Un error del general permitió a la juez del 'caso Mediador' investigar sus cuentas en Bélgica
El mando facilitó el número de una cuenta extranjera para cobrar las comisiones. Horas después se arrepintió y le dijo al ‘mediador’ que «no hiciese nada»
Si algo han destacado algunos de los implicados en la presunta trama del caso Mediador era el cuidado y la pulcritud con los que el general de la Guardia Civil Francisco Espinosa se involucraba en la organización criminal. Encargado de aparentar seriedad y posibilidades de gestión y éxito a los empresarios que llevaba a su despacho del Instituto Armado, el mando, sin embargo, siempre era parco en palabras cuando intercambiaba mensajes con otros incriminados, según se desprende del sumario judicial.
En distintas conversaciones de WhatsApp intervenidas por los investigadores, y en las que Antonio Torres, conocido como el mediador, informa a Espinosa sobre los movimientos de la trama o de los regalos que va a percibir de empresas en forma de comisión, el general retirado siempre repite el mismo patrón: dejar por escrito lo menos posible y no hacer referencia alguna a los ilícitos con el fin, tal vez, de cubrirse las espaldas.
— No te van a faltar quesos, ya sabes…. (Le dice el mediador al general del Instituto Armado en una conversación telefónica)
— ¿Cómo? (le responde Francisco Espinosa)
— He hablado con este (el empresario) y le he dicho que me reúno contigo…
— Bueno, ¿a qué hora llegas mañana?
Estos diálogos con ‘el mediador’ en los que el mando pretende aparentar normalidad se repiten en muchos de los mensajes y llamadas recogidos en los informes policiales de la investigación. No obstante, siempre hay excepciones. Y es que, según constatan las pesquisas, un desliz del general Francisco Espinosa en una de estas conversaciones derivó en que el Juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife, encargado del caso, ordenase el rastreo de las cuentas bancarias del mando y su familia en Bélgica, donde supuestamente podría haber destinado parte de las mordidas.
«No hagas nada, ¿eh?»
24 de marzo de 2021. Algunos miembros de la trama se reúnen en el restaurante La Quinta, en Madrid, para cenar y festejar. Entre ellos, Torres y Espinosa. La velada avanza y en un momento concreto el mando, «algo borracho» según testificará después ante la instructora ‘el mediador’, le facilita el número de cuenta para que le pague las comisiones por su supuesta intervención en la organización delictiva.
Normalmente, el mando de la Benemérita suele cobrar de la trama mediante tarjetas prepago, en hoteles, vuelos, cenas y también en metálico. Las horas pasan y el general se percata de que ha cometido un error. Escribe a Antonio Torres y le pide que no haga transferencias a la misma justificándose en que la numeración está incompleta. Se denota, dicen los investigadores, su arrepentimiento.
«Antonio, buenos días, mira que con el número ese que te di ayer no hagas nada porque faltan números ¿eh?, no hagas nada que faltan números me he dado cuenta que te faltaban ahí algunos números, así que, eh… ya hasta que no nos veamos por favor no hagas nada, un fuerte abrazo», reza el mensaje.
Productos financieros en Bélgica
En sede judicial, Antonio Navarro dejó constancia de la numeración de esa cuenta bancaria. Nunca llegó a transferir nada a la misma, pero, añadió, «le pareció un dato curioso». Este hallazgo disparó las sospechas de la juez, que emitió una orden europea de investigación, vinculada a la búsqueda de productos financieros en Bélgica tanto del investigado como de su entorno familiar.
Principalmente, «orientadas a la detección de incrementos patrimoniales y otras operativas asociadas los comportamientos investigados». Al mismo tiempo, el juzgado también investiga los posibles bienes que Espinosa pudiera poseer en los países relacionados con el Proyecto GAR-SI Sahel, financiado por Fiiapp.
Contratos y drones
Cabe destacar que el general de división no solo está investigado por cobrar comisiones de empresarios canarios relacionadas con subvenciones de ganadería. El juez también investiga los contratos que la Secretaría General de la Fiiapp adjudicó a la empresa de drones de otro de los investigados en la trama, en la época en la que Espinosa dirigía la misión antiterrorista en África. Según las pesquisas policiales, durante esa época se otorgaron a esta compañía licitaciones por importe de 2,5 millones de euros.
Dos semanas antes de la detención del general, el pasado 14 de febrero, la Guardia Civil halló en uno de sus domicilios en Madrid, libretas de contabilidad en ‘A’ y en ‘B’ de los pagos que el mando recibía de la presunta trama criminal, así como 61.000 euros en efectivos que tenía repartidos entre cajas de zapatos, bolsos, sobres y distintas prendas de vestir. Por ahora, Francisco Espinosa es el único investigado que permanece en prisión provisional.