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El presidente de Renfe dimitió en plena tensión con su 'número dos'

Óscar Gómez fue fichado en enero de 2024 y la relación con el presidente Blanco estaba marcada por la desconfianza

El presidente de Renfe dimitió en plena tensión con su ‘número dos’

El todavía presidente de Renfe, Raül Blanco. | EuropaPress

El presidente de Renfe, Raül Blanco, dimitió el pasado martes en plena tensión con su número dos, Óscar Gómez, que fue nombrado en enero de 2024 director general de Negocios y Operaciones en la compañía ferroviaria. Según fuentes internas, la relación entre ambos se encontraba deteriorada, «rota» y marcada por la «desconfianza». Esta mala relación al principio solo la conocían algunos en la empresa, pero acabó -según las mismas fuentes- «siendo percibida por más empleados dentro de la compañía».

Según fuentes conocedoras, Gómez trató de acercarse al ministro de Transportes, Óscar Puente, hace varios meses para ganarse su confianza y aumentar así su cuota de poder. Un asunto que conoció el propio Blanco y que provocó una lucha interna entre ambos. Las mismas fuentes señalan que este escenario provocó «ineficiencias dentro de la empresa», paralizando algunas actividades clave. Finalmente, Blanco ha dimitido esgrimiendo «motivos personales» y, tal como ha adelantado Expansión, será un afín a Puente, Álvaro Fernández, el que se haga con la presidencia.

No obstante, y pese al tira y afloja entre el presidente y su número dos, Blanco ha mantenido el poder dentro de la empresa. De hecho, fue él quien forzó a Gómez a dar la cara tras el accidente de Madrid, donde un tren vacío de pasajeros descarriló en el tramo subterráneo del AVE que transcurre entre las estaciones de Atocha y Chamartín. Allí, Gómez aseguró que España tenía «un sistema ferroviario espectacular» y que la empresa pública no se merecía el desprestigio al que estaba sometida esos días.

Movimiento interno sospechoso

El pasado mes de octubre, en plena tensión entre el presidente y su número dosRenfe, a través de un documento interno, reforzó el poder de Blanco en el comité de dirección de Renfe Viajeros. La empresa ferroviaria mostró un nuevo esquema por el cual los nuevos directivos del comité de la filial de viajeros reportarían de forma directa -y no indirecta como hasta ahora- al presidente. Un movimiento que causó cierto asombro entre los empleados.

El primer esquema de Renfe Viajeros.

La compañía, sin embargo, actualizó el esquema de gobierno de la filial de viajeros, y esta vez siguió el modelo tradicional. En este se podía observar que el recién nombrado director general de Renfe Viajeros, Rafael Cortés, reportaba directamente al director de Negocio y Operaciones, Óscar Gómez, y no al presidente, como antes. Además, el directivo Christian Muñoz ya no tenía línea directa con el presidente Blanco, y se limitaba su función a reportar al director general de Renfe Viajeros. El propio Gómez aseguró a este medio que «fue simplemente un error de Power Point del equipo de Recursos Humanos».

Escenario de Renfe

Uno de los grandes obstáculos de Renfe son los recurrentes retrasos de los trayectos, que han generado malestar entre los pasajeros. Unas veces estos se han debido a problemas en la vía (cuya responsabilidad es de la empresa pública ADIF) mientras que otros se han debido a incidencias en los trenes. Sin ir más lejos, hace unos días Renfe suspendió la circulación de varios trenes por una «avería informática».

Se subraya que son de Talgo el día de la incidencia.

Un detalle llamativo fue cómo la compañía pública salió al paso para subrayar que el origen del problema era de Talgo. Un nombre -el del fabricante- que sin embargo se ocultó cuando fueron adquiridos, con el objetivo de reforzar la imagen de Renfe, resaltando así a la empresa ferroviaria en dicha operación.

Renfe oculta que han sido fabricados por Talgo.

La trayectoria de Blanco al frente de la empresa ha estado marcada por el anuncio el pasado mes de junio del ministro Puente de denunciar ante Bruselas la competencia desleal de uno de los principales competidores de Renfe, la francesa Ouigo. La empresa pública lleva seis meses recopilando información para acumular acciones contra Ouigo en un macroinforme que se presentará ante la Comisión Europea.

El expediente se encuentra «vivo» y, de momento, no hay fecha para su publicación. Desde la empresa pública afirman que a este informe no solo se está incorporando el asunto de los bajos precios de Ouigo (la principal guerra que hay en el sector), sino además otro tipo de perjuicios, como consumo, libertad de movimiento en el espacio y «otras muchas prácticas que afectan a la operativa».

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