Interior solo ha aumentado un 2% en 10 años la plantilla policial de atención a las mujeres
El Ministerio estudia nuevas medidas después de que 15 mujeres hayan sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en menos 40 días
El ministro del Interior, junto al director de la Policía Nacional. | EP
Quince asesinatos de mujeres a manos de su pareja o expareja. Es el número de víctimas que ha dejado a su paso la violencia machista en los últimos 40 días. Pese a que el mes de diciembre fue el peor de la historia con 11 casos confirmados, este año ha comenzado con la misma crudeza. En menos de 24 horas, el pasado lunes, cinco hombres fueron detenidos por acabar con la vida de cuatro mujeres en Adeje (Tenerife), Ciudad Real, Cádiz y Almería. Cifras que por un lado muestran una amenaza que se resiste a desaparecer, y, por otro, evidencian que los recursos del Estado son insuficientes.
Los crímenes machistas de la última semana han despertado de nuevo la alarma en el Ministerio del Interior, que el pasado diciembre ordenó reforzar la protección policial a las mujeres que estaban en el Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén), aunque sin implantar nuevas medidas. Desde el pasado martes hasta hoy, el Grupo de Análisis Policial, presidido por el titular de Interior, ha celebrado varias reuniones para examinar los 49 asesinatos machistas confirmados durante 2022.
El objetivo de este cónclave es obtener propuestas de mejora en todos los frentes de actuación, desde la prestación operativa de medidas de protección de la víctima a la adopción de actuaciones preventivas de seguridad sobre el posible agresor, descartando eso sí, «la activación de una alerta automática» frente a reincidentes por violencia de género, según precisan fuentes de este departamento a THE OBJECTIVE.
Faltan agentes
Frente a las medidas concretas en la materia que estudia el Ministerio, fuentes policiales advierten a este periódico, sin embargo, que uno de los principales problemas en la lucha contra la violencia de género está en la escasez de personal dentro de los grupos especiales que la combaten a diario: las Unidades de Familia y de Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional.
Repartidos por toda la geografía, se encargan de ofrecer una atención pormenorizada a las víctimas. Aunque, según denuncian los sindicatos policiales, es cada vez es más complicado por la inmensa carga de trabajo que sufren estas unidades. Según los últimos datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso este periódico, las UFAM tienen bajo su protección a 27.207 víctimas de violencia doméstica en sus diferentes tipo de riesgo, además de a casi 9.000 niños, incluidos todos ellos en el sistema VioGén.
Los datos del primer semestre de 2022 recogidos por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género muestran que las denuncias (41.765) por este tipo de delitos han aumentado un 19,3%, respecto al año anterior. Sin embargo, las plantillas de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer solo han aumentado un 1,95% en la última década, hasta alcanzar 2.141 efectivos, según un informe del Sindicato Unificado de Policía (SUP). Desde el Ministerio del Interior aseguran que el número de cuerpos policiales dedicados a la lucha contra esta lacra ha aumentado un 48,5% desde 2018 (de 1.880 a 2.792 agentes), aunque no diferencian entre policías y guardias civiles.
Los sindicatos, no obstante, aseguran que en la mayoría de las 50 provincias españolas, las UFAM han perdido policías o tienen el mismo número de efectivos que hace 10 años. Razón por la que los agentes «se ven desbordados al no poder asumir los seguimientos de las denuncias», advierte este sindicato policial. Al mismo tiempo, este escenario desencadena que un solo policía deba encargarse de atender hasta de 100 víctimas de violencia de género o sexual. Ocurre en regiones como Sevilla, Cartagena, Baleares o Madrid.
Segunda actividad
Desde el SUP han propuesto numerosas medidas para aumentar el número de agentes en estas unidades. Entre ellas, la de eliminar la elevada puntuación que impedía cubrir las plazas de la UFAM, y que la Dirección General de la Policía ha materializado recientemente. Este sindicato, sin embargo, apunta que «no es suficiente» y apuestan por la creación de un grupo especializado en denuncias integrado por personal en segunda actividad. «Hay que completar el catálogo de plazas para que los especialistas no tengan que simultanear sus tareas con otras diferentes», insisten desde este sindicato.
Respecto a los medios materiales, el SUP advierte que siguen sin cumplirse aspectos del protocolo de asistencia a las víctimas. Remarcan la necesidad de que las UFAM cuenten con instalaciones propias para proporcionar un servicio de calidad a víctimas y menores en la intimidad; así como que se mejore la flota de vehículos policiales, que en muchas ocasiones no cumplen con las garantías de seguridad necesarias en los traslados de víctimas y menores.
Guardia Civil
Similar es la petición que hace la Guardia Civil. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) solicita que se integre a agentes en la reserva para evitar detracciones de Seguridad Ciudadana —esta unidad en ambos cuerpos se encarga de la protección de las víctimas en casos de alto riesgo— y que se reconozca como especialidad a los equipos VioGén. En el Instituto Armado no existe catalogación específica para los agentes que los componen. Por este motivo, las asociaciones las denominan como «unidades fantasma». Están formadas por 640 agentes, según precisan fuentes de la Guardia Civil, y actualmente tienen 30.562 casos activos relacionados con la violencia machista.
En esa labor, no obstante, también colaboran los EMUMES de la Guardia Civil. Se trata de equipos de Policía Judicial especializados en hechos delictivos en los que se encuentran implicados mujeres y menores, tanto en calidad de víctimas como de autores.
