Lesmes convoca al CGPJ mientras el sector progresista apura las opciones de acuerdo
El Pleno extraordinario del órgano de gobierno de los jueces se celebrará el 13 de octubre y tiene previsto valorar posibles candidaturas al Constitucional
Carlos Lesmes mantiene la hoja de ruta. El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha convocado este jueves un Pleno extraordinario para el 13 de octubre que valorará posibles candidaturas al Tribunal Constitucional. El cónclave ya estaba previsto para ese día si los interlocutores del órgano de gobierno de los jueces no llegaban esta semana a un acuerdo para designar a los dos magistrados que les corresponde en el tribunal de garantías. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que, aunque el pacto sigue lejos, la vía emprendida por el sector progresista puede dar resultados.
Los contactos entre vocales continúan a pesar de que los interlocutores de las familias del CGPJ no hayan alcanzado un consenso tras cuatro encuentros. El último se produjo este miércoles, aunque sin avances importantes. El ala progresista culpa del bloqueo a los vocales conservadores, que se plantaron. Tras la reunión anunciaron su intención de explorar «otras vías alternativas» ante la falta de «un horizonte temporal y concreto».
Las fuentes consultadas sostienen que este sector habría reducido a tres nombres los nueve aspirantes al Constitucional que presentaron a mediados de septiembre. El sector conservador no ha elegido a ningún candidato por el momento, a pesar de haber realizado una «intensa búsqueda». No obstante, aseguran que estarían en disposición de dar un nombre «previa deliberación interna». Consideran que la visita del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, es tan reciente que «hay que dar tiempo para que rinda los efectos que todos esperamos».
Diálogo en el CGPJ
No piensan lo mismo los progresistas, que ayer informaron a Lesmes de su intención de buscar alternativas, aunque los primeros contactos habrían resultado infructuosos. Los vocales Álvaro Cuesta, Rafael Mozo y Roser Bach han abierto una ronda de diálogo con sus colegas conservadores que va más allá de los encuentros formales que mantienen con sus representantes (José Antonio Ballestero y Carmen Llombart) desde principios de septiembre sin que exista fumata blanca.
Para alcanzar un acuerdo son necesarios 12 de los 20 votos del CGPJ. Los progresistas solo cuentan con ocho votos, pero creen que hay vocales adscritos a la línea conservadora dispuestos a desbloquear los nombramientos de los puestos vacantes en el Constitucional desde junio.
El Consejo ha aclarado que el Pleno del día 13 tendrá un único punto en el orden del día: evaluar los trabajos llevados a cabo por la comisión negociadora y, en su caso, valorar posibles candidaturas al Tribunal Constitucional. Esto no significa que ya existan candidaturas, pero las posibilidades de poner algún nombre sobre la mesa son más elevadas que hace solo 24 horas. El Pleno también servirá para que los negociadores informen de los avances en sus encuentros.
A pesar de que el 13 de octubre exista acuerdo, la intención de Lesmes es dimitir como presidente del CGPJ. Lleva un mes anunciándolo, desde la apertura del año judicial. Su mandato caducó hace casi cuatro años. Hace semanas, él mismo avanzó la fórmula de su relevo. Para eso encargó un polémico informe al gabinete técnico del Consejo que establece que debe ser sustituido por Francisco Marín Castán, presidente de la Sala Civil y el más antiguo del Tribunal Supremo.
Las principales asociaciones judiciales han pedido su marcha. Critican «una dimisión en diferido», aunque el propósito del aún presidente del CGPJ con esa fórmula era presionar al Consejo para que designara a los dos magistrados del Constitucional, algo que debería haberse resuelto el 13 de septiembre, día en el que se agotó el plazo impuesto por el Gobierno.
La renuncia de Lesmes parecía inminente, aunque esta tendrá que esperar hasta después de la Fiesta Nacional, a cuyos actos previsiblemente asistirá. En su entorno sostienen que el presidente del CGPJ sigue convencido de irse, aunque quiere hacerlo con un trofeo bajo el brazo, el acuerdo sobre el tribunal de garantías. Además, presionará hasta el último momento para que los partidos retomen las conversaciones y renueven a los 20 vocales del Consejo para desbloquear los nombramientos del Tribunal Supremo.