Yolanda Díaz arrancará 2022 con un nuevo pulso a Sánchez por el SMI
La ministra de Trabajo quiere ganar más visibilidad con otra pugna con el PSOE por el aumento del salario mínimo interprofesional
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no quiere parar. Después de liderar la negociación sobre la reforma laboral, en la que también ha tenido que ceder ante Nadia Calviño por la contratación y la flexibilidad, ahora prepara una ofensiva por el salario mínimo interprofesional (SMI). La vicepresidenta quiere alcanzar el 60% del salario medio, es decir, alcanzar hasta los 1.200 euros mensuales el sueldo mínimo para los trabajadores.
Fuentes de Unidas Podemos explicaban durante la negociación de la reforma laboral a THE OBJECTIVE que Díaz no tenía ninguna intención de parar en sus peticiones a Pedro Sánchez tras el acuerdo con los sindicatos y la patronal. La hoja de ruta redactada por el equipo de Díaz señalaba como segundo punto principal de su política la subida del salario mínimo interprofesional.
Desde que Sánchez llegó a la Moncloa, el salario mínimo ha crecido hasta casi los 1.000 euros (antes rondaba los 700). Se trata de un aumento considerable, impulsado sobre todo por Podemos, que así lograba para sus dirigentes otro incremento salarial, ya que sus códigos éticos obligaban a los diputados a no cobrar más de tres salarios mínimos mensuales (se pasó de 2.100 euros a casi 3.000). Díaz se sumó a esta batalla y durante los meses más duros de la pandemia logró varios acuerdos con la patronal, pero no sobre el del SMI, que creció por decreto en el pasado mes de septiembre.
Ofensiva en enero
Ahora Díaz quiere lanzar otra ofensiva. Confía en que el SMI alcance el 60% del salario medio en todas las comunidades de España. De momento, ya lo ha hecho en 10 regiones. Pero Díaz quiere poder decir a sus próximos electores que ha logrado equiparar este valor en todo el territorio nacional. El pasado sábado, la ministra confirmó las voces que llegaban desde dentro la formación morada. «Vamos a cumplir con el compromiso de alcanzar el 60% del salario medio tal y como indica la carta social europea», declaró en TVE. Y ha fijado ya una fecha para dar su batalla: enero.
Este diario ya desveló que los morados experimentan cierto malestar por los retrasos de Sánchez en ejecutar algunas de sus leyes estrellas. Desde la Ley Trans hasta la tramitación de la reforma sobre la vivienda, la política de bienestar animal y la de familias, los morados temen que Sánchez esté congelando sus propuestas y que ellas queden sin ejecutarse si no se hace nada en los próximos meses.
La intención de Díaz es no perder la buena racha mediática de la que goza desde que en el pasado mes de mayo Pablo Iglesias la propusiera como su sucesora. Desde entonces, Díaz ha sabido modular sus presencias en los medios de comunicación y lidiar una dura batalla en el Ejecutivo para llevar a cabo la contrarreforma laboral del texto firmado en 2012 por Mariano Rajoy.
Huir de Podemos y atacar el PSOE
Tanto en le reforma laboral como con el salario mínimo, Díaz ha tenido que afrontar una posición cada vez más dura de la patronal. Y con ella, también ciertas reticencias por parte de la responsable de Economía, Nadia Calviño. La vicepresidenta primera es la encargada de explicar todas las medidas económicas del Gobierno a Bruselas y también la que se encarga de recibir y vehicular los fondos europeos. Por ello, Calviño no quiere errores y sabe que deberá controlar a Díaz.
Pero la ministra gallega necesita compaginar su promoción pública con la construcción de un nuevo sujeto político. Es una tarea difícil. Tanto desde su izquierda (Podemos) como desde su derecha (PSOE) hay enemigos que pueden dinamitar su «proyecto». Pero Díaz esta decidida y en enero durante el pulso por el SMI también arrancará una gira por los territorios donde la ministra quiere ir en solitario, tal y como adelantó este diario.
De momento, todo procede según el guion escrito por sus colaboradores. Pero en La Moncloa algunos sostienen que el presidente empieza a cansarse de ella. Díaz sabe que Sánchez necesita que ella evite el colapso del espacio de Unidas Podemos, pero su planteamiento va, al menos en la teoría, más allá de lo que quieren los socialistas. Entre transversalidad y nuevo laborismo, Díaz aspira a romper el tablero político al igual que hizo Podemos en 2015. Pero quiere centrar su estrategia en medidas concretas que sirvan de bandera para su candidatura. Y entre ellas se encuentra sin duda el aumento del SMI.