ContexTO: energía nuclear, de la ideología al pragmatismo
THE OBJECTIVE organiza un debate sobre los riesgos ante el desmantelamiento de las centrales nucleares
El cambio climático supone uno de los grandes retos de las sociedades a día de hoy. El calentamiento global que ya es visible en buena parte de planeta sucumbe ante la inacción de muchos de los gobiernos mundiales, dados los costes sociales y económicos que determinadas limitaciones conllevan.
En este contexto, el plan de transición energética en España y en Europa avanza hacia una fecha en el horizonte: 2035, año en el que cesará la actividad de las centrales nucleares en España.
Ante este escenario, THE OBJECTIVE ha organizado el debate ContexTO: «El único país del mundo que aún quiere cerrar sus centrales nucleares es España». En él, participan Manuel Fernández Ordóñez, doctor en Física Nuclear por la Universidad de Santiago de Compostela; y Óscar Barrero, socio responsable de energía de PwC en España. Modera el debate Miguel Ors, corresponsal económico de THE OBJECTIVE.
Frente a los temores por eso de esta energía, Manuel Fernández Ordóñez, apuesta por el uso de la nuclear «amparada por la ciencia».
Fernández defiende la nuclear por realismo y sin hacer confrontación de tecnologías. «Las necesitamos todas. Si el argumento que usa contra la nuclear es que son caras, pues no es verdad. Las centrales nucleares en España son la vaca que ordeñar cuando no se sabe de dónde sacar», expone.
A su juicio, hay una «persecución fiscal» que está haciendo que la «única tecnología que existe que es capaz de resolver el trilema energético, nos las estemos cargando».
El argumento ideológico
Fernandez ha apelado a recordar la importancia de que el suministro esté garantizado. «Vivimos tan bien que creemos que todos son derechos. Cuando Putin invade Ucrania, igual nos dimos cuenta que damos a la luz y no se enciende. Nadie va a aceptar una energía sostenible que no esté disponible las 24 horas del día», compara.
Manuel Fernñandez Ordóñez defiende que el principal argumento contra la nuclear el la ideología. «Se trata de fabricar una coartada para tener algún argumento para cerrarlas. Un gobierno que viene con un programa para cerrar centrales nucleares pero no cierran ni un megavatio de gas, es un gobierno que está demostrando que la transición energética le preocupa poco. Tenemos que plantearnos los postulados de la transición energética».
2035: una fecha en cuestión
Por su parte, Óscar Barrero ha defendido la importancia de las centrales nucleares como «imprescindibles». «Siempre hablamos del dilema energético, un cumplimiento equilibrado de tres objetivos: garantizar el suministro, la competitividad en costes y la parte de sostenibilidad de huella de carbono», ha expresado.
«La tecnología nuclear es una pieza fundamental para cumplir esos objetivos. La nuclear es competitiva en costes y estable en el tiempo, mientras que el resto depende de un gas que tiene fluctuaciones a lo largo del tiempo», ha asegurado.
Barrero cree que el retraso en el cierre de las centrales nucleares será inevitable. «Creo que el retraso que tenemos nos va a llevar a un retraso. La posibilidad de que se sustituya el parque de ciclos combinados, pero tampoco esta para tirar cohetes», ha defendido.
Gestión de residuos, un problema político
La gestión de residuos es un problema que tiene soluciones, pero que en España ha supuesto un gran conflicto de intereses políticos. Así lo han compartido ambos actores, sobre el tratamiento que deben tener y el debate sobre los almacenes de residuos.
«Nadie ha puesto ninguna discusión sobre que la empresas tengan que financiar los costes de los residuos. La política energética debería ser poco política. A la luz de los resultados, la decisión debería ser mantener las nucleares porque no se dan las circunstancias para que se puedan cerrar», ha asegurado Barrero.
El principal argumento que utiliza es el pragmatismo. «Se está retrasando la entrada de eólica, los ciclos combinados están como están. No podemos plantear el calendario de cierre», ha concluido.