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La crisis entre Arrimadas y Bal aboca a dos listas en las primarias para dirigir Ciudadanos

La confianza entre ambos dirigentes ha quedado muy tocada. La líder de Cs tiene varias semanas para decidir si concurre a la consulta interna de enero

La crisis entre Arrimadas y Bal aboca a dos listas en las primarias para dirigir Ciudadanos

Inés Arrimadas y Edmundo Bal en el Congreso de los Diputados. | Eduardo Parra (EP)

La desconfianza entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal no ha remitido durante el fin de semana, tras la larguísima reunión de la Ejecutiva naranja del pasado viernes, y con toda probabilidad abocará al partido a la presentación de dos candidaturas para ver quién lidera Ciudadanos en la nueva etapa, según fuentes naranjas consultadas por THE OBJECTIVE.

Los puentes entre Arrimadas y su mano derecha en el Congreso han quedado muy maltrechos tras el pulso vivido en la última reunión de la Ejecutiva, en la que chocaron dos modelos sobre el futuro de la formación naranja y que terminó con un abrazo «forzado» entre ambos por iniciativa de Bal. En los días previos ya hubo una grave crisis interna en el grupo parlamentario por las consecuencias del apoyo de Ciudadanos a la ley del solo es sí es sí.

Durante la tramitación en la Cámara baja, Bal impuso su criterio de votar a favor, en contra de la opinión inicial de la primera. Y tras el fiasco de la norma, cuyo primer resultado han sido excarcelaciones y reducciones de pena, varios compañeros suyos de la bancada naranja le exhortaron a pedir disculpas en nombre del partido, a lo que él se negó porque considera que hay elementos positivos en la ley impulsada por Podemos.

Las dudas sobre el futuro de Arrimadas

Personas allegadas a ambos dirigentes ven complicado que el diálogo entre ambos se retome al nivel previo, sobre todo en medio de un proceso precongresual en el que se dirime quiénes dirigirán el partido tras las primarias internas del 9 y 10 de enero que precederán a la VI Asamblea General de los días 14 y 15.

Precisamente, el hecho de que Arrimadas aceptase que el cargo de portavoz nacional se decida en esas primarias de enero ha llevado a varios dirigentes a creer que la actual presidenta naranja medita no presentarse finalmente a esa consulta interna. De ser así, se aceleraría su salida de la primera línea política.

Ya el viernes, la presidenta de Cs paró en seco a su antiguo rival de las primarias de 2020, Francisco Igea, cuando este último pidió en la Ejecutiva debatir sobre su liderazgo, coinciden las citadas fuentes. Arrimadas dejó claro que la decisión de presentarse o no al escrutinio de los militantes lo decidirá «en el momento oportuno». Las candidaturas para las primarias se tienen que presentar entre el 26 y 29 de diciembre y la campaña está prevista en plena semana de Reyes, por lo que la líder naranja tiene cerca de un mes para deshojar la margarita.

La propia Arrimadas confesó en la reunión de la Ejecutiva que quería colocar al eurodiputado Adrián Vázquez como secretario general del partido y seguir ella como portavoz política. Era el plan inicial que Guillermo Díaz, uno de sus principales apoyos en la Cámara baja, verbalizó hace dos semanas -sin dar nombres- tras una rueda de prensa, pero la rebelión interna a sus planes obligó a la presidenta a un pacto intermedio que condena al secretario general a labores orgánicas ya que ese puesto será «incompatible» con cualquier otra representación institucional, según el borrador definitivo de estatutos.

El secretario general tampoco podrá aspirar a ser cabeza de cartel en las elecciones generales mientras esté en dicho cargo. Un veto que se prolongará «hasta un año después de la terminación de su mandato», pese a que el partido informó el viernes en un comunicado que solo serían seis meses.

Esos condicionantes ante un posible ticket electoral de Arrimadas y Vázquez obligaría al segundo a dejar su acta en la Eurocámara, olvidarse de tener algún rol político en la nueva dirección naranja y presentarse a candidaturas electorales, algo que el jefe de la delegación de Cs en Bruselas descarta. Otra cosa sería que la líder de Cs renunciase en los próximos días a presentarse a las primarias y, por tanto, a liderar el citado ticket oficialista. En esa situación, el eurodiputado podría animarse a liderar una candidatura con los fieles de la presidenta.

Sin embargo, Vázquez tiene un hándicap. «El próximo portavoz político tiene que ser alguien que pueda preguntar a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados», asegura uno de los dirigentes naranjas que se opuso el viernes a los planes de Arrimadas y que ve con mejores ojos la opción de Bal, actual portavoz adjunto de Cs en la Cámara baja.

La guerra dentro de la Ejecutiva naranja se inició con la presentación de dos enmiendas al borrador de nuevos estatutos para Ciudadanos. Por un lado, los partidarios de Inés Arrimadas defendían que el portavoz fuera la principal figura del partido a través de una nueva Comisión de Estrategia Política. Mientras, los de Edmundo Bal reclamaron mantener la «nomenclatura existente» para los cargos de presidente y secretario general como existe hoy en día.

Los llamados «órganos nacionales unipersonales de dirección» provocaron, por tanto, la división interna por el modelo de partido que saldrá de la VI Asamblea General. THE OBJECTIVE ha tenido acceso tanto al documento con las enmiendas A y B que se presentaron a los miembros de la Ejecutiva cuando se reunieron el viernes por la tarde (leer abajo), como al texto que se consensuó finalmente, con la llamada opción C, y que ha sido enviado a los afiliados para que propongan enmiendas.

Borrador de estatutos, con las enmiendas A y B, que llegó a la reunión de la Ejecutiva de Cs.

Si se compara un documento con el otro, se puede observar que Arrimadas llegó a la reunión con la idea de presidir un Comité de Estrategia Política como portavoz nacional. Pero esa posibilidad se desechó ante el malestar interno, por lo que se optó por una opción C que opta por una bicefalia -política y orgánica-, pero que obliga a que ambos cargos se sometan al escrutinio de los militantes al mismo tiempo y evita la existencia de compartimentos estancos.

También se modificó por parte de la Ejecutiva que los coordinadores provinciales y locales sean elegidos por los afiliados -la propuesta inicial del equipo de refundación otorgaba esa potestad a los presidentes autonómicos-, y que el Consejo General mantenga los 125 miembros no natos elegidos por la militancia (se proponía rebajar el número a 75).

Asimismo, la versión final de la ponencia de estatutos (leer abajo) señala que el Comité Nacional -el órgano que sustituirá al Comité Ejecutivo- estará compuesto por un máximo de 22 miembros natos, por hasta tres vocales designados por el Comité Permanente y por entre 15 y 30 miembros elegidos por los afiliados. En la versión inicial se incluía una horquilla más baja, de entre 7 y 11 miembros, para esto último.

Ponencia final -con la opción C- que salió de la Ejecutiva de Ciudadanos.
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