Juan García-Gallardo: el abogado de Vox al que «se le está poniendo cara de vicepresidente»
El candidato de la formación verde a las elecciones de Castilla y León es miembro de una familia de letrados con solera y apenas tiene 31 años
Juan García-Gallardo en el cierre de campaña de Vox. | Iván Tomé (Europa Press)
La convocatoria anticipada de elecciones en Castilla y León cogió por sorpresa a todos. Los partidos se vieron obligados a ratificar a sus candidatos y salir a la campaña con lo puesto. Todos menos Vox, que improvisó un nuevo líder, un abogado burgalés de 31 años perteneciente a una familia con solera en el oficio, los García-Gallardo. Ese joven letrado, de nombre Juan, se ha convertido este domingo en uno de los protagonistas de los comicios. Su líder nacional, Santiago Abascal, asegura que «se le está poniendo cara de vicepresidente».
Es la exigencia que hará la formación verde a Alfonso Fernández Mañueco para apoyarle en la investidura. El objetivo de Vox era entrar en el gobierno y con los resultados obtenidos en los comicios se sienten fuertes para pedirlo. García-Gallardo se ha vestido este domingo de Julio César, el general romano que en el año 47 antes de Cristo envió una carta al Senado de Roma relatando la rápida victoria que había cosechado en la guerra contra Farnaces II de Ponto.
Fichaje con polémica
«Veni, vidi, vici». O lo que es lo mismo: llegar, ver y vencer. Porque, hasta hace unas semanas, el candidato de Vox era un desconocido para todos. Su ingreso en la política no pudo ser más polémico. El día que la formación verde anunció su candidatura las redes se incendiaron al recordar unos tuits desafortunados del ahora aspirante a vicepresidente. Su formación ha pasado de uno a 13 procuradores en las Cortes.
Nacido en Burgos en 1991, Juan García-Gallardo es graduado en Derecho con Diploma en International Legal Studies (E-1) por la Universidad Pontificia de Comillas, donde cursó, además, el Doble Máster de Acceso a la Abogacía y el Derecho de Empresa. Domina el inglés y el alemán y ha participado en diversos concursos de debate. Es amante de la hípica y antes de la incorporación al bufete de su familia trabajó en King&Wood Malleson y en Herbert Smith.
El joven letrado tiene una amplia experiencia en litigios, pero ninguna en el dominio público. No en vano, se afilió a Vox el pasado verano. Los críticos de la formación, especialmente aquellos que la han abandonado recientemente, aseguran que se dio de alta apenas unos días antes de su designación. García-Gallardo es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y tras ser elegido candidato a la Junta prometió «esfuerzo y dedicación».
Durante la campaña electoral, que se ha desarrollado como un plebiscito nacional, ha desempañado un papel secundario, ejerciendo incluso como telonero de Santiago Abascal. No obstante, el joven abogado ha sabido sacar colmillo. Durante el cierre electoral conminó a Mañueco a revelar con quién iba a pactar, si «con los socialistas y los comunistas» o con su formación. Además, hizo propias las «reivindicaciones legítimas» de la España Vaciada para despejar dudas entre los indecisos.
«Un resultado histórico»
«Nos habéis llevado en volandas. Estáis ante toda adversidad. También bajo la lluvia», ha dicho exultante García-Gallardo a los simpatizantes que se agolpaban frente al Hotel Santa Ana en Valladolid. El escrutinio ha superado incluso las expectativas de su formación. Al candidato le ha parecido «un resultado histórico».
García-Gallardo ha calificado los comicios de «gesta» para su tierra, pero también para España porque «hemos conseguido ser decisivos». Ahora espera la bendición de Mañueco y del PP. Su líder nacional le apoya para ser vicepresidente: «No exigiremos ni más ni menos de lo que nos corresponda», ha dicho antes de abrazarse a su pupilo. El primero que puede llevar a Vox a un gobierno.
