MyTO

Decepción e incertidumbre

«La única posibilidad de que Feijóo fuera investido vendría de un arrebato de responsabilidad institucional de algún partido de la izquierda, algo impensable»

Opinión

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  • Joaquín Leguina. Villanueva de Villaescusa (1941). Nací en el año del hambre, pero lo hice en la tahona de mi abuela Pilar. Estudié el bachillerato con los curas escolapios en Santander y la licenciatura en CC. Económicas en Bilbao. Después fui becado en la Sorbona, donde obtuve dos master y un doctorado. También me doctoré en la Complutense. Más tarde saqué la oposición a Estadístico Facultativo del INE (hoy Estadístico Superior) y como tal trabajé para la CEPAL en Chile, donde me pilló el golpe de Estado de Pinochet.
    He sido profesor en la Complutense y concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Y diputado nacional. Ah, se me olvidaba (hace ya tanto tiempo), también he sido presidente de la Comunidad de Madrid durante doce años. He escrito novelas, relatos, ensayos y cientos de artículos en variados periódicos y revistas.

Yo, como tantos lectores y escuchantes, estaba convencido de que la suma de PP y Vox estaría por encima de la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo pero al final del escrutinio nos encontramos con la victoria –escasa- del PP y a Sánchez en la calle Ferraz celebrando como ganador su derrota.

¿Por qué pensábamos que PP y Vox iban a barrer? Porque nos lo habían anticipado diversas y diferentes empresas demoscópicas, que esta vez se han columpiado tanto como Tezanos. Y algunas de esas empresas han errado la misma noche electoral, suministrando datos obtenidos a pie de urna, es decir, no pidiendo opiniones de lo que los electores pensaban votar sino recogiendo respuestas sobre lo que habían votado. En tales condiciones, los errores cometidos por esas empresas demoscópicas carecen de sentido. Vamos, que se han dejado llevar más por su olfato que por los datos reales obtenidos en sus cuestionarios.

Quizá ha llegado el momento de que nos preguntemos (lo diré en palabras de Ignacio Varela) por qué motivo, desde hace casi una década, cada vez que a los españoles nos ponen una urna delante nos empeñamos en hacer de la gobernabilidad del país un imposible. Qué parte del concepto intereses generales hemos olvidado y nos negamos a recuperar. Por qué hemos convertido en una misión imposible dar un gobierno sensato a este país. Y por qué últimamente nos gusta tanto hacernos daño.

Ya de madrugada comencé a imaginar lo que nos espera con un Gobierno trufado otra vez de Sumar, apoyado por Bildu, ERC, PNV… y para acabar de amolarnos el huido Puigdemont exigiendo el derecho de autodeterminación.

«Feijóo ha logrado hacerse con la mayoría absoluta en el Senado y el mayor grupo parlamentario del Congreso»

Pero miremos las cosas con menor pesimismo. Feijóo, que heredó un partido hecho trizas, ha logrado en poco tiempo una red territorial potente, subir 13 puntos respecto a las elecciones de 2019, hacerse con la mayoría absoluta en el Senado y el mayor grupo parlamentario del Congreso. Pero, claro, la elección del domingo era sacar a Sánchez del Gobierno y eso está por ver.

El próximo 17 de agosto se reunirá el Congreso y habrá de elegir la mesa y eso, hoy por hoy, también está por ver. Luego, el Rey, tras escuchar a los líderes políticos, decidirá a quién encarga la investidura y si Feijóo no renuncia será él quien lo intente, pero es probable que no lo consiga, pues la única posibilidad de que el líder del PP obtenga más votos favorables que contrarios en este nuevo Congreso vendría de un arrebato de responsabilidad institucional de algún partido de la izquierda, algo impensable en la España de 2023.

