Victoria Prego, la voz de la Transición y la tolerancia
«Victoria tenía la virtud de escuchar a los protagonistas de las historias. Sin imposiciones ni sectarismo. Con tolerancia»
Victoria Prego | RNE
Se ha ido a los 75 años una de las periodistas más importantes de la Transición y de la España democrática. Una de las personas que trabajó con más ilusión por la consolidación de la democracia, por la España de las libertades.
También fue quien mejor la contó en una serie documental de las que ya no hace TVE. Sólo por ese trabajo, realizado a mediados de los años 90, merece ser recordada con admiración y respeto. La serie de Victoria Prego tuvo una segunda parte – 2008 – en la que se añadió el subtítulo de “El camino de la libertad”, ese camino del que ella nunca se apartó.
«La recordaremos siempre como la gran cronista de la Transición de la dictadura a la democracia»
Victoria Prego compaginó el periodismo escrito con la radio y la televisión. Llegó a Prado del Rey muy joven, en 1974, pasó por Radio Nacional de España y su rostro se hizo muy popular en 1982 por la presentación, junto a Joaquín Arozamena, de la tercera edición del Telediario, entonces llamado “Al cierre”. Antes había presentado “El Arte de vivir”, un espacio cultural, que dirigía Miguel Ángel Gozalo. También fue directora del “Informativo 2”, de Radio 1, RNE, y muchos años después (2001/2002) de “La Brújula” de Onda Cero, coincidiendo con el accidentado desembarco del Pedro J. Ramírez en esta cadena, entonces propiedad de Telefónica.
“Españoles”, “Debate”, en TVE; “Un momento por favor” (Telemadrid y Canal Sur), “El primer café” (Antena 3) o “Madrid opina” son algunos de los programas que llevaron su firma, así como su estilo sosegado y tolerante. Después, vendría la subdirección de El Mundo y, más recientemente, su etapa de adjunta al director en El Independiente.
A Victoria – siempre entrañable y cariñosa – la invité hace un año a contar su trayectoria profesional y su visión del periodismo y la política en estos tiempos convulsos que estamos viviendo, en ‘Fuera de Micrófono’ (THE OBJECTIVE), pero rechazó amablemente la propuesta porque todavía perduraban algunas secuelas del ictus que había sufrido hacía algún tiempo. Me emplazó para más adelante. Insistí unos meses después, pero no pudo ser. Me volvió a pedir disculpas, por motivos de salud, con la amabilidad que la caracterizaba.
Siempre con una sonrisa en los labios, a Victoria Prego la recordaremos siempre como la gran cronista de la Transición de la dictadura a la democracia. También por aquel innovador Telediario de la Segunda Cadena de TVE, que presentaba junto a Joaquín Arozamena, de forma didáctica y contextualizando cada noticia como si fuera un trabajo de orfebrería informativa. Crearon, ellos dos, un estilo diferente de contar las noticias, explicándolas. Fueron una pareja inolvidable.
Como decía en este mismo periódico Joaquín Arozamena, la gente mayor celebraba ese nuevo estilo de contar lo que pasaba: «De forma pausada, y sin dar por hecho que toda la audiencia tiene que estar al corriente de lo que pasa».
Recuerdo ahora, 42 años después, la primera vez que saludé y conocí a Victoria Prego, en el despacho de “El Arte de vivir”, que compartía con Miguel Ángel Gozalo – otro grande que se ha ido recientemente -, en el edificio original de Prado del Rey, con pósteres de conciertos y libros pegados en las paredes.
En aquella España que cambiaba tan deprisa, la nueva dirección de RTVE – con José María Calviño a la cabeza – había decidido en otoño de 1982 suprimir el informativo “Al Cierre”, que presentaba con Joaquín Arozamena, y mandarla a un programa cultural, con su buen amigo Miguel Ángel Gozalo. Aquel telediario pasó a mejor vida, dejando vía libre al modelo estándar del busto parlante. Al presentador que lee las noticias que hay que leer. Las que no molesten al nuevo Gobierno socialista de Felipe González. Y punto.
Recuerdo a Victoria, en mis comienzos profesionales en el diario YA, como una referencia y un ejemplo. Fue una pionera en aquella televisión de los años 80, pero con un perfil muy distinto al de sus predecesoras en épocas anteriores. Con un compromiso claro por la libertad y la democracia.
Sus trabajos sobre la Transición – tanto en libros y periódicos, como en televisión y radio – son imprescindibles para conocer mejor lo que ha pasado en España en estos últimos cincuenta años. Victoria tenía además la virtud de escuchar a los protagonistas de esa historia, dejar que fueran ellos los que la explicaran. Sin imposiciones ni sectarismo. Con tolerancia.
Esta gran periodista, testigo de los principales acontecimientos de nuestra historia reciente, nunca aceptó de buen grado que ese edificio de libertad construido a base de sacrificio y concordia, podría venirse abajo por desidia de quienes más deberían protegerlo y cuidarlo.
Victoria Prego, defendió siempre el edificio de la Transición con entusiasmo, mientras algunos, que no vivieron aquello, insisten en tirarlo abajo.
Descanse en paz esta luchadora que amaba la libertad y la tolerancia.
