MasOrange comienza la negociación de su ERE con los sindicatos en pie de guerra
La compañía puso sobre la mesa 795 despidos solo cinco meses después de firmar su fusión
MasOrange comenzará este martes los trámites legales para formalizar del expediente de regulación de empleo (ERE) planteado a comienzos de septiembre para despedir a 795 empleados. La parte social ha sido convocada para constituir formalmente la comisión negociadora y a partir de ahí tendrán 30 días para llegar a un acuerdo en cuanto al número y las condiciones de las salidas. De momento, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, los sindicatos se presentan en pie de guerra, negando la mayor e indicando que lo último que necesita la empresa es un proceso de despidos masivo.
La primera propuesta de la mayoría de los sindicatos es buscar otras opciones, empresa a empresa, para evitar los despidos en un clima de «negociación y consenso», aunque reconocen que, si finalmente la empresa mantiene su intención de seguir adelante con el ERE, tomarán todas las medidas legales a su alcance para evitarlo o, en el peor de los casos, hacerlo totalmente voluntario.
Desde MasOrange siguen insistiendo en que la voluntariedad está garantizada y que se ha tenido que emprender este proceso de ajustes debido a la serie de duplicidades que se encontraron en la compañía tras la fusión. Del mismo modo, en un comunicado interno remitido a la plantilla el día del anuncio de los despidos, se indicó que todo el proceso se hará de «buena fe» y que la figura del ERE es la mejor garantía legal para empleados y empresa.
Representación sindical
Por otro lado, en un hecho inédito, los cinco sindicatos con 100% de representación (CCOO, UGT, USO, ELA y CGT) en cuatro de las seis empresas afectadas por el ERE han acordado realizar las movilizaciones y tomar las acciones legales pertinentes para lograr las mejores condiciones para los trabajadores. El expediente está planteado para menos del 10% de toda la plantilla, el 17% si solo se consideran las sociedades incluidas: OST, OSFI, Euskaltel, R y Telecable, Lorca y Xfera.
De esta manera, fuentes sindicales indican a este diario indicaron que a las protestas y paralizaciones que —dicen— con toda seguridad se convocarán, se podría sumar la petición formal de una mediación a las autoridades pertinentes, como el Ministerio de Transformación Digital, que hace solo seis meses autorizó la fusión de Orange y MásMóvil bajo el compromiso de «mantener gran parte del empleo» en la nueva sociedad.
Si consideramos que los sindicatos que están siendo más activos y más críticos con el expediente son los heredados de Orange, Euskaltel y Telecable, compañías adquiridas o fusionadas con MásMóvil, el futuro de las negociaciones es incierto. Hasta el momento, las partes no se han enfrentado en un proceso de despidos colectivos con los actuales gestores, liderados por el consejero delegado, Meinrad Spenger. Desde Orange se habían enfrentado procesos similares, pero con los anteriores gestores franceses y Spenger y su equipo nunca había tenido que negociar un ERE… y menos de estas dimensiones.
Ingresos de MasOrange
De hecho, los representantes de Comisiones Obreras, mayoritarios en Orange Espagne, llevan meses reclamando una interlocución con el nuevo equipo que asumió oficialmente en abril, algo que no se ha producido. Es así como desde los sindicatos lamentan que las primeras reuniones con la representación sindical se produzcan en un contexto de un ERE que califican de «totalmente injustificado».
Los sindicatos siguen insistiendo en que los buenos resultados económicos y financieros y los constantes mensajes de la dirección en estos cinco meses apelando a un proyecto ganador y en pleno crecimiento, contradicen la necesidad de poner en marcha un ERE. La compañía facturó 3.609 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supuso un incremento del 0,11% en comparación con los 3.605 millones que, en conjunto, ingresaron Orange y MásMóvil en los primeros seis meses de 2023.
Nuevas condiciones
Por otro lado, se critica que MasOrange negase sistemáticamente la realización de un ERE y que en diferentes apariciones públicas su CEO solo admitiese que se abría la puerta a salidas voluntarias. En este sentido, piden que esta voluntariedad del expediente sea «total y absoluta», sin ningún tipo de «resquicio legal». La compañía se ha encargado de dejar claro que, precisamente, el ERE será totalmente voluntario, aunque no han aclarado qué pasará si no cumplen con la totalidad de los 795 empleados propuestos.
Finalmente, los sindicatos han manifestado su preocupación por la situación laboral de quienes se queden en la empresa después de este ERE. En la operadora de telecomunicaciones existen dos realidades paralelas, las de los exempleados de Orange y los ex de MásMóvil, y equiparar sus condiciones ha sido una de las primeras peticiones de los sindicatos, algo que todavía no se ha abordado dentro de la compañía, quizás a la espera de cerrar estos despidos.