Deja de tirar comida a la basura: claves para aprovechar al máximo los alimentos
Un tercio de la producción anual de alimentos del mundo acaba en la basura. Si cambias algunos hábitos y planificas tu compra, reducirás el desperdicio
Tirar comida a la basura es, por desgracia, algo demasiado común en los hogares españoles. Ya sea porque hemos comido fuera o porque hemos comprado más de la cuenta, son muchas las toneladas de alimentos que se desperdician a diario. Y evitarlo no es nada complicado. A provechando que este 18 de junio se celebra el Día de la gastronomía sostenible, en THE OBJECTIVE apuntamos algunos consejos sencillos que te ayudarán a aprovechar mejor lo que tienes en la nevera
Respetar los recursos naturales y el medioambiente también pasa por dejar de tirar comida a la basura. El desperdicio de alimentos es, hoy en día, el responsable del 8% de las emisiones globales de efecto invernadero.
Actualmente, se estima que un tercio de la producción anual de alimentos del mundo termina en la basura, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Dicho de otro modo, esto equivale a 1.400 millones de toneladas de alimentos comestibles que van al cubo de la basura.
Siguiendo algunas pautas muy simples y cambiando un poco nuestros hábitos, es posible no sólo alargar al vida útil de los alimentos que compramos, sino también reaprovecharlos y reducir al mínimo los alimentos que desperdiciamos.
Planificar para dejar de tirar comida
La lucha contra el desperdicio de los alimentos comienza en el hogar, por lo que es necesario dar pequeños pasos e integrar nuevos hábitos en nuestro día día. Tal como apunta el fabricante de electrodomésticos Grundig, un primer paso consiste en identificar las necesidades reales que tenemos de alimentación y, en base a esa información, planificar las comidas.
Para ello, se recomienda revisar qué alimentos tienes en el frigorífico y la despensa para evitar que se desperdicien. Una vez finalizada la revisión, puedes planificar un menú semanal con el que, además de mejorar la organización del hogar, podrás aprovechar al máximo los alimentos.
El desperdicio de alimentos se reduce cuando sabemos exactamente lo que necesitamos en casa y compramos en consecuencia. Esto es fundamental, ya que si sabes qué vas a preparar y en qué cantidad, desperdiciarás menos alimentos. Y a la vez, ahorrarás tiempo y dinero.
En cuanto al ahorro de dinero, es importante recordar que los alimentos frescos han sido una de las partidas del IPC que más ha incrementado sus precios debido a la inflación. La leche, los huevos, los cereales, pero también otros alimentos básicos, se han encarecido sensiblemente en los últimos meses.
Claves para hacer una compra inteligente
A la hora de ir al supermercado, puedes seguir algunos consejos para hacer una compra inteligente y no desperdiciar ni tu dinero ni los alimentos que compras.
Prepara una lista de la compra y síguela sin añadir ningún producto extra, rígete únicamente a lo que necesitas. Es imprescindible que vayas a tu tienda de confianza sin hambre. De este modo, evitarás caer en tentaciones y comprar productos innecesarios.
Durante el proceso de compra, recuerda verificar las fechas de caducidad y elige alimentos de temporada siempre que sea posible. Por otro lado, será importante que tengas en cuenta el proceso de conservación y almacenaje correcto para prolongar la vida útil, en especial de los alimentos frescos y perecederos.
Organiza la nevera para que los alimentos duren más
Para alargar la vida de los alimentos frescos y mantenerlos en buen estado, puedes seguir algunos consejos de organización en tu nevera que te ayudarán a que las frutas y verduras estén frescas durante más tiempo. Toma nota:
- Almacena el brócoli y la coliflor poniendo su raíz en agua y cúbrelos con un trapo húmedo. El agua debe cambiarse regularmente y el trapo debe mojarse con frecuencia.
- Almacena los tomates con los tallos hacia arriba, ya que es la parte más sensible del tomate.
- Envuelve el apio en papel de aluminio para mantenerlo fresco. Si lo haces con plástico, perderá su sabor y densidad.
- Almacena los espárragos en un vaso de agua, como un ramo de flores.
- Las verduras con hojas delicadas, como la lechuga, la menta o las espinacas, deben mantenerse secas en el frigorífico. Guárdalas en una sola capa, entre trapos o servilletas y en un recipiente grande.
- Coloca la manzanas al lado de las patatas.
Las sobras no se tiran, se reinventan
Guarda las sobras de tus comidas en el frigorífico y consúmelas lo antes posible. Por ejemplo, en lugar de tirar el pan duro o la fruta que ha perdido su frescura, intenta darles una ‘segunda vida’ con recetas fáciles y creativas. ¿No se te ocurre cómo hacerlo? Aquí, unos ejemplos:
- Mezcla las sobras con diferentes ingredientes y haz una ensalada.
- Congela los alimentos para alargar su vida y utilizarlos más adelante.
- No tires las sobras de los platos ya cocinados, guárdalas con una etiqueta para poder saber en qué fecha los almacenaste y poder consumirlas más adelante.
El horno puede ser tu gran aliado. Por ejemplo, si tienes frutas y verduras en tu frigorífico que en poco tiempo estarán en mal estado, puedes deshidratarlas en el horno y transformarlas en bocaditos crujientes o guarniciones. El tomate, la remolacha, la col rizada, las espinacas, la manzana y las bayas son algunos de los alimentos óptimos para deshidratar.