THE OBJECTIVE
José Carlos Llop

Corresponsales de gabinete

«La guerra es de lo poco en la vida que no puede tratarse con humor»

Opinión
Comentarios
Corresponsales de gabinete

Una mujer llora a sus muertos en la guerra de Ucrania. | Europa Press

–Tiempo sin veros por aquí, Bioy. Pensé que erais un desconsiderado con este invidente, porque un lío de faldas, en el estado en que estamos, no creí que fuera…

–Lo que yo creo, Borges, es que no debisteis leer a Schopenhauer; os hizo mal.

–Mirá, Bioy: eso es una estupidez tan grande como si yo dijera que a vos os hizo mal el polo. O que el tenis os impidió escribir mejor.

–Vos me confundís con Vilas, Borges…

–Ah, ese muchacho, que tuvo en sus brazos a la hija morocha de Grace Kelly.

–Veo que sabéis de quien hablo.

–Uno se hace el tonto a veces…

–Como estamos belicosos, hoy podríamos charlar un rato sobre la guerra.

–¿Estamos? No habrá caído usted en esa moda idiota de pluralizar al preguntar a los mayores, como si fuéramos tontos de baba. Ya sabe: ¿cómo nos encontramos? ¿Dónde nos duele hoy? ¿Tenemos hambre? Y esa ristra de sandeces acompañadas por una legión de diminutivos… El infantilismo que todo lo destruye

–Ya le digo, Borges, belicosos estamos: hablemos de la guerra.

          –¿De la guerra? Qué raro. ¿De la batalla de Junín? ¿De mis antepasados? ¿De la Anábasis, o de Troya? ¿De la guerra cultural? Decíme, Bioy, ¿de qué guerra queréis que hablemos?

–De la que tiene lugar en Europa oriental; de la guerra entre Ucrania y Rusia

–Una guerra civil, entonces… no sabía…

–Algo así, Borges, si no todas las guerras son civiles.

–Qué pereza, Bioy, la guerra es de lo poco en la vida que no puede tratarse con humor. Podemos hablar de Eneas, o del noble Héctor, o del iracundo y caprichoso Aquiles, pero de una guerra civil ahora… qué trasnochado está el mundo, ¿verdad?

–La guerra, Borges, ya sabés: un veneno preparado para el latrocinio, la violación y el asesinato… Aunque está von Clausewitz, también, no lo olvide, y Alejandro Magno…

–Y la guerra de Las Galias, con esa prosa de César, tan poco flexible. Pero vos sabés que el olvido es una de las formas del recuerdo…

–Y la guerra, una de esas cosas donde la memoria y el olvido –o peor: el resentimiento y el silencio– continúan combatiendo a lo largo de los siglos hasta la eternidad, como en El duelo de Conrad.

–Qué joya, El duelo… ¿Entonces, dice, rusos y ucranianos se pelean?

–Rusia ha invadido Ucrania, más exactamente, y en Ucrania se defienden. Pero las cosas nunca son tan claras como parecen o nos las presentan. Ya llevaban algún tiempo buscándose las pulgas. 

–¿De quién se defienden, Bioy, de sí mismos? ¿Dostoievski contra Tolstoi? ¿Ajmátova contra Mandelstam? ¿En qué lugar quedará lo que conocemos por literatura rusa? ¿En una literatura escindida, como el alma de esos pueblos? ¿Dónde combatiría ahora Chéjov, que nació en Ucrania? ¿O Gogol? Incluso esa mujer que ganó el Nobel no hace mucho, una mujer de carácter que se las habría tenido con nuestra Victoria…

–Eso es lo terrible de las guerras civiles…

–¿Pero no habíamos quedado que toda guerra es una guerra civil?

–Sí, siempre y cuando sepamos dónde se sitúa nuestro vecino del norte. El amigo americano prefiere los campos de batalla muy lejos de casa…

–Quizá eso venga de Lincoln, estilo Escarlata O’Hara: juro no volver jamás a guerrear en casa… Vaya usted a saber, Bioy.

–Pues aquí ensaya contra China en la cara de Rusia, me temo.

–Era más sencillo todo contra los persas, o en las sagas de los vikings, o entre los reyezuelos de Grecia y Esparta.

–Pues no descarte que se vuelva a esas taifas, Borges; mire España con un gobierno empeñado en agitar a los almohades y a los almorávides. Ben Yusuf acecha de nuevo y al Cid se lo han cargado en los planes de estudio. Por si no bastaba con Charlton Heston, que presidía la Asociación del Rifle.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D