La UE cierra la puerta a la autodeterminación y a incorporar el catalán como lengua oficial
La Conferencia sobre el Futuro de Europa, de la que Carles Puigdemont es miembro, rechaza las dos propuestas del Ejecutivo catalán
La Conferencia sobre el Futuro de Europa, Cofoe, ha cerrado la puerta a incluir la oficialidad del catalán y el derecho de autodeterminación entre las propuestas recibidas respecto al porvenir de la Unión Europea. Estas dos peticiones fueron de las más votadas por los catalanes que participaron en la votación, pero no ha sido suficiente para que el plenario encargado de adoptar las propuestas finales las incluyera en su hoja de ruta.
Este portazo a dos de las mayores aspiraciones del nacionalismo catalán significa un varapalo tanto para el Govern como para Carles Puigdemont, quien era uno de los 10 eurodiputados que formaban parte de la delegación española. No obstante, ha sido la consejera de Acción Exterior, Victòria Alsina, y una de las dirigentes que más había mostrado su entusiasmo en la iniciativa comunitaria, quien ha tenido que asumir el fracaso.
«Desafortunadamente, algunas de las propuestas más votadas globalmente en la plataforma de la Cofoe, entre ellas el reconocimiento del catalán como lengua oficial de la Unión o la previsión de un mecanismo de claridad que permita la autodeterminación de una región de Europa han sido excluidas», informó durante la celebración del Día de Europa.
La también dirigente de Junts per Catalunya mandó un mensaje velado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, al afirmar que «en política no hay nada más contraproducente que generar expectativas y después no satisfacerlas».
Sus palabra hacían referencia a un discurso pronunciado por la jefe del Ejecutivo comunitario un año antes cuando se dio a conocer el lanzamiento de esta ‘ágora’ comunitaria que busca recoger aportaciones de entidades sociales, económicas y particulares sobre los retos que debe afrontar la Unión Europea.
49 propuestas
La Cofoe ha cerrado con 49 propuestas entre las que se incluye una apertura de los tratados de la UE o avanzar hacia la descarbonización de la economía para tener una Europa más verde. También ha servido para reivindicar la democracia representativa pese a la necesidad de ahondar en mecanismos de participación directa a través de las nuevas tecnologías.
En la ceremonia de clausura, celebrada en en la sede de la Eurocámara en Estrasburgo, han participado los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; de la Eurocámara, Roberta Metsola y Emmanuel Macron, en representación de la presidencia rotatoria del Consejo, que ahora recae en Francia.
Partidos como Vox no quisieron participar al creer que el futuro de Europa para por «naciones más fuertes». En cambio, otros partidos críticos con Europa, como es Junts per Catalunya, se sumaron desde el inicio a la iniciativa con el fin de que la UE realizara un cambio de rumbo respeto a cuestiones como la autodeterminación.
Campaña ‘Escucha Europa’
El Ejecutivo catalán había movilizado todos sus resortes para lograr en Europa otra ‘victoria’ contra el Estado. El Departamento de Acción Exterior puso en marcha la campaña ‘Escolta Europa’ (Escucha Europa, en castellano) para «que se tenga en cuenta la voz de Cataluña en las instituciones europeas».
En la presentación de la campaña, Alsina atribuyó a «la falta de voluntad política del Gobierno del Estado» el hecho de que el catalán no fuera una lengua oficial en Bruselas. Aunque, como informó THE OBJECTIVE, fuentes europeas descartaban cualquier posibilidad de que la propuesta de Alsina y Puigdemont sobre la lengua catalana y el derecho de autodeterminación pudieran prosperar.
En un escenario en el que ERC había logrado el apoyo del Gobierno a incluir una cuota de este idioma en las plataformas de streaming como Netflix, la ofensiva de Junts se interpretó como una iniciativa de consumo interno en la particular pugna con los de Oriol Junqueras.
Según los cálculos de Alsina, la lengua catalana es la tercera más hablada de la Unión Europea. Sin embargo, en el horizonte político comunitario no se vislumbra que pueda gozar del mismo estatus que el inglés o el francés.
‘Caso Pegasus’ en la UE
La dirigente nacionalista también ha aprovechado para alentar la implicación de Bruselas en la búsqueda de responsabilidades por el presunto espionaje a políticos independentistas por parte del Gobierno a través del software Pegasus: «Es necesario que la Unión Europea aborde su crisis de legitimidad con una defensa sin fisuras de un futuro basado en los derechos humanos y la democracia». «No podemos ni queremos imaginarnos un futuro en el que softwares como Pegasus no sean drásticamente prohibidos», ha apostillado.
Pese a los últimos desencuentros de los tres eurodiputados de Junts con las autoridades europeas, Alsina ha reivindicado el «europeísmo» del proyecto político que abanderan: «La mejor forma de ser europeístas es mirando a la UE con ojos críticos».