El coronavirus agrava las tensiones entre China y Estados Unidos
Mientras en el mundo surgen ejemplos de coordinación ante la pandemia, las dos principales potencias no cesan de pelear
Una controversia sobre el coronavirus[contexto id=»460724″] y una nueva ola de expulsiones de periodistas estadounidenses en China: el tono entre Washington y Pekín se endureció el pasado martes a pesar de la prioridad mundial para combatir la pandemia.
A pesar de la enfurecida protesta de Pekín, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha defendido a capa y espada el término «virus chino» para referirse al coronavirus.
«El virus vino de China. Creo que esta es una fórmula muy precisa», ha dicho Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca, precisando que usaba ese término en respuesta a las insinuaciones de funcionarios chinos de que el coronavirus fue llevado a China por militares estadounidenses. «China difunde informaciones erróneas de que nuestro ejército les habría transmitido el virus. En lugar de meterme en una polémica, dije: lo llamaré usando el país de donde viene«, ha señalado el presidente de Estados Unidos.
Las autoridades chinas anunciaron el martes que los periodistas estadounidenses de los diarios New York Times, Washington Post y Wall Street Journal deben devolver sus credenciales de prensa dentro de dos semanas, lo que equivale a una expulsión de facto. Tres reporteros del Wall Street Journal ya fueron sido expulsados en febrero.
Según la diplomacia china, se trata de una respuesta a la decisión «escandalosa» de Washington de reducir drásticamente el número de ciudadanos chinos autorizados a trabajar para cinco medios de Pekín en Estados Unidos.
Pero precisamente mientras en el mundo surgen ejemplos de coordinación ante la pandemia del coronavirus, las dos principales potencias no cesan de pelear.
Estados Unidos debería «cesar inmediatamente sus acusaciones injustificadas contra China», ha dicho a la prensa el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang. La guerra de declaraciones reaviva las tensiones entre los dos países, constantes desde la llegada de Trump a la presidencia, en particular en lo que afecta al comercio. Los comentarios de Trump fueron criticados también dentro de Estados Unidos por temor a crear tensiones con la comunidad asiática en el país.
Aunque Trump expresó su «confianza» a su homólogo chino, Xi Jinping, en medio de la epidemia, la prohibición de entrada a Estados Unidos de personas provenientes de China disgustó a Pekín.