A partir de ahí es probable que Sánchez lo intente y si tiene éxito volveremos a lo que ya hemos padecido, a las exigencias de los separatistas, a la invasión institucional del nuevo feminismo (con su ley trans a la cabeza), al ecologismo disparatado de la señora Ribera… y detrás y delante de todo eso el tal Puigdemont, un adelantado de la anti España. Así lo ha expresado Ignacio Varela:

«No es regalo pequeño para un abanderado de la anti-España tener en sus manos la elección o no del presidente del país que más odias: administrará el privilegio con sadismo refinado, recreándose en la suerte. Me pregunto qué haría el presidente del Gobierno en funciones si, en plena negociación de la investidura, el fugitivo se plantara en Barcelona y diera una rueda de prensa multitudinaria para exponer sus exigencias al candidato».

Tal como está hoy la política en España dan ganas de dirigirse al conductor del autobús y decirle: «Pare usted, que me quiero bajar».

12 comentarios
  1. andoniakis

    Apreciado don Joaquin:

    Y si los esquemas de izquierda / derecha sólo son etiquetas para segmentar a los votantes y crear vinculos emocionales con los que dirigirlos?

    Sinceramente, la diferencia entre PP y Psoe, ambos partidos socialdemocratas y que protegen el modelo autonómico son mínimas. El resto es cuento.

    Sumar son postcomunistas (les gustaría una sociedad 100% controlada por el estado) y Vox una reaccion a la globalización con nacionalismo español. Nada mas y todos dentro de la Constitución.

    La banda al completo son antisistemas, antiespaña, antiestado, y sacamantecas del presupuesto publico. Son pocos pero estan sobrerepresentados por la Consti que fue excesivamente generosa con los que se ha demostrado no lo merecian.

    Con esa perspectiva una gran coalición no seria un imposible categórico por principios sino un problema porque pondría al descubierto la tramoya de progresistas-fachas tan querida para engañar al respetable.

    Y lo que desde luego tendría que ser ya un tema de estado de primera linea es la reducción del sobrepeso inducido de los grupúsculos separatistas en el Parlamento español de una vez.

    Ley electoral y/o pactos de los grandes para jugar limpio sin esta gente.
    Lo demás es hacerse trampas permanentemente.

  2. danif

    “Zapatero modela un PSOE no europeo, con el horizonte de un socialismo que gana todas las elecciones sucesivamente, en el ejercicio de su hegemonía y del abuso de poder…Toda la estrategia de Zapatero y de Sánchez es evitar la alternancia del poder “R Arias Salgado.
    Los dos sueñan con un régimen contradictorio con el de la UESánchez ,si continúa dependiendo de los mismos socios ,no podrá cumplir los compromisos de una unión política en la que sus miembros han de tener un nivel mínimo de calidad democrática . La independencia judicial es clave y no se quiere implantar a pesar de las advertencias y amenazas de la UE .La continuidad del mismo gobierno compromete no sólo la financiación de los fondos sino ,también , la continuidad en esta .
    Los actuales socios solo apoyarán a Sánchez si va cumpliendo su proyecto de destrucción de la democracia , de la economía y de la sociedad española. Parece claro el futuro si gana la misma coalición. Son los mismos y harán lo mismo

  3. danif

    Y más. Nuestro drama es que el estado es insostenible .
    Sánchez lo ha agravado por su política económica dirigida más a engrandecer el estado clientelar, que a ampliar la dimensión y competitividad del sector productivo del que depende la renta y el trabajo de los ciudadanos , la inflación y la sostenibilidad el estado del bienestar y las pensiones.
    La pérdida de soberanía por otra gran crisis como la de ZP nos obligará a reducir el gasto público ( acordaros del «austericidio “ ).
    La actual “tranquilidad social” obedece a que se está cubriendo el exceso de gasto social sobre los ingresos públicos con crédito exterior pero esto tiene un límite, un coste y un fin, .
    J.Oliver Alonso (LV21-7)“A partir del próximo domingo quien gobierne encontrará un margen de maniobra más reducido: se acerca el final de la despreocupación por el déficit y la deuda públicas de 2020-3, al tiempo que el BCE , además de subir tipos ,ha comenzado a desprenderse de la abultada cartera de deuda pública (España 600.000millones) y a reducir su crédito a largo plazo a la banca. Gane quien gane , vienen tiempos de mudanza…” Sánchez ¿es el más adecuado para ello?

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