El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha anunciado que reforzará con 1.500 agentes de Policía la seguridad de Barranquilla tras un atentado que ha causado la muerte de al menos cinco policías y ha dejado a 41 heridos, informa EFE.
“De inmediato vamos a agregarle 1.500 policías a Barranquilla”, ha dicho el presidente, que tras el atentado visitó la clínica donde eran atendidos algunos de los heridos.
El ataque ocurrió el sábado cuando los policías se encontraban en formación en el patio de la comisaría para el cambio de turno. Al parecer se colocó un explosivo en en uno de los muros, explicó el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla Mariano Botero.
El explosivo fue activado a distancia y causó un gran destrozo en el patio central de la comisaría, dejándolo prácticamente en ruinas.
Un sospechoso fue capturado en las inmediaciones del lugar de los hechos. La Fiscalía pide para Cristian Camilo Bellón Galindo cargos por cinco homicidios agravados y 42 homicidios en tentativa, así como por terrorismo agravado y uso de explosivos.
A Bellón Galindo se le requisaron una radio de comunicaciones y un cuaderno con varias anotaciones referentes a la comisaría de San José, un barrio residencial de clase media situado en el sureste de la ciudad.
Los fallecidos en el ataque son Freddys Echeverría Orozco, Yosimar Márquez Navarro, Freddy López Gutiérrez, Anderson René Cano Arteta y Yamil Rada Muñoz, anunció la Policía.
“Este cobarde y alevoso atentado no va a quedar impune”, ha dicho Juan Manuel Santos. El terrorismo “no va a doblegar a nadie, todo lo contrario, actos como estos, cobardes, lo que hacen es darnos más fuerzas para pelear con más contundencia”, ha añadido.
La Policía investiga ahora si se trata de una respuesta del crimen organizado debido a los recientes golpes que han recibido y ha ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos (unos 14.300 euros) a quien aporte información sobre los responsables.
Este es el primer atentado de gravedad que ocurre en una zona urbana de Colombia en los últimos tiempos y llama la atención que haya sido perpetrado en Barranquilla, cuarta ciudad del país, tradicionalmente libre de ataques de este tipo.