Las protestas contra la sentencia del 'procés' dejan más de 130 heridos, la mayoría en El Prat
El aeropuerto se convirtió en el epicentro de las manifestaciones después de que miles de personas llegaran a colapsar los accesos
El aeropuerto se convirtió el lunes en el epicentro de las protestas del movimiento independentista contra la sentencia del procés. Miles de personas colapsaron sus accesos y obligaron a cancelar 110 vuelos. El balance es de 131 heridos, la mayoría de ellos —115— tras los enfrentamientos en El Prat, 27 de los cuales tuvieron que ser trasladadas a centros hospitalarios, según el Sistema de Emergencias Médicas.
Uno de los heridos ha perdido un ojo y ha sufrido múltiples heridas faciales, de las que será operado este martes en el Hospital de Bellvitge, de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Las lesiones del hombres «son compatibles» con el impacto de una pelota, según han indicado fuentes del centro sanitario que no concretan si es de espuma, de las que utilizan los Mossos, o de goma, usadas por la Policía Nacional.
El aeropuerto ya ha vuelto a la normalidad y, a diferencia de ayer lunes, la presencia policial en el recinto es la misma que cualquier otro día. Se puede acceder a su interior sin necesidad de enseñar la tarjeta de embarque, ni pasar controles policiales.
Las terminales han amanecido este martes con centenares de personas durmiendo en sillas o en el suelo, en donde se han abierto varias salas destinadas a los trabajadores para que los pasajeros puedan descansar. Se pueden ver multitud de colas, tanto en los mostradores de facturación, como en los de reclamaciones, donde igualmente hay gente durmiendo, especialmente en el de Vueling, que ha cancelado un centenar de vuelos.
A últimas horas de la noche del lunes un grupo de manifestantes lanzó piedras a la policía y montó un pequeño fuego en la carretera usando ramas y otros objetos. Pero, finalmente, agentes de ambos cuerpos lograron dispersar a los jóvenes que aún mantenían la protesta.
Así pues, vehículos privados y transporte público ya pueden acceder por carretera de nuevo a la T-1, y varias decenas de furgonetas policiales han abierto paso para recuperar también la circulación en sentido Barcelona.
La reapertura del tramo de la L9 del metro entre la Terminal 1 y la Terminal 2 también facilita la vuelta a la normalidad en el aeropuerto de Barcelona, cuyos accesos se han colapsado a primera hora de la tarde, poco después de que el colectivo Tsunami Democràtic llamara a concentrarse en el aeropuerto para protestar por las penas de cárcel impuestas a los dirigentes independentistas.
Tras la publicación del fallo, que fija penas de nueve a 13 años para los líderes independentistas, se convocaron en toda Cataluña numerosas concentraciones y acciones de protesta, que comportaron el corte de carreteras y de vías del tren.
Horas de tensión en el aeropuerto
En el aeropuerto se vivieron en las últimas horas varios momentos de tensión, después de que los manifestantes lanzaran extintores, carros portamaletas, palés de madera y otros objetos contra los agentes de policía que protegían la instalación, que han acabado cargando contra ellos en el aparcamiento y el exterior de la Terminal 1.
A pie, por carretera, en metro y en tren, miles de manifestantes se dirigieron al aeropuerto y bloquearon los accesos por carretera, mientras los Mossos d’Esquadra ordenaron interrumpir durante horas el servicio de metro y tren al aeropuerto.
Estos problemas han obligado a cancelar un total de 110 vuelos del total de 1.066 operaciones programadas para el lunes en el aeropuerto barcelonés, según Aena.
Vueling, la compañía que más vuelos opera en Barcelona, anuló un centenar de ellos previstos para el lunes y otros 20 para este martes por las dificultades de los pasajeros, trabajadores y los tripulantes de los aviones de acceder a la terminal.
Las retenciones en las carreteras y los cortes intermitentes en algunos ramales de acceso a esta infraestructura, además, llevaron a algunos viajeros a bajar de sus vehículos y cubrir a pie los últimos metros arrastrando sus maletas para no perder sus vuelos.
Policía Nacional y Mossos d’Esquadra reforzaron desde primera hora la vigilancia de El Prat e impidieron el acceso a la zona de facturación a las personas que no tenían billete.
Las protestas se desarrollaron de forma pacífica hasta que a última hora de la tarde grupos de manifestantes lanzaron objetos contra agentes de los dos cuerpos policiales, que realizaron cargas para desalojarles del edificio aeroportuario.
Tras varias horas de enfrentamientos, en los que los agentes dispararon proyectiles de foam —las pelotas de goma están prohibidas en Cataluña—, la policía logró desalojar a los manifestantes del aparcamiento.
El colectivo Tsunami Democràtic desconvocó la protesta poco antes de las 22:00 horas, por lo que gran parte de los activistas se marcharon del aeropuerto.
Las protestas en el El Prat dejaron 115 personas heridas, de las cuales 91 fueron atendidas y dadas de alta en el lugar de los hechos, mientras que 24 fueron trasladadas al Hospital Bellvitge, una de ellas con una lesión ocular.
Mira en este vídeo algunas de las situaciones de tensión durante las protestas que han colapsado el aeropuerto de Barcelona.
https://www.youtube.com/watch?v=1VOJshYuNjg
Cargas policiales en Via Laietana
En Barcelona, unas 6.000 personas han llenado esta tarde la plaza de Sant Jaume para protestar contra la sentencia, una concentración a la que han acudido el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el del Parlament, Roger Torrent.
Tras esta concentración, un gran número de personas se han desplazado a pie hasta la comisaría de la Policía Nacional en la Via Laietana, donde los agentes han realizado cargas para dispersar a los manifestantes, que han tirado vallas y lanzado objetos contra los policías.
Los concentrados frente a la sede policial han gritado consignas como «fuera las fuerzas de ocupación» o «este edificio será una biblioteca».
Tsunami Democràtic ha asegurado que las movilizaciones de este lunes han conseguido «los objetivos marcados» y ha anunciado que este martes volverá a anunciar «un nuevo reto» que previsiblemente movilizará de nuevo a miles de personas en Cataluña.