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Energía

El Gobierno lleva cuatro años sin nombrar el equipo de seguridad energética que prometió

Una orden instó a crearlo para abordar la diversificación de las fuentes de energía que eviten futuros apagones

El Gobierno lleva cuatro años sin nombrar el equipo de seguridad energética que prometió

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | Europa Press

La estrategia de seguridad energética nacional (que es diferente del plan Más Seguridad Energética, que surgió tras la invasión rusa de Ucrania) es uno de los asuntos más relevantes y al mismo tiempo más abandonados por el Gobierno. La estrategia es vital para evitar posibles y futuros apagones, ya que hace especial hincapié en la diversificación de fuentes de energía. En medio de este escenario, el Gobierno tiene por delante varios retos: el fin de la energía nuclear, acabar con la dependencia rusa, la falta de unos objetivos claros para el desarrollo energético y los problemas en el acceso, conexión y el almacenamiento de energía.

Una orden del 6 de octubre de 2020 (en concreto la orden PCM/1029/2020) del Ministerio de la Presidencia, que en ese momento dirigía la vicepresidenta Carmen Calvo, aprobó el procedimiento para la elaboración de una nueva Estrategia de Seguridad Energética Nacional. En este contexto se anunció la elaboración de un comité especializado de seguridad energética (liderado por la secretaria de Estado de Energía) que dirigirá la creación de la estrategia de seguridad energética nacional, bajo la coordinación del Consejo de Seguridad Nacional, y del que dependerán un comité técnico integrado por representantes de la Administración y un comité de expertos independientes.

Pese a ello, cuatro años después de esa orden, el Ejecutivo reconoce que «se está a la espera de la constitución del comité de expertos independientes, que será creado una vez se disponga de un borrador consensuado por el comité técnico integrado por representantes de la Administración». Un escenario que se da –para más inri– nueve años después (desde 2015) de la última Estrategia de Seguridad Energética Nacional.

Según la orden de 2020, «el comité de expertos independientes estará compuesto por representantes de los sectores público y privado y de la sociedad civil, caracterizados por su experiencia y formación técnica y científica en el ámbito de la seguridad energética, al objeto de oír su parecer acerca del borrador de la estrategia y recibir sus aportaciones para su análisis y, en su caso, incorporación al documento».

Por otro lado, el comité técnico lo integran representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Defensa, Hacienda, Interior, Transportes, Industria, Transición Ecológica, Asuntos Económicos, Derechos Sociales, Ciencia, además del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Aunque también podrán ser parte del comité representantes algún otro organismo de la Administración o entidad dependiente de ella que el Comité Especializado de Seguridad Energética considere necesario.

En el informe anual de Seguridad Nacional de 2021 se señala como próximos pasos «actualizar la estrategia de seguridad energética nacional que fue elaborada en 2015». En el informe anual de Seguridad Nacional de 2022, no obstante, no se hace ninguna referencia a la estrategia de seguridad energética nacional, ni a su revisión ni actualización. Pero sí aparece en la introducción una referencia a la creación de un grupo de energía para recabar información de los diferentes departamentos ministeriales que sirva para crear un plan de contingencia de seguridad energética.

A esta situación se le une que el Gobierno lleva un año sin reunirse para hacer un seguimiento de las más de setenta medidas contempladas en el Plan Más Seguridad Energética tras la invasión rusa de Ucrania. Tuvo lugar en el tercer trimestre de 2022, meses después del inicio de la guerra y con el objetivo de contener el escenario energético tras limitar la compra de productos energéticos rusos. Según reconoce el Ejecutivo, este grupo se ha reunido en tres ocasiones desde su creación (entre julio de 2022 y marzo de 2023).

Uno de los problemas a los que también hace frente España es a su dependencia rusa. Aunque en diversas ocasiones ha mencionado su condición de isla energética y su capacidad para diversificar el gas, según los últimos datos estadísticos Enagás (que hace alusión al mes de febrero), Rusia se consolida como nuestro tercer máximo suministrador de gas, con el 18,9% de la cuota total en el último año. Solo superado por dos países: Argelia (22%) y Estados Unidos (30%), y además aventajando a otros países, como Nigeria (que tiene el 12,7%) y Francia (con el 3,6%). Una realidad que demuestra la considerable dependencia que tiene España de los metaneros de GNL (gas natural líquido) rusos.

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