¿Es terrorismo el terrorismo?
«El terrorismo es un instrumento de lucha política violento, antidemocrático y antijurídico. No hay buenos y malos. Un ministro de Justicia debería saberlo»
Ilustración de Erich Gordon.
Pedro Sánchez nunca defrauda. Cuando creemos que ha llegado a un límite jurídico y moral infranqueable lo rebasa con naturalidad alegando cualquier sofisma. Así ha sucedido con el terrorismo. Al parecer hay un terrorismo bueno y otro malo, como si fuera colesterol. Lo acaba de descubrir el PSOE al negociar de nuevo con Junts: el terrorismo bueno debe ser amnistiado.
Veamos brevemente cuál es la naturaleza del terrorismo. Se trata de un instrumento de lucha política cuya finalidad es infundir miedo a una población mediante la violencia con el fin de coaccionarla para que se someta a los mandatos de los terroristas.
Por tanto, el terrorismo, sea de izquierdas o de derechas, nacionalista o internacionalista, no es un instrumento de lucha política que respete la democracia, la libertad de los ciudadanos ni, por supuesto, el Estado de derecho. Para ello están las elecciones libres, el ejercicio de los derechos fundamentales y las normas jurídicas emanadas de los poderes públicos legítimos. El terrorismo es un atajo para evitar estos enojosos obstáculos con el objetivo de alcanzar los fines que pretende.
Por tanto, el terrorismo, si quiere ser eficaz, debe dotarse de un aparato organizativo y sus acciones deben infundir verdadero miedo. Y el miedo, como sabemos, es la antítesis de la libertad: ateridos por el miedo no somos personas libres. En eso consisten las dictaduras y contra las dictaduras también se utiliza el terrorismo: para despertar la conciencia de la gente y acabar con ellas.
Determinadas formas de anarquismo fueron, en el pasado, la más clara expresión del terrorismo y los atentados mortales su forma habitual de actuar. En Rusia asesinaron al zar Alejandro II en el siglo XIX, en España al general Prim y a tres grandes primeros ministros: Cánovas, Canalejas y Dato. Muchos más atentados mortales podríamos añadir hasta en los mismos años de la guerra civil.
«Bildu no es ETA pero no condena a ETA: las sospechas de ser un grupo antidemocrático están bien fundadas»
Por tanto, el terrorismo ha sido tradicionalmente un instrumento violento para obtener fines políticos muy variados. Pero, en todo caso, este instrumento es antagónico con los procedimientos democráticos y contrario por naturaleza con los propios de todo Estado de derecho. Además, el dato de que requiere ejercer la violencia y su finalidad es infundir miedo en la población, le da unas connotaciones especialmente graves.
Por último, al ser un instrumento que normalmente requiere para ser efectivo de grupos organizados, cualquier miembros de éstos, desde un punto de vista penal, es responsable (como autor o cómplice) de las acciones del grupo. Serán los jueces, de acuerdo con las leyes, quienes determinarán esta responsabilidad. Pero desde un punto de vista ético, e incluso político, todos sus miembros, incluidos sus simpatizantes, tiene algún tipo de responsabilidad. Por eso se pide a los miembros de Bildu, especialmente a sus dirigentes, que condenen la violencia terrorista de ETA y, si no lo hacen, no se puede reconocer a Bildu como un grupo democrático, aunque sea legal. Bildu no es ETA pero no condena a ETA: las sospechas des ser un grupo antidemocrático están bien fundadas.
Pues bien, la última hazaña del PSOE es introducir un cambio en el proyecto de ley de amnistía que no incluye todos los delitos de terrorismo sino sólo aquellos que «de forma manifiesta y con intención directa, haya causado violaciones graves de derechos humanos» en relación con los artículos 2 y 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, es decir, los que protegen el derecho a la vida y a ser objeto de torturas o penas y tratos inhumanos y degradantes.
«Las fuerzas independentistas siguen avanzando, al PSOE le cuelan lo que quieren. El poder es más importante que las convicciones»
Con ello se incluyen en la amnistía todos los demás delitos relacionados con el terrorismo, esta acción violenta que habitualmente se desarrolla en grupo. Legislación ad hoc, mejor ad hominen, se le llama a esta forma de elaborar las leyes. Las fuerzas independentistas siguen avanzando, al PSOE le cuelan lo que quieren. El poder es más importante que las convicciones, en el caso de que estas no se hayan esfumado ya de forma definitiva.
Más que probablemente este proyecto, en caso de ser aprobado, sea declarado contrario al Derecho. Desde luego por muchas razones, pero además por esta última, este cambio sobrevenido exigido por Junts para salvar a Puigdemont y otros del que tan ufano se muestra el ministro Bolaños que precisamente ocupa la cartera de Justicia.
La directiva europea sobre terrorismo tipifica como actos terroristas en su artículo 3 no sólo los que atentan contra la integridad física de las personas sino también los que perturban o interrumpen los suministros básicos y los que intimidan gravemente a una población. Los tsunamis, esas violentas fuerzas de la naturaleza, intimidan, perturban e interrumpen todo tipo de suministros, los grupos terroristas que así se autodenominan también. Ministro Bolaños: cuando usted dice que el terrorismo del procés y el de ETA son incomparables tiene razón pero sólo desde un punto de vista cuantitativo. Desde el punto de vista de su naturaleza jurídica ambos son actos de terrorismo, porque el terrorismo no es una cuestión de cantidad sino de cualidad, es un instrumento de lucha política violento, antidemocrático y antijurídico. No hay terrorismos buenos y malos: el terrorismo siempre es terrorismo. Un ministro de Justicia debería saberlo. Sáquese el móvil de la oreja y piense un poco.
