'Sáncheztarras'

La presencia de condenados por terrorismo en las listas electorales de Bildu no es nueva. La única diferencia hoy es el número, lo que significa que están envalentonados porque han visto que es su momento. Lo expresó muy bien Otegi hace unos meses: al universo de Bildu le interesa que Sánchez siga en el Gobierno de España para avanzar en sus objetivos. 

Los exterroristas, convertidos en Sancheztarras, se han venido arriba. Comprobaron que son capaces de forzar al Ejecutivo a aprobar una ley de memoria histórica que los convierte en héroes de la democracia. Se convirtieron en protagonistas de la reforma laboral y de la ley de vivienda. Vieron que podían obligar al Ministerio del Interior a acercar al País Vasco a los presos de ETA. Saben que Podemos les necesita ahora más que nunca porque son la baza de las podemitas en guerra contra el PSOE en el mismo Consejo de Ministros. Por eso Irene Montero ha dicho que no hay problema porque Bildu es «un partido democrático». 

Los de Bildu son los más interesados en que nadie mueva la silla a Sánchez, junto a ERC y Podemos. A la postre resultan ser su más fiel apoyo, sobre todo si el PSOE pierde las próximas generales pero el PP no llega a sumar diputados suficientes. Será entonces, si la coalición Frankenstein puede tener una segunda temporada, cuando contraten a Sánchez de mayordomo. 

«Si la asociación de víctimas gana su denuncia, la lista electoral de Bildu quedaría anulada»

Por eso no han de engañarse con que la Fiscalía de la Audiencia Nacional estudie si Bildu ha incluido correctamente a exterroristas en sus listas electorales. La música suena bien, pero habría margen para la esperanza si el Estado no estuviera colonizado por el sanchismo. Recuerden la frase: «¿La Fiscalía de quién depende? Del Gobierno. Pues ya está», sentenció el presidente. 

A instancia de Dignidad y Justicia, la Fiscalía abrirá expediente para ver si los candidatos cumplen los requisitos de la Ley de Partidos y de la Ley Electoral. En suma, que no estén inhabilitados a ejercer cargo público tras el cumplimiento de la sentencia. No va a funcionar. 

Si la asociación de víctimas gana su denuncia, la lista electoral de Bildu quedaría anulada. Entonces, el perjuicio para Sánchez y el PSOE en ciertas autonomías y municipios sería considerable porque una sentencia habría dicho lo que no se quiere oír en Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y tantos otros sitios. Resonaría en todos los sitios justo lo que niegan, que su jefe negocia con exterroristas que no tienen cabida todavía en la democracia. 

En caso contrario, si la Fiscalía dice que no hay problema legal alguno, se produce el blanqueamiento de la lista, y queda el camino expedito para sus socios de gobierno. Ante este dilema no creo que quede duda de hacia dónde dejará caer su platillo la Justicia. El Estado está tan colonizado por el sanchismo que ninguna institución va a dejar fuera del sistema a Bildu, los socios preferentes del PSOE en el Congreso, en Navarra y en el País Vasco. 

«ETA no existe, por lo que no se le puede aplicar la Ley de Partidos ni la Electoral»

Además, la norma está de su parte. Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la AVT, contó en Herrera en COPE el viernes que, después de revisar las condenas, comprobó que los exterroristas ya cumplieron su inhabilitación. Tampoco hay exaltación del terrorismo porque hace un año, alertados por los juristas del sanchismo, renunciaron a los homenajes a los etarras. ETA, además, no existe, por lo que no se le puede aplicar la Ley de Partidos ni la Electoral. No olviden lo mucho que el sanchismo y sus aledaños han insistido en la inexistencia de ETA. 

Ya se sabe que el mundo filoetarra es tan hábil que siempre que puede mete un gol por el hueco legal. A esto hay que sumar que calculan bien los tiempos y miden los movimientos de los actores políticos. Hoy es más fácil que nunca para ellos. En 2019 fueron 18 condenados por terrorismo en sus listas electorales, y solo uno tenía delitos de sangre. Actualmente, con el aparato sanchista del Estado a su favor, son 44, y siete con las manos ensangrentadas, según denunció Covite. 

Sin duda, vendrán muy bien las elecciones, que acabarán siendo un plebiscito sobre este régimen sanchista tan oprobioso. O eso espero.