La ANC agota su crédito: acata a la Justicia pero pide al Govern que desobedezca las leyes
La entidad ha obedecido la sentencia que le obligaba a cerrar una de sus webs por incitar al boicot de empresas no independentistas
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. | ANC
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) atraviesa sus horas más bajas. Después del escaso éxito de convocatoria en su acampada en la Plaza Cataluña de Barcelona del pasado fin de semana para protestar contra la inacción del Govern para avanzar hacia la independencia, ahora ha tenido que cabalgar su propia contradicción. La ANC ha acatado una sentencia que le obliga a cerrar la página web ‘Consum Estratègic’ por incitar al boicot de empresas no independentistas al tiempo que exige al Ejecutivo catalán retomar el pulso con el Estado iniciado en 2017 y vulnerar la legalidad vigente.
Esta falta de coherencia de la entidad independentista ha emergido en una entrevista en el programa ‘Cafè d’idees’ de TVE. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, se ha visto obligada a hacer equilibrios para justificar su obediencia a la sentencia de un juez que dictaminó el cierre de una de las webs de la entidad mientras exige a la «mayoría independentista» volver a la senda de la ilegalidad.
«Pedimos que hagan la independencia. La forma de hacerlo es una forma democrática, de acuerdo con los principios democráticos», respondió. La activista independentista criticó durante toda la entrevista que el Govern no recupere el plan de 2017 de culminar la independencia, pese a las consecuencias legales que tuvo para los principales líderes independentistas.
Más paciencia con Torra que con Aragonès
Desde hace tiempo la ANC tiene un discurso muy duro con los principales partidos independentistas, hasta el punto que ERC se borró de la manifestación de la Diada que organizaba la entidad. No obstante, esta premura que ha exhibido con los republicanos para retomar el desafío contra el Estado no la tuvo con el presidente Quim Torra, pese a que tampoco avanzó hacia la secesión.
El malestar de ERC con la que durante los años álgidos del procés fue la entidad de referencia del separatismo abrió un nuevo episodio cuando Oriol Junqueras, desde Madrid, no aceptó el pasado septiembre los plazos impuestos por la ANC para lograr la independencia: «La independencia no es una cuestión de fijar un plazo», aseveró de forma velada. Para posteriormente añadir que «nadie es capaz de poner sobre la mesa una alternativa» a su propuesta de diálogo con el Gobierno central.
Cabe recordar que la ANC emite de forma trimestral un informe en el que fiscaliza la labor del Govern para avanzar hacia la secesión. En su informe del cuarto trimestre hubo un suspenso general de todo el Ejecutivo. Y recientemente hicieron una propuesta de declarar la independencia el segundo semestre de 2023.
Concurrir a las elecciones
La disposición de la ANC de promover una lista cívica para que se presente en las próximas elecciones en el Parlamento de Cataluña también ha suscitado los recelos de los partidos independentistas, que no quieren que se les escapen votos hacia esta nueva candidatura. Ya que interpretan que son vasos comunicantes.
La ANC tiene marcada a fuego la consigna de que en las últimas elecciones autonómicas, del 14 de febrero de 2020, se superó «el 52% de los votos a favor de la independencia». Una barrera que se les había resistido incluso cuando ERC y JxCat se presentaron juntos en 2015. No obstante, en esos comicios el independentismo perdió unos 700.000 electores que optaron por la abstención y fueron las elecciones con menos participación desde 1980.
La estrategia de la entidad es intentar de movilizar esta parte del electorado catalán que se quedó en casa por el cansancio que acusa el movimiento independentista y por la pandemia.
No obstante, en los últimos tiempos no ha tenido éxito en volver a movilizar las calles. Como se observó en la última protesta en Plaza Cataluña, la entidad ha perdido el poder de convocatoria que tenía en el pasado.
