Asesores del Gobierno buscan ya empleo como 'lobistas' sin esperar al resultado del 23-J
Cargos de confianza de Moncloa y de ministerios del PSOE intentan entrar en un sector al alza para expolíticos
Asesores y cargos de confianza del Gobierno no parecen tener tanta fe como Pedro Sánchez respecto a la posible victoria del PSOE en las elecciones generales del 23-J. Empiezan a dar por asumido que su futuro laboral está lejos de Moncloa y de los ministerios donde trabajan hasta ahora. Y son muchos los que se han ofrecido como candidatos a trabajar en empresas de un sector en pleno auge y que en los últimos años se está consolidando como salida profesional para asesores, diputados y altos cargos al dejar la política: las consultoras especializadas en relaciones institucionales o asuntos públicos, conocidas también como lobbies.
Después de que el jefe del Ejecutivo anunciase el adelanto electoral, apenas unas horas después de la debacle socialista del 28-M, asesores directos de muy altos cargos de ministerios controlados por el PSOE y de Moncloa se han postulado para ser contratados en firmas dedicadas a los asuntos públicos, según informan a THE OBJECTIVE fuentes del sector. Entre los asesores del Gobierno que ya buscan empleo en consultoras dedicadas a las relaciones institucionales, según consta en los currículums recibidos, hay personal de confianza de altos cargos que trabajan en el Palacio de La Moncloa.
También hay asesores que trabajan o han trabajado a las órdenes de ministros, secretarios de Estado y directores generales de ministerios controlados por el PSOE. Entre ellos, los de Cultura y Deporte o el de Industria, Comercio y Turismo. Buscan acomodo para desarrollar labores de relaciones institucionales o de «inteligencia política», entre otras. La mayoría de ellos son expertos en comunicación, según las mismas fuentes, y algunos han ejercido jefes de prensa o de gabinete de altos cargos de ministros del PSOE.
Sus contactos e influencias tras el paso por la política son valorados por algunas de las consultoras líderes en la gestión de asuntos públicos. El cometido de estas firmas es el de asesorar a sus clientes -en muchos casos multinacionales, patronales o inversores extranjeros- para ayudarles a desarrollar sus negocios y crear un clima económico, legislativo y mediático favorable a sus intereses. Desarrollan una legítima y cada vez más necesaria labor de interlocución estratégica con las administraciones públicas como forma de trasladar sus inquietudes, preocupaciones o propuestas de futuro. Algo que antes hacían los propios directivos de grandes empresas pero que se ha ido externalizando en favor de consultoras especializadas en las relaciones institucionales.
Exministros de PSOE y PP ya son ‘lobistas’
En los últimos años, antiguos diputados, exministros y ex altos cargos de PSOE y PP se han ido incorporando a un sector que está claramente en auge. Algunas de estas consultoras han apostado en los últimos años por impulsar la presencia de expolíticos y les ha salido rentable. Uno de los ejemplos más claros es el Acento Public Affairs. El ‘lobbie’ fundado hace cuatro años por el exministro de fomento del PSOE José Blanco ha pasado de facturar 154.333 euros en 2019 a generar ventas por valor de casi 4,5 millones de euros en 2021, según sus últimas cuentas depositadas en el registro mercantil y a las que ha tenido acceso este diario a través de Insight View.
Además de José Blanco, en Acento Public Affairs también trabaja el exministro de Sanidad del PP Alfonso Alonso, actual presidente de la firma. También forma parte de su elenco de expertos Elena Valenciano. La exportavoz del PSOE en la comisión de Exteriores del Congreso y exdiputada en el Parlamento Europeo figura en la web de Acento como asesora senior para asuntos relacionados con la UE.
Pese a llevar solo cuatro años de actividad y contar solo con cinco empleados en sus oficinas de Bruselas, Acento representa ante las instituciones europeas los intereses de importantes corporaciones como La Liga, Huawei o Novartis, según su última declaración remitida en diciembre de 2021 al registro de grupos de interés del Parlamento Europeo. Su lista de clientes ha cambiado desde entonces. Según avanzó el diario El Independiente, también defiende desde 2022 los intereses del Reino de Marruecos en Bruselas.
La del exministro Blanco es la que más crece en el sector, pero no es la única que está apostando por la incorporación de expolíticos. La consultora líder en España, Llorente y Cuenca (LLyC), también ha fichado a exministros y ex altos cargos de PSOE y PP para conformar su plantel de expertos en relaciones institucionales y asuntos públicos. Esa firma, que registró 89,5 millones de euros de facturación y un beneficio neto de 16 millones en 2022, cuenta en su plantilla con el exministro de Economía del PSOE Jordi Sevilla y con el ex exsecretario de Estado de Relaciones con las Cortes del PP José Luis Ayllón.
