Defensa da luz verde a la entrega de 10 carros de combate 'Leopard' a Ucrania
De 55 toneladas de peso, un potente cañón Rheinmetall L/44 de 120 mm y dos ametralladoras MG3 de 7,62 mm, es un carro de combate muy eficaz
El Ministerio de Defensa ha dado luz verde a gestionar una posible entrega a Ucrania de 10 carros de combate Leopard 2A4 y una veintena de vehículos blindados de transporte de personal M113, los llamados TOA (Transporte Oruga Acorazado), ambos pertenecientes al inventario del Ejército de Tierra, para hacer frente a la invasión rusa.
Así lo ha desvelado este martes Infodefensa.com, que asegura que los responsables del departamento que dirige Margarita Robles exploran en la actualidad la posibilidad de ceder dichos sistemas, ambos en desuso, almacenados o no activos, al Gobierno de Ucrania, como respuesta a la reiterada petición de Kiev de más ayuda militar para detener a las tropas de Moscú.
La decisión representaría un punto de inflexión respecto al tipo de asistencia que el Gobierno de Pedro Sánchez ha estado dispuesto a conceder a Volodimir Zelenski, pues hasta ahora se había limitado principalmente a material defensivo, hasta el extremo de ordenar el regreso de los 30 camiones militares que transportaban 200 toneladas de municiones el pasado julio desde el puerto de Gdynia a la frontera con Ucrania. Esta decisión molestó a las autoridades de Kiev que esperaban quedarse con ellos e incluso un envío de material más ofensivo, según señala Servimedia.
La operación de transferencia a Kiev de este material militar, según han señalado fuentes conocedoras del asunto a Infodefensa.com, está diseñada de forma triangular. Una vez los Leopard 2A4 y los M113 sean propiedad de Ucrania, el Gobierno de Zelenski financiaría su actualización y modernización en suelo español con dinero proveniente del Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea. Para ello, sería necesario que firmará un contrato con empresas españolas. La última fase, sería el traslado al teatro de operaciones.
Respecto al alcance del programa en términos financieros y temporales, es prematuro concretar, agregaron las fuentes, pero la operación completa podría representar al menos entre cinco y quince millones de euros, y el periodo de entrega extenderse hasta finales de este año, dependiendo de la ambición de la puesta a punto y de la dificultad de encontrar los repuestos y sistema necesarios para ambos vehículos militares.
Una operación compleja
El proceso de donación de material militar no es novedoso, pues Defensa ya lo ha hecho en el pasado como, por ejemplo, cuando autorizó la cesión de un avión de vigilancia marítima C-212 a Mauritania en 2010, aunque implica una compleja operación administrativa que presumiblemente requiere una aprobación del Consejo de Ministros, lo que podría provocar una nueva fricción política entre los socios de gobierno por la oposición que ha mostrado Unidas Podemos al incremento de la intervención militar en Ucrania.
Aun así, para ser efectiva, la donación necesitaría que el Gobierno de Pedro Sánchez logre, asimismo, el visto bueno de Alemania y Estados Unidos, imprescindibles para modificar el usuario final de dichos sistemas de armas. De acuerdo con las fuentes que han informado a Infodefensa.com, se espera que ambos gobiernos concedan sus respectivas autorizaciones teniendo en cuenta el respaldo público que los dos gobiernos han mostrado al presidente ucraniano Zelenski desde el principio del conflicto.
La donación sería solo parte del proceso burocrático porque luego el gobierno español tendría que aprobar las correspondientes licencias de exportación algo que, aunque requiera tiempo, tampoco debería ser un obstáculo insalvable, ya que controla la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (Jimddu), el órgano gubernativo que debe aprobar la operación.
Estudio de posibilidades
Ihor Zhovkva, consejero político y director adjunto del Gabinete del Presidente de Ucrania, ha reclamado -en privado y en público- una mayor implicación de España en el envío de ayuda militar ofensiva y, como consecuencia de ello, el Ministerio de Defensa inició hace un tiempo un estudio sobre qué podía aportar en este sentido, sobre todo teniendo en cuenta que otros países de la Unión Europea han ofrecido y/o entregado a las Fuerzas Armadas ucranianas carros de combate o vehículos blindados pesados.
Al parecer, fue la propia representación diplomática ucraniana en España quien hizo saber al ministerio su interés por los carros de combate que el Ejército de Tierra español tenía almacenados -otros los definen como abandonados- y reclamó su entrega desinteresada.
Según las fuentes consultadas por Infodefensa.com, tras diversas conversaciones e informes entre Defensa y el Ejército español, se llegó a un consenso de avanzar en la donación de 10 de las 53 unidades, ya que el Ejército de Tierra ha manifestado que requiere algunos de esos carros para convertirlos en carros de ingenieros y lanzapuentes, una reivindicación operativa manifestada desde hace bastantes años. También se ha tenido en cuenta que, a lo mejor, para poner a punto 10 carros es necesario canibalizar 15 o 20 por falta de repuestos u otras circunstancias.
En las últimas dos semanas, una comisión formada por militares españoles, asesores ucranianos y representantes de las empresas españolas que podrían participar en su puesta a punto y modernización han visitado en varias ocasiones los carros de combate y los M113 en distintas bases militares para conocer su estado y condición.
