Vox designa a Macarena Olona candidata a la Junta de Andalucía
La formación elige a la portavoz adjunta en el Congreso para rivalizar con Juan Manuel Moreno en las urnas, tal y como adelantó THE OBJECTIVE
Vox despeja la variable. La formación verde ha designado oficialmente a Macarena Olona candidata a la Junta de Andalucía en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) celebrado este jueves. La nominación de la portavoz adjunta en el Congreso era un secreto a voces. Este diario ya avanzó en noviembre que la abogada alicantina de 42 años sería cabeza de cartel en las próximas elecciones andaluzas con el objetivo de entrar en el Gobierno de Juan Manuel Moreno, al que las encuestas no le dan los números suficientes para gobernar en solitario.
El proceso de designación se activó el lunes, después de que el presidente andaluz decidiera disolver el Parlamento y convocar las urnas. Una opción que Vox llevaba demandando meses. Los de Santiago Abascal manejan encuestas internas que revelan que en los comicios del 19 de junio podrían doblar los 12 escaños que consiguieron hace cuatro años, cuando lograron irrumpir por primera vez en una Cámara autonómica. La formación verde espera arañar algunos votos más gracias al tirón de Olona.
La «cara de presidenta» de Olona
El líder nacional de Vox ya alentaba este miércoles la candidatura de Olona al afirmar que «cada vez le veo más cara de presidenta». Abascal rememoraba la frase que dedicó en Valladolid al candidato de su partido, Juan García-Gallardo, en la noche electoral de los comicios de Castilla y León, donde el partido obtuvo 13 diputados. No obstante, en las últimas semanas la formación verde ha jugado al despiste, quizás para añadir expectación a un nombramiento que parecía seguro.
Los de Abascal habían lanzado el mensaje de que existían serias dudas sobre la candidatura de Olona, ya que parte de la dirección nacional prefería mantenerla como portavoz adjunta en el Congreso. En diciembre, THE OBJECTIVE ya reveló que existía cierto revuelo entre los dirigentes de Vox por su «destierro», ya que perderían a uno de sus principales activos en Madrid.
Los dirigentes de Vox han tenido siempre clara la candidatura de Olona. Este periódico avanzó en febrero que la diputada en el Congreso por la circunscripción de Granada había desvelado a su entorno que iba a liderar las listas del partido en Andalucía. Lo haría, les aseguró, por la provincia que le llevó a la Cámara Baja, con la que tiene importantes lazos y a la que acude con frecuencia. «Salimos a ganar», revela un dirigente regional de la formación verde.
Olona no ha dejado de hacer guiños al sur, aunque se mostró reticente al principio. En mayo del año pasado incluso rechazó ser la candidata de su partido al Palacio de San Telmo. Una situación que cambió meses más tarde, cuando la diputada intensificó sus viajes a Andalucía y reconoció abiertamente que estaba preparada para el reto. «Sería un honor», llegó a asegurar en noviembre. Un mes antes, en un encuentro celebrado en Granada, sostuvo que era «el momento de devolver la voz a los andaluces porque hay muchísimo en juego».
«Será con Vox o no será», señalan los dirigentes de la formación verde sobre su apoyo a un futuro gobierno del PP en Andalucía. Olona también se expresó en esos términos hace meses. De esa manera, los de Abascal muestran sus credenciales para formar parte de un hipotético Ejecutivo de coalición en España, tal y como ya sucede en Castilla y León. Sostienen que el acuerdo entre Alfonso Fernández Mañueco y García-Gallardo podría reeditarse en el sur.
El nuevo PP presidido por Alberto Núñez Feijóo no parece muy entusiasmado con la idea de pactar con Vox. No obstante, sus responsables entienden que es la única manera de alcanzar La Moncloa y mantener el poder en diferentes comunidades autónomas. A pesar de ello, PP y Ciudadanos confían en repetir la coalición gubernamental actual tras las elecciones del 19 de junio y necesitar solo el apoyo externo de los de Abascal, como en la legislatura que acaba de finalizar. Eso sería posible siempre y cuando ambas formaciones sumen más escaños que toda la izquierda junta.
El presidente andaluz reconoció en noviembre que Olona sería «una buena candidata» para Vox, aunque afirmó que ambos partidos tienen «proyectos diferenciados». En las filas populares existe cierto nerviosismo por el crecimiento de la formación verde, lo que les ha llevado a adelantar las elecciones. Una de las causas que esgrimen en el Palacio de San Telmo es que cuentan con unos presupuestos prorrogados con los que no pueden hacer frente a los retos de estos momentos. Unas cuentas que no aprobaron los de Abascal porque mantenía «los mismos chiringuitos ideológicos» que los de la etapa socialista.
El pistoletazo de salida a la aventura andaluza de Olona tuvo lugar el 28 de febrero del año pasado, cuando acudió a Sevilla para celebrar la festividad de la comunidad. Un gesto que algunos interpretaron como un guiño. Desde ese momento, sus visitas se multiplicaron. De hecho, la publicación del decreto que disolvía el Parlamento andaluz le pilló en la capital hispalense, ciudad en la que vivió hace unos años y donde investigó las comisiones millonarias en Mercasa, una empresa pública española del sector de la distribución alimentaria.