La lista sigue. El exdiputado del PSOE Eduardo Madina fichó primero por Kreab y posteriormente ha pasado por Harmon y EY. Otros han optado por hacer ‘lobby’ de forma independiente. Es el caso del exdiputado catalán Durán i Lleida (CiU) quien ha ejercido como asesor directo y representante institucional de varias empresas y entidades después de dejar el Congreso y la política.
‘Boom’ de políticos en el sector
Sin embargo, no todas las consultoras punteras del sector tienen a expolíticos en nómina. Ni ven con el mismo agrado la creciente incorporación de políticos al sector de las relaciones institucionales y los asuntos públicos. «Algunas de estas compañías que presumen de tener más capacidad de influencia por contar con exministros y políticos en sus filas son un peligro para las demás», indica un directivo de una de las consultoras que no cuenta actualmente con políticos entre sus asesores y que, sin embargo, se encuentra entre las principales del sector en España.
La misma fuente añade también su gran preocupación ante el hecho de que algunas consultoras estén impulsando como modelo la entrada de expolíticos como ‘lobistas’, transmitiendo a los clientes la idea de que sus contactos y agendas son garantía de éxito. «Se está creando la idea de que cualquier político puede trabajar como asesor. Como si esto fuera igual que el fútbol, que te retiras como jugador y al día siguiente ya te crees capacitado para ser entrenador», agrega.
Otra fuente del sector de los asuntos públicos consultada por este diario dice estar sorprendida por la gran cantidad de asesores del Gobierno que han mostrado interés en trabajar como ‘lobistas’ tras el adelanto electoral anunciado por Sánchez. También de la calidad de los currículums. Personas que actualmente están en puestos destacados de distintos ministerios. Interpreta esta situación como un signo de que ni siquiera los asesores de confianza nombrados a dedo por el Gobierno parecen creer en que Sánchez logre ganar las elecciones generales del 23 de julio.
Piden altos salarios, pero no hablan inglés
Ambas fuentes coinciden en criticar los altos salarios que exigen los políticos creyendo que sus contactos y agendas son el único aspecto a tener en cuenta. Un directivo explica que en los últimos meses ha realizado entrevistas de trabajo a varios expolíticos. Ha descartado a todos por no contar con las aptitudes necesarias para ejercer como consultores especializados en asuntos públicos. Una de las razones es que piden unos salarios mucho mayores a los que cobran expertos con décadas de experiencia en el sector.
Muchos otros, añade, no cumplen un requisito imprescindible como es tener un nivel muy alto de inglés o francés. «Otros ni siquiera pasan las pruebas de redacción realizadas durante el proceso de selección para conocer su nivel de escritura y saber si están capacitados para redactar y estructurar proyectos con la calidad que requieren instituciones como la UE. Esto no es como en la película La escopeta nacional, por haber ido de caza con un ministro no se te abren las puertas de todos sitios. Las agendas y los contactos también caducan con el paso del tiempo», añade.
La apuesta por expolíticos, además, entraña otros posibles riesgos relacionados con conflictos de interés o incompatibilidades. La consultora del exministro Blanco sufrió recientemente esto último con el fichaje del exalto cargo del Gobierno Albert Soler. Cesó como Director General de Deportes del Consejo Superior de Deportes a finales de diciembre y unos días después, con la autorización del Consejo de Ministros, fichó en enero por Acento para dirigir el nuevo área de deportes, entretenimiento y ocio de la consultora fundada por José Blanco, según confirmaron fuentes de la empresa a este diario. Semanas después, Soler y Acento rompieron su vinculación tras ser imputado el exalto cargo en el caso Negreira.
«En este sector no vale solo con la agenda y contactos. Se necesitan profesionales especializados y con experiencia que sepan ofrecer a nuestros clientes proyectos bien hechos, capacidad de persuasión y de tener a los clientes muy al día de cuáles son los asuntos que están en la agenda y cuáles no. Que venga gente de la política puede ser un elemento a favor. Bienvenidos, sí, pero siempre y cuando vengan con una metodología específica y un know how. Ese tipo de modelos basados solo en la supuesta capacidad de influencia, por tener como asesores a exministros, son lícitos pero hacen mucho daño al sector», añaden un directivo especializado en las relaciones institucionales y los asuntos públicos.