Los nuevos ajustes del presidente Temer activan las protestas en 20 ciudades de Brasil
Decenas de miles de manifestantes salieron este miércoles a las calles de Brasil contra los ajustes impulsados por el gobierno de Michel Temer, en una movilización que contó en Sao Paulo con la presencia del expresidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva.
Decenas de miles de manifestantes salieron este miércoles a las calles de Brasil contra los ajustes impulsados por el gobierno de Michel Temer, en una movilización que contó en Sao Paulo con la presencia del expresidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva.
El grito de «Fuera Temer» y «No a la reforma de las jubilaciones» fue la principal consigna de las huelgas y protestas convocadas en decenas de ciudades. El acto fue convocado por la Central Única de Trabajadores (CUT), el grupo Movimientos de trabajadores rurales Sin Tierra (MST) y sindicatos de profesores y otros sectores.
Lula, ícono de la izquierda latinoamericana que enfrenta varias causas por corrupción, afirmó que el gobierno actual pretende «acabar con las conquistas de la clase trabajadora a lo largo de años».
En Rio de Janeiro, la movilización acabó en tumulto cuando algunos manifestantes se enfrentaron con la policía, que arrojó gases lacrimógenos y bombas de estruendo.
En Brasilia, unos 500 militantes del MST ocuparon desde la madrugada la sede del Ministerio de Hacienda. La policía informó que los manifestantes «invadieron» el edificio rompiendo varias ventanas. El desalojo pacífico se produjo unas diez horas después, precisaron las autoridades.
Las protestas se extendían a más de 20 capitales. En Belo Horizonte los organizadores reportaron más de 100.000 manifestantes, unos 30.000 en Fortaleza, más de 10.000 en Salvador y también en Goiania.
Jubilaciones en «colapso».
Temer sostuvo en un evento público que su gobierno busca evitar el «colapso» del sistema de pensiones, «para salvar los beneficios de los jubilados de hoy y de los jóvenes que se jubilarán en el futuro».
«Nadie va a perder sus derechos», aseguró.
Desde que reemplazó en 2016 a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, destituida por el Congreso, Temer impulsa un programa de ajustes con la pretensión de recuperar la confianza de los mercados y reactivar la economía de gigante latinoamericano, en recesión desde hace más de dos años.
Después de aprobar una enmienda constitucional que congela el gasto público por los próximos veinte años, la próxima reforma en la agenda es la del sistema de jubilaciones, que busca prolongar el tiempo de contribuciones y elevar la edad mínima requerida para obtener los beneficios completos del retiro.
El otro proyecto en tramitación, la reforma laboral, determina que las negociaciones sectoriales puedan prevalecer sobre la legislación, entre otras normas de flexibilización con las cuales el gobierno espera alentar las contrataciones para revertir un nivel récord de desempleo (12,6%, casi 13 millones de personas).