Malestar entre mandos policiales por cambios en la investigación del caso Vidal-Quadras
El peso que ha ganado la Comisaría General de Información ha generado enfado entre algunos comisarios
La investigación sobre el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras ha creado malestar entre distintos mandos de la Policía Nacional por la pérdida de peso de algunos de estos últimos en el caso, conforme han ido avanzando las pesquisas, en manos ahora de la Comisaría General de Información (CGI). Estas diferencias, según advierten fuentes policiales a THE OBJECTIVE, parten principalmente de la Brigada Provincial de Información (BPI) de la Jefatura de Madrid, dependiente de la CGI y sobre la que recayó en un primer momento el asunto.
Cuando se perpetró el ataque contra el exdirigente del PP catalán, el caso recayó sobre el Grupo de Homicidios. Entonces, se sospechaba que el crimen podía responder a un posible ajuste de cuentas. Todo cambió, sin embargo, cuando el propio Alejo Vidal-Quadras señaló al régimen iraní por los vínculos que mantenía este último con organizaciones de la oposición al Gobierno de Teherán. El móvil terrorista, de este modo, entró en juego y el BPI se hizo cargo de las pesquisas, aunque por poco tiempo.
La investigación fue desarrollándose y diversas cámaras de seguridad, así como la identificación del vehículo que empleó el sicario para cometer el crimen, apuntaron a que algunos de los implicados habían podido huir a Andalucía después de los hechos, donde finalmente fueron detenidos los tres investigados por el intento de asesinato del fundador de Vox, entre ellos Nayara Gómez, el ‘cerebro’ de la operación. Al entrar en la ecuación más territorios, agentes de la Comisaría General de Información comenzaron a colaborar de manera más activa en el caso.
El sicario
Una participación que finalmente les ha llevado en las últimas semanas a dirigir y encargarse de la mayoría de las pesquisas, después de que los investigadores hayan constatado que Mehrez Ayari, de nacionalidad tunecina y francesa, y con medio centenar de antecedentes en el país galo, fue el autor material del crimen. Los agentes sospechan que el pistolero se encuentra desde hace días fuera de España y que puede estar escondido en algún país del norte de África.
Además, Ayari, sobre el que pesa una orden de búsqueda y captura de la Audiencia Nacional desde el pasado martes, no sería el único implicado en el atentado en paradero desconocido. Investigadores del CGI también buscan ahora a otros dos hombres, de origen venezolano y marroquí, ambos relacionados con el sicario, que podrían haber tenido algún tipo de vinculación con el ataque a Vidal-Quadras.
El encaje de las piezas en el complejo puzzle que ha resultado ser el caso fue, indirectamente, apartando a la brigada madrileña de la operación, en favor de la Comisaría General de Información. Una situación, sostienen las mismas fuentes, que ha generado «enfado» entre algunos comisarios del BPI habida cuenta de que fueron las unidades lideradas por estos últimos quienes «abrieron el camino» para dar con los implicados. En cualquier caso, advierten, «no es nada nuevo, las diferencias entre mandos por cuestiones de este tipo vienen dándose desde hace años».
Dos investigados, en libertad
Hace una semana, el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge acordó prisión incondicional para Nayara Gómez por el intento de asesinato del exdirigente del PP y dejó en libertad a los otros dos arrestados con medidas cautelares. Se trata del detenido en Fuengirola, que facilitó el vehículo con el que el sicario perpetró el ataque a cambio de 500 euros, según cree la Policía; y de la pareja sentimental de Nayara, Sasha B, de origen británico, que residía en una vivienda de alquiler con el encarcelado, en la localidad granadina de Lanjarón. Los investigadores no han podido concretar todavía el grado de implicación de esta última en el ataque.
Los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) tienen claro que Nayara participó en la planificación del crimen, esto es, la logística de los vehículos que se utilizaron así como en las labores de vigilancia a Vidal-Quadras semanas antes del atentado. Lo que tratan de averiguar ahora es si este granadino, convertido al islam, fue solo el coordinador o de quien partió la idea del crimen.
Móvil iraní
Sobre la motivación del atentado, la Policía ha descartado casi por completo que detrás del intento de asesinato hubiese un encargo del régimen de Teherán por los vínculos del expolítico con organizaciones de la oposición iraní, aseguran a THE OBJECTIVE fuentes próximas a la investigación. Los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) han despejado esta posibilidad principalmente por la falta de profesionalidad en la planificación y ejecución del ataque, impropia de un servicio de inteligencia como el de Irán.
Los sucesivos errores cometidos por los detenidos llevan a pensar a los investigadores que los implicados, sobre todo en el caso del detenido en Granada, un hombre español y seguidor del chiismo, la rama del islam mayoritaria en Irán, en el atentado contra Vidal-Quadras, son, en realidad, un grupo de fanáticos, simpatizantes del régimen de los ayatolás. Una suerte de ‘lobos solitarios’ que ha obrado por fidelidad al régimen, pero sin recibir ninguna orden directa.