reducción de artículos por visita del 5,5% como medida para intentar abaratar la cesta
La subida de precios ha modificado nuestra forma de hacer la compra en el supermercado. Compramos con más frecuencia aunque menos productos. Es uno de los principales cambios en el consumidor provocados por la inflación y que contrasta con la actitud que teníamos durante la pandemia cuando las visitas al supermercado eran menos frecuentes y el tíquet medio más elevado. Sin embargo, en 2022, con la subida de precios como telón de fondo, la frecuencia de compra se ha incrementado un 6% con una reducción de artículos por visita del 5,5%, según el informe Tendencias del Consumidor 2022 elaborado por NielsenIQ, que recoge los datos reales de venta en todos los canales.
Una tendencia que no es exclusiva de nuestro país y que se ha convertido en una realidad en toda Europa, al igual que el aumento de la demanda de productos de ‘marca blanca‘ o marca de distribuidor para intentar abaratar la cesta de la compra. En este sentido, la marca de distribuidor sigue avanzando en 2022 y tiene un peso en la cesta del 46% (hablando de supermercados e hipermercados), lo que representa un crecimiento porcentual por encima de los dos dígitos, el 16% respecto a 2021, según los datos de NielsenIQ consultados por este diario. Unas tácticas para aliviar el bolsillo que ya se produjeron durante la anterior crisis.
Estos cambios de hábitos, sobre todo en lo referente a la marca de distribuidor, han fortalecido a los supermercados líderes en España con mayor presencia y gama de productos de marca propia. Así las cosas, Mercadona con el 27,4% (+0,5%) vuelve a liderar la cuota de mercado y es el supermercado que más crece en nuestro país. Le sigue Carrefour, con el 7,6% (+0,4%) y Lidl con el 6,1% de cuota y un crecimiento del 0,2%, según los datos de NielsenIQ.
Un crecimiento de su liderazgo que se explica precisamente por ese mayor consumo de marca de distribuidor y por los precios de estas enseñas. Un estudio estudio reciente de la OCU destaca que tanto Mercadona como Carrefour siguen manteniéndose entre las cadenas nacionales más baratas de España, a pesar de haber sido las enseñas que más han incrementado los precios, según ese mismo informe.
Sustitución de frescos por envasados
Los españoles gastamos en la cesta de la compra un total de 105.000 millones de euros en 2022, un 9,1% más, debido al alza de precio promedio del 9,9%, provocado por la inflación sin precedentes en las últimas décadas. El aumento de los precios sobre todo en los productos frescos ha provocado un cambio y sustitución del producto fresco por el envasado.
De esta forma, el comportamiento de la alimentación envasada, así como de las bebidas, los productos refrigerados y congelados compensaron la caída de los productos frescos, que se mantuvieron en negativo todo el año, con una caída del 2,5% en la demanda y un aumento del precio del 10,3% a cierre de 2022.
Entre los frescos, pescado y frutas y verduras son los que concentran mayores descensos en la demanda: con caídas del -9,1% para el pescado, del -5,5% para la fruta y del -3% en la verdura. Los expertos de NielsenIq reconocen que el crecimiento de precios que han apreciado en 2022 no se veía en los últimos 20 años. «Ni con el cambio al euro», aseguran. No obstante, la inflación no ha tenido un reflejo directo en la demanda ya que el gran consumo es un mercado bastante inelástico con pocos cambios en épocas de crisis o de bonanza económica.
Fuerte competitividad
Desde el panel defienden la alta competitividad del sector de alimentación en nuestro país y no ven coherentes los ataques que recientemente han recibido cadenas como Mercadona desde Podemos. «Si el consumidor piensa que hay una enseña que se está aprovechando -que no es nuestra percepción por los datos- solo tiene que cruzar la calle e ir a otro supermercado», asegura la directora general de NielsenIq para Europa, Patricia Daimiel.
Daimiel defiende además que lo que no puede estar en duda es el «extraordinario dinamismo de la industria de Gran Consumo; el ritmo de apertura de nuevos establecimientos, la densidad de puntos de venta y el elevado número de operadores, son la mejor garantía de la fortaleza y competitividad de este sector».
De hecho, el 5,4% de los establecimientos de gran consumo han sido inaugurados o reformados en los últimos cuatro ejercicios, según los datos de Retail Data. El sector de los supermercados ha visto reformar en este periodo más de 5.500 tiendas para adaptarlas a la nueva realidad y necesidades del consumidor.
