Entra en vigor el Acuerdo de París contra el Cambio Climático en un tiempo récord
Esta aceleración de los plazos es una muestra de que actualmente los gobiernos están más concienciados con los efectos del cambio climático. Aunque la Tierra no sobrevivirá únicamente de buenas intenciones. El último informe de la Organización Meteorológica Mundial confirma que en 2016 se alcanzó el récord de concentración de dióxido de carbono tras superar 400 partes por millón, por lo que el mundo aún está lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global muy por debajo de 2.0 grados centígrados. La ONU recuerda que los gobiernos deben tomar medidas para implementar el acuerdo y antes de 2018 terminar el reglamento sobre medición, contabilidad y análisis de las acciones mundiales a favor del clima, que es necesario para la transparencia en la acción global. Asimismo, otro de los retos que establece el acuerdo es «reforzar el apoyo tecnológico y financiero a los países en desarrollo para que estos puedan construirse sus propios futuros sostenibles a partir de una energía limpia». Además, la sociedad, los ciudadanos, las ciudades, las empresas y los inversionistas también tienen el compromiso de «reducir las emisiones de carbono y apoyar a los gobiernos en su lucha contra los peligrosos efectos del cambio climático». España es uno de los países que aún no ha ratificado el acuerdo, pese a que participó en la firma del mismo el pasado 22 de abril en Nueva York. El secretario de Estado en funciones, Pablo Saavedra, explicó que ya está «todo preparado» pero «no ha sido posible por parte de un Gobierno en funciones». Con la nueva formación de Gobierno, está previsto que en el primer consejo de ministros «ordinario» de la próxima semana, el Ejecutivo pueda elevar a las Cortes Generales su ratificación y que el Parlamento pueda tramitarlo «en el menor tiempo posible».
El Acuerdo de París contra el cambio climático está en vigor desde este 4 de noviembre, apenas una semana antes de que comience la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático (COP22) que se celebrará en Marraquech. Ha sido posible gracias a la ratificación de un centenar de los 195 países que en diciembre de 2015 cerraron este acuerdo mundial. La premura de su puesta en marcha es un hecho histórico si lo comparamos con los plazos de acuerdos anteriores. Por ejemplo, el Protocolo de Kioto -que solo exigía reducciones de sus emisiones a algunos países desarrollados- tardó siete años y 10 meses en entrar en vigor. El Acuerdo de París -que implica a todos los firmantes en la reducción de emisiones- ha entrado en vigor en menos de 11 meses.
Esta aceleración de los plazos es una muestra de que actualmente los gobiernos están más concienciados con los efectos del cambio climático. Aunque la Tierra no sobrevivirá únicamente de buenas intenciones. El último informe de la Organización Meteorológica Mundial confirma que en 2016 se alcanzó el récord de concentración de dióxido de carbono tras superar 400 partes por millón, por lo que el mundo aún está lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global muy por debajo de 2.0 grados centígrados. La ONU recuerda que los gobiernos deben tomar medidas para implementar el acuerdo y antes de 2018 terminar el reglamento sobre medición, contabilidad y análisis de las acciones mundiales a favor del clima, que es necesario para la transparencia en la acción global. Asimismo, otro de los retos que establece el acuerdo es «reforzar el apoyo tecnológico y financiero a los países en desarrollo para que estos puedan construirse sus propios futuros sostenibles a partir de una energía limpia». Además, la sociedad, los ciudadanos, las ciudades, las empresas y los inversionistas también tienen el compromiso de «reducir las emisiones de carbono y apoyar a los gobiernos en su lucha contra los peligrosos efectos del cambio climático».
España es uno de los países que aún no ha ratificado el acuerdo, pese a que participó en la firma del mismo el pasado 22 de abril en Nueva York. El secretario de Estado en funciones, Pablo Saavedra, explicó que ya está «todo preparado» pero «no ha sido posible por parte de un Gobierno en funciones». Con la nueva formación de Gobierno, está previsto que en el primer consejo de ministros «ordinario» de la próxima semana, el Ejecutivo pueda elevar a las Cortes Generales su ratificación y que el Parlamento pueda tramitarlo «en el menor tiempo posible».