Extraños refugiados

Realmente se mueven sobre todo varones jóvenes. Alemania los necesita para su colosal ímpetu económico. En su virtud va a seleccionar el mejor plantel de “trabajadores huéspedes”

Las fotografías sobre los llamados “refugiados” que acuden masivamente a la Unión Europea se centran en los niños, en escenas familiares. Pero da la impresión de algo preparado. Realmente se mueven sobre todo varones jóvenes. Alemania los necesita para su colosal ímpetu económico. En su virtud va a seleccionar el mejor plantel de “trabajadores huéspedes”. Los gastos del éxodo se van a prorratear entre los países que se conmuevan por la operación.

Los auténticos refugiados potenciales siguen en sus países de origen. Ahí sí predominan los niños, las mujeres y los ancianos. Pero de ellos no disponemos de muchas fotos. Guerrillas y escaramuzas hay en muchos países de África, Asia y América. En esos territorios predominan igualmente las dictaduras. Sin embargo, no tenemos noticia de que tales circunstancias expulsen a muchos refugiados.

No nos engañemos, la libertad de movimientos de país a país no existe en nuestro mundo, a no ser por razones turísticas. No se aprecia mucho el valor “libertad”, y por eso no se echa en falta su ausencia.

Lo más extraño del asunto es que en la población de “refugiados” predominan los musulmanes, y sin embargo no acuden a los países de esa cultura que están más desarrollados. ¿Por qué no se dirigen a Estambul o a las ciudades del Golfo Pérsico? Son focos de atracción de capitales, pero resulta raro que no sirvan de polo de interés para los “refugiados” sirios, paquistaníes o del África musulmana. Alguien tendría que explicarnos tal anomalía. Por favor, fotógrafos y reporteros, orienten sus cámaras hacia esa población realmente necesitada.

Otra extrañeza. Es unánime la condena verbal de las “mafias” que trafican con los pobres emigrantes. No hay noticia de muchos “mafiosos” que hayan ido a la cárcel. Más escandaloso es que no haya caravanas legales para hacerse cargo del éxodo.