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Javier Santacruz

¿Para cuándo subirá la banca la rentabilidad de los depósitos?

«Es verdad que, para millones de familias en España, su universo de inversión se reduce a dos activos: uno real (vivienda) y otro financiero (depósito bancario)»

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¿Para cuándo subirá la banca la rentabilidad de los depósitos?

Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno de España y ministra de economía | EuropaPress

La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, y la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, dedicaron sendas intervenciones la semana pasada para pronunciarse sobre la situación de la banca española con respecto al aumento de la remuneración a los depósitos. Ambas dirigentes consideran que la banca no aumenta el tipo de interés pagado a los depositantes por falta de competencia y mediante una decisión deliberada. Incluso, en el caso de la CNMC se habla de «colusión tácita». Dicho en cristiano: los bancos se han puesto de acuerdo para repartirse el mercado en España.

Antes de entrar en la cuestión de fondo, hay una cuestión de forma que no es menor. Tristemente nos hemos acostumbrado a que en los últimos años (no sólo el Gobierno Sánchez-Díaz, ya pasó también en el Gobierno Rajoy) desde el Ejecutivo o incluso desde los organismos reguladores se señale a empresas, sectores y personas con total impunidad acusándoles de conductas que, cuanto menos, deberían ser defendidas ante un juzgado. Es una muestra más del deterioro de la calidad democrática de España que es urgente revertir. No es de extrañar que una buena parte de los expedientes de Competencia acaben siendo anulados en los tribunales por la mala calidad técnica, económica y argumental que tienen.

«Gracias a estas facilidades extremas, en la Eurozona existe un exceso de liquidez de 4,11 billones de euros»

Volviendo al caso, la primera cuestión a dilucidar es por qué la subida de los tipos de interés oficiales apenas se ha trasladado a los depositantes. Para responder a esto no hay más que ir a un principio tan básico como la ley de la oferta y la demanda. Durante la última década, la política monetaria ha sido extremadamente acomodaticia hasta el punto de que el tipo de interés oficial (tipo de las operaciones principales de financiación o tipo de referencia) se situó durante varios años en el 0% y como mecanismo para hacer circular la liquidez, el Banco Central Europeo (BCE) estableció en negativo la remuneración de los depósitos realizados por los bancos en el banco central (hasta el -0,5%). Gracias a estas facilidades extremas, en la Eurozona existe un exceso de liquidez de 4,11 billones de euros.

Si la liquidez sobra y en este momento los bancos tienen en sus depósitos en el BCE 4,02 billones de euros rindiendo hasta un 3,5% mientras que la demanda de crédito del sector privado está descendiendo (-1,6% interanual en febrero), ¿qué sentido tiene pagar más para mantener o captar dinero que no necesita, dado que le sobra? Pero es que además sin tocar la remuneración, los clientes privados siguen incrementado el volumen de sus depósitos bancarios. Hace un año (segundo trimestre de 2022) se alcanzó el máximo de depósitos privados: 1,41 billones de euros. Desde este máximo apenas ha descendido hasta 1,37 billones en el primer trimestre de 2023. 

En este sentido, con un volumen tan alto de depósitos y el stock de crédito está otra vez cayendo, la banca tiene ahora mismo una financiación extraordinariamente diversificada a un coste aún bajo. El peso de la financiación mayorista en la banca española y europea ha descendido notablemente desde 2015, situándose en ambos casos por debajo del 100% la ratio de crédito sobre depósitos según los últimos datos del BCE. Dicho de otra forma: tendría que producirse una caída muy importante del volumen de depósitos y un empeoramiento mucho mayor de los mercados monetarios para poner en aprietos la liquidez de la banca y verse obligada a subir de manera notable la rentabilidad de los depósitos.

Hay otros aspectos relevantes que ya han sido señalados en algunos informes recientes como el del Banco de España. Pero un aspecto hasta ahora no destacado lo suficiente es qué ocurre con la demanda, es decir, con los depositantes. La posición tanto del Gobierno como del regulador de competencia puede traducirse de una manera muy sencilla: incentivar la inversión en un producto en el que el ahorrador va a perder dinero sí o sí. Los depósitos deberían tener un rendimiento muy superior a la tasa oficial para que la rentabilidad real sea, al menos, del 0% y, por tanto, el depósito no perdiera poder adquisitivo. En este sentido, la pregunta es: ¿es el depósito bancario una herramienta útil para los ahorradores? Es verdad que, para millones de familias en España, su universo de inversión se reduce a dos activos: uno real (la vivienda) y otro financiero (el depósito bancario). Pero tras años de represión financiera, las alternativas para el ahorrador conservador son lo suficientemente amplias y accesibles como para pensar sólo en depósitos a la espera de que una banca como la española, cuyos activos totales medios apenas generan un resultado de explotación del 0,8% al cierre de 2022 (dato del Banco de España) suba 1 o 2 puntos la retribución por los depósitos.

Gráfico 1: Evolución del exceso de liquidez en el Eurosistema (en millones de euros). Fuente: BCE
Gráfico 2: Evolución del margen de intereses y del resultado de explotación en relación a los activos totales medios (en %). Fuente: Banco de España
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