El Gobierno deberá rendir cuentas por dos asesinatos cometidos en Melilla en 2013
Una patrulla de la Marina marroquí abrió fuego contra los jóvenes cuando paseaban en una embarcación de recreo. Sus padres piden justicia
El silencio puede ser la condena más atronadora. Esa es la respuesta que reciben desde hace nueve años los padres de Pisly y Amin, dos jóvenes españoles asesinados por una patrulla de la Marina marroquí cuando paseaban en una embarcación de recreo cerca de Melilla. No hay culpables. Los progenitores se han reunido con múltiples dirigentes políticos sin conseguir avances. Piden justicia, que los responsables paguen por el crimen. Compromís ha reactivado el caso registrando una pregunta en el Senado. Quiere saber qué gestiones ha realizado el Gobierno durante este tiempo para depurar responsabilidades.
Pisly y Amin, de 24 y 20 años respectivamente, salieron a pescar en una zodiac de seis metros de eslora el 27 de octubre de 2013. Nunca regresaron a casa. La embarcación fue interceptada por una patrulla de la Marina marroquí en las inmediaciones de Punta Negrí, territorio alauí, aunque en aguas internacionales. Ni Marruecos ni el Gobierno español han ofrecido una respuesta oficial de este trágico incidente.
«Llevamos nueve años esperando una explicación. Queremos saber por qué mataron a nuestros hijos. De qué fueron testigos. Por qué los militares se extralimitaron en sus funciones. La lancha llevaba bandera española, eran ciudadanos españoles. El Gobierno tiene que presionar para esclarecer el caso. Debe pedir responsabilidades a Marruecos. Solo queremos justicia», solicita Abdeslam Ahmed Manan, padre de Pisly.
Sin explicaciones del Gobierno
La Audiencia Nacional archivó la causa en noviembre de 2020, lo que significó un gran varapalo. Lo hizo apenas dos meses después de que el magistrado José Luis Calama ordenara la busca, captura y el ingreso en prisión de los tres militares marroquíes que aparecen en el informe de la gendarmería alauí. Una decisión que fue recurrida por la Fiscalía.
El atestado de la Gendarmería de Marruecos es espeluznante. Relata que los militares realizaron cinco disparos al aire para dar el alto a los jóvenes y, como no lo hicieron, la emprendieron a tiros. Hasta 41 disparos que «causaron inmediatamente la muerte de las dos personas que se encontraban a bordo además de agujeros en toda la lancha». Los padres de los chicos siempre pusieron ese argumento en cuarentena. Sospechan que sus hijos fueron maltratados antes de ser asesinados.
La autopsia practicada en Melilla una vez que recuperaron sus cadáveres revela que les golpearon y, posteriormente, dispararon. El informe forense indica que es imposible conocer el tipo de munición que causó sus muertes y la distancia a la que recibieron los disparos. Además, precisa que el procedimiento utilizado por las autoridades marroquíes afectó gravemente la autopsia, ya que los cuerpos fueron lavados, amortajados y conservados en una cámara mortuoria.
La voz de alarma la dio la misma tarde de los hechos un amigo de los jóvenes, al que habían enviado una fotografía cuando se sentían amenazados por la patrullera de la Marina marroquí. El padre de Pisly sostiene que sus hijos vieron algo que comprometía a los militares, pero no puede demostrarlo. Para eso necesitaría el móvil de su hijo, que no le han devuelto en estos más de nueve años. Tampoco el resto de pertenencias. Ni siquiera la embarcación.
«He insistido en recuperar el teléfono. Me daría la ubicación exacta, lo que habían grabado… Pero Marruecos no contesta», se desespera Abdeslam Ahmed Manan. El padre de Pisly sostiene que la intención inicial de la Marina marroquí era «desaparecer» los cuerpos de los jóvenes en el mar, pero que en ese momento llegó la gendarmería alauí y dio al traste con sus intenciones.
«Palmaditas en la espalda»
A pesar de las trabas, asegura que no va a desfallecer hasta hacer justicia. Ni siquiera va a apartarle de su objetivo que los políticos no cumplan sus promesas. «Muchas palmaditas en la espalda, pero nadie hace nada. Es inconcebible que nadie nos dé una respuesta», insiste a THE OBJECTIVE este padre roto por el dolor.
«Nos vimos con Jorge Fernández Díaz y José Manuel Margallo (ministros de Interior y de Exteriores cuando sucedieron los hechos). Se comprometió a darnos una respuesta rápida, pero nunca lo hicieron. Con Fernando Grande-Marlaska no hemos tenido ocasión de hablar, pero le entregamos una carta a Pedro Sánchez cuando estuvo en Melilla y se comprometió a resolverlo cuando llegara al Gobierno. El problema es que todos dicen una cosa cuando están en la oposición y otra cuando gobiernan», lamenta Abdeslam Ahmed Manan.
Durante el gobierno de Mariano Rajoy, el PSOE registró una pregunta parlamentaria para conocer en qué punto se encontraba la investigación de los asesinatos. También lo hizo Bildu. Las familias de Pisly y de Amin esperan que a la tercera vaya la vencida. Compromís acaba de registrar una nueva demanda de información en el Senado, con Marlaska en el centro de la diana por los hechos de junio, cuando murió al menos una persona en territorio español intentando cruzar la frontera con Marruecos.
«¿Qué gestiones ha hecho el Gobierno desde el asesinato hasta hoy? ¿Por qué no se ha atendido esta constante petición de los familiares de los jóvenes asesinados? ¿Qué medidas piensa adoptar a partir de este momento para garantizar el derecho de los familiares a la verdad y a la justicia?», son las cuestiones que intenta esclarecer el senador Carles Mulet. Mientras tanto, las familias de Pisly y Amin seguirán concentrándose cada día 27 ante el Palacio de la Asamblea de Melilla para exigir justicia. Con cinco minutos de silencio para terminar con el silencio institucional.