La Eurocámara detalla los esfuerzos de Putin para desestabilizar a la UE a través de Cataluña
El informe presentado en el Parlamento Europeo refleja cómo Rusia usó a sus repúblicas satélites en Osetia y el Donetsk para propiciar la secesión
THE OBJECTIVE
El comité europeo que investiga la injerencia de Rusia y otras potencias extranjeras en el «viejo continente» para desestabilizar a la Unión Europea informó en el Parlamento Europeo de las maniobras del Gobierno de Vladimir Putin para influir en Cataluña durante el otoño de 2017 y en los años posteriores. Nicolás de Pedro, profesor emérito del Institute for Statecraft de Londres, y experto en asuntos relacionados con Rusia, desinformación y guerra híbrida, ha presentado un informe en el que detalla el nivel de involucramiento del Kremlin en la cuestión independentista, así como los contactos estrechos de emisarios rusos con Carles Puigdemont y otros mandatarios nacionalistas.
En su informe, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE y del que todos los europarlamentarios del comité han solicitado una copia, se expone, con documentación muy variada, el desembarco del Kremlin en Cataluña a través de «su servicio de diplomacia paralela», así como de Rusia Today y Sputnik TV, para propiciar un clima favorable a la secesión.
Como se observa en el vídeo de la sesión de la Eurocámara del pasado 27 de octubre, los periodistas rusos enviados a cubrir la jornada del referéndum del 1 de octubre de 2017 dieron por buena la propaganda del nacionalismo y hablaron de «disparos de armas de fuego» de la policía, que la jornada «recordaba la Guerra Civil» o que se «censuraban» webs ante la orden judicial de cerrar los portales que hacían publicidad de un evento declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. Es decir, sacaron todo su arsenal retórico, en medios y redes sociales, para alentar un cambio de régimen en la región.
De Pedro explicó en sede parlamentaria que el interés de Rusia en Cataluña formaba parte de su estrategia de «desestabilizar a un importante miembro de la UE y aliado de la OTAN». En su informe también recoge cómo Edward Snowden, Julian Assange, WikiLeaks y Rusia Today fueron, por este orden, las cuentas de Twitter «más activas en difundir propaganda secesionista». Posteriormente, les seguía la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, y la Agencia France Press.
Encuentros con Puigdemont
El nombre de Puigdemont estuvo muy presente tanto en la presentación de De Pedro como de Jesús González Albalat, periodista de El Periódico, que publicó el resultado de las investigaciones de este medio junto a la red OCCRP (Proyectos de Reportaje sobre Crimen Organizado y Corrupción) meses antes.
En sus pesquisas se detallaban las reuniones que Puigdemont y su entorno político mantuvieron con emisarios rusos antes y después del 1-O. Una de las condiciones que puso el Kremlin sobre la mesa fue que el Govern no hiciera declaraciones favorables al opositor ruso Alekséi Navalni.
Puigdemont se reunió la noche antes de declarar la independencia de Cataluña -el 26 de octubre de 2017- con Nicolai Sadovnikov, a quien los servicios de inteligencia europeos consideran un miembro prominente del servicio paralelo diplomático del Kremlin. En un primer momento Puigdemont negó estos encuentros, pero un mes después de que apareciera en los medios admitió que tuvieron lugar. No obstante, sostuvo que nunca aceptaron las propuestas del Kremlin.
El nexo ruso dividió al independentismo
De acuerdo con De Pedro, por el «número de viajes» en aquellas fechas, se puede inferir que «estaban preparando una operación». Y que estos contactos con el Kremlin supusieron una «división entre independentistas», ya que no todos los miembros del Govern de entonces compartían la estrategia de estrechar vínculos con una potencia enemiga de Estados Unidos y la Unión Europea. Por esta razón, Puigdemont delegó en sus hombres de confianza, como su jefe de Oficina, Josep Lluís Alay, estos encuentros, dejando al margen a la mayoría de consejeros del Ejecutivo.
En la actualidad, este supuesto nexo ruso del círculo de confianza de Puigdemont ha generado una nueva división con ERC. Desde Oriol Junqueras a Gabriel Rufián han intentado desmarcarse de sus hasta ahora socios y han apostado por mantener vínculos con «países plenamente democráticos».
Asilo para Puigdemont
Aleksandr Ionov, presidente del Movimiento Antiglobalización de Rusia, invitó en 2016 al partido que en su momento lideró Joan Laporta, Solidaritat per la Independència, a un acto en Moscú a favor de reivindicar «la autodeterminación de las naciones» (aunque Putin prohibió en Rusia a que sus regiones pudieran ejercer dicho derecho). En este evento participaron miembros del Sinn Féin irlandés, el Frente Polisario, la Liga Norte italiana o los independentistas de Texas. Por parte de Solidaritat per la Independència, Enric Folch hizo acto de presencia.
Posteriormente, se descubrió que Ionov fue el abogado de los hackers rusos arrestados en Cataluña, y se sospecha que es un agente del Kremlin «muy activo en Irán, Venezuela o Líbia», según informó De Pedro. Este agosto, además, Estados Unidos lo procesó por facilitar las primeras noticias falsas del Kremlin sobre el independentismo, y a otros individuos y entidades rusas a los que acusa de campañas de propaganda y desinformación para interferir en las elecciones estadounidenses.
En la misma línea, Vladimir Zhirinovski ofreció asilo a Puigdemont en 2019. Se trata de un líder ultranacionalista ruso, vicepresidente de la Duma Estatal de 2000 a 2001, y conocido por varias polémicas, como la de defender las acciones militares de Rusia contra Occidente. Falleció el pasado mes de abril, y en 2017 también manifestó su apoyo a la independencia de Cataluña.
Osetia del Sur, dispuesta a apoyar la secesión
En esta operación del Kremlin para apoyar a Cataluña desde distintos frentes, las autoproclamadas repúblicas bajo el control de Rusia, como Osetia del Sur o la República popular del Donetsk, también realizaron acercamientos al separatismo catalán. Según la información que se ha compartido en la Eurocámara, Osetia del Sur estuvo dispuesta a reconocer la independencia de Cataluña y a abrir una embajada en Barcelona.
En la misma línea, la república secesionista del este de Ucrania trató de establecer relaciones bilaterales con la CUP. El Ministerio de Asuntos Exteriores envió una carta en noviembre de 2015 a la formación anticapitalista, firmada por el ministro Alexander Kofman, donde les proponía establecer relaciones bilaterales a todos los niveles posibles. La carta que recoge el informe del experto fue publicada en 2018 por El Temps.
En aquel año, la CUP se encontraba en uno de sus momentos más fuertes, con 10 diputados autonómicos, y siendo el principal apoyo externo al Govern de Junts y ERC. Los anticapitalistas, no obstante, nunca contestaron a dicha petición al no haber una opinión consensuada sobre las autoproclamadas repúblicas.
