No habrá paz

Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), los desplazados «viven una vida de miseria y pobreza» y es que la Cruz Roja reconoce que solo ha conseguido asistir a 20.000 de los 100.000 desplazados internos.

Los enfrentamientos en Afganistán han dejado más de 100.000 desplazados en el último año,100.000 personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a los enfrentamientos en distintos puntos de Afganistán, a la invasión de otoño de 2001, a la pobreza o por desastres naturales. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), los desplazados «viven una vida de miseria y pobreza» y es que la Cruz Roja reconoce que solo ha conseguido asistir a 20.000 de los 100.000 desplazados internos. Ser un desplazado significa que has tenido que dejar atrás todo lo que tenías, tu casa, tu trabajo o negocio, a veces a parte de tu familia, significa que te vas con lo puesto y malvives el presente como si no hubiera futuro, porque no lo hay.Estos niños que observamos en la foto algún día, no muy lejano, serán adultos, y ya mayores, nosotros ya seremos ancianos,serán soldados del bando contrario, el que les arrebató su infancia, es difícil perdonar cuando tu profesor ha sido el hambre, el hambre y los palos son malos mentores. Puede que algún día dentro de algunos años veamos en las noticias como uno de estos chiquillos,ya hecho hombre,o bestia,perpetra una terrible matanza, nosotros ya habremos olvidado esta fotografía y que éste era el momento en que pudimos evitarlo.Las injusticias del presente serán las guerras del futuro.

El problema tiene difícil solución, por una parte es un drama tan prolongado que no genera un impacto social suficiente para que el Primer Mundo se motive a ayudarles y por otra parte ninguna organización tiene un mandato claro para ayudar a los desplazados internos. En todo caso, el Gobierno afgano debería ser el responsable último de ayudar y proteger a los desplazados aunque los trata como una cuestión temporal «Nuestra política es asegurarnos de que los desplazados vuelven a sus casas originales cuando la seguridad mejora», defiende el portavoz del Ministerio de Refugiados, Islamudin Joraa. Unos por otros y la casa sin barrer, y así continúa la situación, convertida una tragedia en rutina.Y algún día esos niños serán hombres y no mirarán con ternura sino con odio.Y no tendrán toda la vida por delante sino todo un pasado por detrás.