La amnistía de Sánchez condena a la mayoría de catalanes
«La Ley de Amnistía es una ley de impunidad negociada con aquellos que se benefician de ella socavando la igualdad entre los ciudadanos españoles»
Sánchez y Puigdemont. | Alejandra Svriz
La proposición de Ley Orgánica de amnistía del PSOE aprobada en la pasada Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados vuelve a evidenciar, en su segundo intento, que la misma no es producto de una imprescindible reflexión ética, responsable y transparente, sino de un mercadeo partidista que rebaja (aún más) la credibilidad de algunos políticos al ser asimilados a vulgares trileros que habían escondido la bolita en campaña electoral. Lo que se desprende de esa actitud cínica, hipócrita y charlatana ¿es realmente el ejemplo que queremos transmitir a la sociedad y especialmente a las generaciones más jóvenes? ¿Cómo justificarán su comportamiento esos mismos políticos con sus hijos? Validando el «todo vale por siete votos» se legitiman conductas que tienen que ver con el uso de cualquier medio para alcanzar sus fines. Hablemos claro, la Ley de Amnistía es una ley de impunidad negociada con aquellos que se benefician de ella socavando la igualdad entre los ciudadanos españoles. Ese pacto entre el Gobierno y los delincuentes desoye cínicamente las recomendaciones de la Comisión de Venecia y pasa por alto el Código Penal.
La España que se nos está quedando es fruto de un pacto de rufianes, un pacto donde todo el mundo miente: Bolaños, Sánchez, Illa… Y eso es así porque la amnistía no va de convivencia y reconciliación, la amnistía va de siete votos. Y esa España que se nos está quedando es una España más débil, donde los chantajistas de siempre lo tendrán más fácil cuando lo vuelvan a hacer, porque volverá a ocurrir tal y como el propio Puigdemont ha declarado mientras en el Congreso se daba luz verde al nuevo redactado: va a «continuar con el procés» y recuerda que el objetivo es ejercer el «derecho a la autodeterminación».
En Ciutadans llevamos desde el 2006 denunciando las estrategias separatistas del nacionalismo catalán y destapando las vergüenzas de un PSC que siempre ha sido la muleta salvadora que ha traicionado, y lo siguen haciendo, a buena parte de su electorado. Pero ahora se ha producido un cambio muy significativo: cuando realicen sus amenazas de repetir lo de 2017 lo tendrán más fácil porque no será aplicable la sedición, la malversación, la alta traición y los actos violentos susceptibles de ser calificados como terrorismo.
Sánchez y sus socios de gobierno, y algunos medios de comunicación, siguen empeñados en hacernos ver que hay petróleo donde solo hay aguas fecales, orillando por ejemplo que en el Parlament de Cataluña hay una propuesta para la independencia que se está tramitando ¡hoy mismo!, no ayer ni mañana. Una propuesta que desde Ciutadans ya hemos denunciado ante la Fiscalía por prevaricación y desobediencia y ante el Tribunal Constitucional en recurso de amparo, mientras el Gobierno y el PSC de Illa disimulan y callan.
«Pedro Sánchez se amnistía a sí mismo permitiendo una extorsión intolerable a todos los españoles»
En Cataluña, la mayoría de ciudadanos que se siente catalana y española no está de acuerdo con pasar página con el tema del procés porque les convierte en verdugos, cuando fueron las víctimas de un delirio colectivo inducido por una clase política que debería estar inhabilitada de por vida por todo el daño que hicieron a la sociedad catalana en su conjunto. Ya no hay más páginas que pasar, esa gran mayoría reclama un nuevo libro que garantice la obviedad del cumplimiento de la ley, donde todos sean tratados con igualdad, sin presiones ideológicas, sin multas ni sanciones y sin tener que soportar adoctrinamientos identitarios que cuestionan permanentemente la españolidad de una gran mayoría de catalanes. Una Cataluña de todos y para todos que deje atrás las mentiras y las coacciones para abrirse paso hacia el futuro por el camino que la certeza y el respeto. Esa Cataluña está convocada a la manifestación que tendrá lugar este domingo 10 en la Pza. de Sant Jaume de Barcelona, equivalente a la convocada el sábado en Madrid. A ambas habrá asistido Ciudadanos, denunciando a un Pedro Sánchez que, amnistiando a unos políticos que dicen que lo volverán a hacer, se amnistía a sí mismo permitiendo una extorsión intolerable a todos los españoles y condenando a un duradero malvivir político a la mayoría de los catalanes.