Los carros Leopard 2A4 seleccionados para el lote que podría ser donado a Ucrania se encuentran en «diferente estado de operatividad», pues unos podrían ponerse a punto con cierta rapidez, mientras que otros requerirían más trabajo, bien porque sus sistemas han sido desmontados para transferirlos a otros carros o simplemente porque han estado parados durante diez años sin un mantenimiento mínimo.
En relación con los M113, conocidos como TOA (Transporte Oruga Acorazado), son bastante más antiguos que los Leopard 2A4, ya que empezaron a llegar a España en 1969 fruto de los acuerdos militares con Estados Unidos, primero para la entonces División Acorazada Brunete y, con posterioridad, se ha generalizado su uso en el seno de las unidades de Infantería, Caballería, Artillería o Ingenieros.
Debido a su antigüedad y el uso intenso, Tierra ha venido planteando actuaciones para obtener los necesarios repuestos para mantener la flota operativa, pero el propio Estado Mayor del Ejército espera darlos de baja a partir de 2023 con la entrada, entre otras cosas, de los VCR 8×8 Dragón. En total, el Ejército cuenta con unas 1.250 unidades de M113. La previsión es retirar la mitad, como recogió Infodefensa.com. En este caso, una de las opciones que está sobre la mesa es entregar dos variantes diferentes. Algunas fuentes incluso afirman que Ucrania ha solicitado unidades de la versión equipada con mortero de 120 mm, desplegada por el Ejército en la misión de la OTAN en Letonia.
Un carro potente
En agosto de 2012, el Ejército español decidió almacenar en su base militar de Casetas, cercana a Zaragoza, un total de 53 carros Leopard del modelo 2A4 debido a restricciones económicas, y por estimar que sus requisitos operativos estaban cubiertos con el resto de estos carros y los 219 más modernos Leopardo 2E.
Para este cometido, el Ejército desarrolló el denominado Plan de Almacenamiento de Larga Duración bajo techado y en condiciones de seguridad y, desde un principio, se mostró abierto a una posible venta a terceros países, aunque nunca se concretó ninguna. En un principio, se retiraron equipos sensibles como las baterías y se llevaron a cabo tareas de mantenimiento mínimas. Con el paso del tiempo, se fueron abandonando e incluso se retiró de ellos diversos sistemas -repuestos, cámaras, ametralladoras, etc. – para dotar otras unidades.
Los 53 carros son parte de un total de 108 unidades de este modelo de combate que fueron cedidos temporalmente en forma de alquiler por Alemania en 1998, y que el Gobierno español decidió adquirir definitivamente en 2006 por 15 millones de euros. Aunque inferior al Leopardo 2E, el modelo 2A4 es un carro potente y relativamente moderno. Fue desarrollado por la empresa alemana Krauss-Maffei-Wegman en la década de los años 70 y ha sido usado en combate en escenarios como Kosovo (Ejército alemán), Afganistán (Ejército danés) e incluso Siria (Ejército turco).
De 55 toneladas de peso, un potente cañón Rheinmetall L/44 de 120 mm y dos ametralladoras MG3 de 7,62 mm, es un carro de combate muy eficaz y, como prueba, basta señalar que España los tiene desplegados en primera línea para defender Ceuta y Melilla. En concreto 52 unidades en el Regimiento de Caballería Montesa nº3, con base en Ceuta, y en el Regimiento de Caballería Alcántara nº10, en Melilla.
Modernización
La operación que diseñan los gobiernos de España y Ucrania contempla que la actualización y modernización de los carros y vehículos blindados será responsabilidad de Kiev. Esto quiere decir que las autoridades ucranianas firmarán los contratos con las empresas españolas adjudicatarias y se encargarán de su seguimiento.
Un equipo de expertos ucranianos se ha desplazado a España en las últimas dos semanas para supervisar el estado del material y será el encargado de definir el nivel de ambición de la actualización y modernización de los sistemas, algo que, por el momento, no está cerrado, según las fuentes consultadas por Infodefensa.com.
Por eso es prematuro, afirmaron, hablar de cifras, y estimaron como “especulación” los números que han aparecido -entre 300.000 y 500.000 euros por unidad-, ya que hace falta un análisis detallado de la condición de los Leopard y los M113. En cualquier caso, estaríamos hablando de una operación que podría rondar como poco entre los cinco y quince millones de euros, si contamos reparación y transporte, así como el adiestramiento de las tripulaciones y personal ucraniano que fuera necesario. Eso sin incluir el coste de los carros y vehículos blindados que serían donados por España o vendidos a un precio simbólico -cien euros, por ejemplo-.
Respecto a las empresas que podrían realizar los trabajos, las autoridades españolas y ucranianas están conversando con Santa Bárbara Sistemas, fabricante del carro de combate Leopard 2E, pero también con otras empresas más pequeñas que han mantenido este tipo de carros y vehículos del Ejército de Tierra durante los últimos años. En 2019, la empresa SDLE se adjudicó un contrato para mantener los sistemas electrónicos, ópticos y optrónicos de la torre de los Leopard 2A4, así como su sistema de dirección de tiro y visor panorámico.
En 2012, Perú se mostró interesado en una operación similar que incluía la adquisición, actualización y modernización de estos mismos materiales -Leopard 2A4, M-113 y también BMR -. En esa ocasión, una delegación del Ejército peruano se reunió con diversas empresas que podrían encargarse de los trabajos como GDELS-Santa Bárbara Sistemas y Quatripole Ingeniería, así como el propio Rheinmetall. Al final, se abandonaron las negociaciones por diversas razones, principalmente la falta de dinero.