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La universidad, la FP y el empleo

«En España hay una proporción mayor de personas con estudios superiores que la media de la UE, pero la tasa de paro en ese colectivo es la más alta tras Grecia»

Opinión

Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso y la Admisión en la Universidad | Joaquin Corchero (Europa Press)

  • Joaquín Leguina. Villanueva de Villaescusa (1941). Nací en el año del hambre, pero lo hice en la tahona de mi abuela Pilar. Estudié el bachillerato con los curas escolapios en Santander y la licenciatura en CC. Económicas en Bilbao. Después fui becado en la Sorbona, donde obtuve dos master y un doctorado. También me doctoré en la Complutense. Más tarde saqué la oposición a Estadístico Facultativo del INE (hoy Estadístico Superior) y como tal trabajé para la CEPAL en Chile, donde me pilló el golpe de Estado de Pinochet.
    He sido profesor en la Complutense y concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Y diputado nacional. Ah, se me olvidaba (hace ya tanto tiempo), también he sido presidente de la Comunidad de Madrid durante doce años. He escrito novelas, relatos, ensayos y cientos de artículos en variados periódicos y revistas.

En España hay una proporción mayor de personas con estudios superiores que en el conjunto de la UE. En concreto, cuatro de cada diez personas en España cuentan con una titulación superior (FP superior o carrera universitaria) frente a una proporción media de tres de cada diez en la Unión Europea, lo que provoca que nuestro país tenga la tasa de sobre cualificación más elevada de la Unión. Es una ventaja, sin duda, pero no lo es tanto si vamos a los datos de paro entre esos colectivos privilegiados, y resulta que la tasa de paro española dentro de ese colectivo es la más alta después de la de Grecia. Según los datos de Eurostat, un 7,4% de la población de 20 a 64 años en España con estudios superiores estaba en 2023 en situación de desempleo, frente a una media del 3,8% en la UE.

Según recoge la Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo) en su último informe, «España es el país europeo con más sobre cualificación, entendida como el porcentaje de ocupados graduados superiores que están empleados en puestos de trabajo por debajo de su formación. Casi un 36% de los graduados superiores españoles desempeña tareas por debajo de su cualificación». En ello influyen diversos factores y en primer lugar la adecuación de esas cualificaciones a la demandas de las empresas. Y es que las universidades españolas y las demandas empresariales son, a menudo, dos conjuntos disjuntos. Es decir, que socialmente están demediados. Por eso es urgente que ambos mundos se comuniquen entre sí y contemplen juntos el mejor futuro profesional para los alumnos y que éstos se acostumbren a buscar su mejor empleabilidad.

En el otro lado de la escala, España también cuenta con más población que solamente tiene la educación obligatoria: un 36% frente al 20,5% de la UE. Un 45,2% de la población europea cuenta con estudios postobligatorios no terciarios, frente a tan sólo un 23,1% de los españoles. De ellos, un 35,3% en el caso de la UE tienen una FP de grado medio, frente a sólo el 10% en España. En efecto, la FP en España está tardando mucho en penetrar, aunque las reformas legislativas de los últimos años van camino de revertir esa situación.

«Las especialidades que están creando más empleo son elegidas tan sólo por el 10% de los universitarios españoles, frente 14,2% en la UE»

La Fundación CYD muestra que las carreras universitarias con proporciones de licenciados superiores a la media europea son las que están más cercanas al empleo público, como la educación (un 20,1% de los titulados universitarios en España lo son en estas carreras frente al 9,7% de la UE) o la salud y el bienestar (16,5% frente a 14%).

Las especialidades en las cuales se está creando más empleo son elegidas tan sólo por el 10% de los estudiantes universitarios españoles, frente 14,2% en la UE.

En términos de la Fundación CYD, «en comparación con la UE, España tiene claramente un menor porcentaje de ocupados graduados superiores empleados como profesionales de las ciencias, la ingeniería y las TIC, así como profesionales del comercio y la administración. La estructura productiva española no es capaz de generar los suficientes puestos de alta cualificación que se precisarían para absorber a los graduados superiores».

Todo lo descrito anteriormente es preocupante y las universidades españolas deberían abordarlo, atendiendo, entre otras cosas, a las futuras demandas empresariales. Pero creo que hay otro problema mayor, a saber, la bajísima tasa de ingreso en las universidades y en la FP de los hijos de inmigrantes. ¿Qué va a ser del futuro de esos jóvenes? ¿Cómo se van a integrar en la sociedad española?

5 comentarios
  1. idemserra

    Por eso universidades, sindicatos, administraciones y también oenegés deberían abordar el problema y trabajar conjuntamente. Últimamente siempre les suelto el mismo discurso a las oenegés que me asaltan en la calle para pedir dinero: «Os daré dinero cuando sea para formación en España. Para becas, por ejemplo. No podemos dejar entrar a inmigrantes y luego no formarlos ni darles papeles para trabajar. Es un absurdo y una temeridad».

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