Los inversores pierden el interés por los activos renovables en España y miran hacia Italia
Los proyectos han perdido valor y apenas hay demanda para la compra de parques eólicos y plataformas solares
Los inversores pierden el apetito por los activos renovables en España. Fuentes financieras señalan a THE OBJECTIVE la falta de compradores en nuestro país para las plataformas solares (sobre todo de aquellos proyectos que no cuentan con un contrato PPA firme) y los parques eólicos, sobre los que se muestran muy cautos. Se da la paradoja de que en este momento, sin embargo, los activos se encuentran «infravalorados» por las nuevas revaluaciones.
«Italia ha tomado el relevo de España. Hasta ahora nuestro país había sido claramente el dominador del mercado por nivel de volumen y actividad. Las razones de que el país vecino adelante a España tienen que ver con motivos relacionados con todo lo desarrollado en nuestro país y la incertidumbre regulatoria. Ahora Italia tiene un mercado con un potencial de desarrollo mucho más grande. Además, tiene una peculiaridad y es que cuenta con un mix energético muy fragmentado», señalan en el sector.
Esta situación de incertidumbre con las nuevas valoraciones y la corrección en los proyectos (de hecho, las primas de estos ya no se pagan como hace nueve o doce meses) se extiende también a las empresas: está afectando a las operaciones de adquisiciones y fusiones. Por otro lado, procesos que llevan más de un año estudiándose no acaban de salir. Además, muchas compañías que han puesto en el mercado activos solares y eólicos han tenido que recular al final y cancelar parte de estas operaciones.
Las mismas fuentes aseguran que «todo el mundo quiere vender», pero el problema es que no hay demanda. Hay pocos compradores. Hasta ahora los activos solares habían dominado las ventas de los porfolios en España. Por otro lado, a los vendedores les había costado aceptar la situación de los nuevos precios y pensaban que se trataba de un escenario coyuntural. Aunque algunos, poco a poco, han ido asumiendo la pérdida de valor.
El primer semestre del año ha estado marcado por la volatilidad de los precios, que llegaron estos a ser negativos y con periodos largos en los que llegaron a ser cero. Los expertos señalan que la segunda mitad del año ha sido diferente por factores climatológicos de demanda. Sin embargo, alertan de que un invierno relativamente cálido y una lluvia como la del pasado año (estamos por encima de la media de los últimos años) puede crear un escenario parecido en cuanto a precios como el del primer semestre de este año.
Apenas han sonado nombres de grandes empresas para invertir. La emiratí Masdar va por impulsos; una compañía que estaba desaparecida hasta hace unos años y que ha vuelto a resurgir. Después de la crisis financiera, cuando hizo grandes adquisiciones, relegaron su posición; pero en los últimos años han vuelto con fuerza. Para ello, han llevado a cabo inversiones con capacidad renovable y una reestructuración interna dentro del grupo con el objetivo de competir de forma centralizada y tener mayor coordinación entre las filiales.
Endesa, a través de su sociedad participada por Enel Green Power España, firmó un acuerdo con Masdar para la venta de un 49,99% de EGPE Solar (donde se encuentran sus fotovoltaicas solares y que cuenta con una capacidad total instalada de aproximadamente 2 gigavatios) por 817 millones de euros. Unos meses después compró la empresa Saeta Yield a Brookfield por 1.200 millones de euros.
En el sector se espera una política energética continuista tras la elección de Sara Aagesen como ministra de Transición Ecológica. Los retos que hay por delante son el aumento del acceso a la red, las inversiones en las redes y la primera subasta de capacidad para las baterías. Sobre esto último, tanto Italia como Reino Unido han adelantado a España en cuanto a la legislación de esta tecnología, pese a la alta capacidad de España con respecto al almacenamiento. Por último, el desarrollo del coche eléctrico ha bajado y su evolución ya no está a la misma velocidad. Algunas empresas de automóviles han dado marcha atrás a sus planes a medio plazo.