Empresarios afines a Puigdemont desviaron fondos del paro para financiar otro 'procés'
Una llamada intervenida por la Guardia Civil levantó la sospecha: la Cámara de Comercio usó dinero de cursos para parados
Dos exresponsables de las cámaras de comercio de Barcelona y de Gerona, supuestamente afines al nuevo proyecto independentista de Carles Puigdemont, admitieron en mayo de 2020 un desvío irregular de fondos que debían ir destinados a la formación de desempleados en Cataluña. Dinero que provenía de las propias cotizaciones de empresas y trabajadores, pero que acabaría siendo utilizado con otros fines. Así consta en una de las conversaciones intervenidas por la Guardia Civil durante la investigación de una pieza separada del caso Tsunami, en la que se ha investigado al menos a una docena de ingenieros, empresarios, activistas y políticos separatistas que supuestamente hicieron de nexo entre Tsunami Democràtic y el Consell per la República de Waterloo.
«Yo pensaba que el dinero que es de formación ocupacional venía de Europa, que no venía de cotización de empresas y trabajadores», indicaba el entonces presidente de la Cámara de Comercio de Gerona Jaume Fàbrega, en una conversación intervenida por la Guardia Civil, a cuya transcripción ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el 19 de mayo de 2020. Al otro lado de la línea telefónica se encontraba Montserrat Soler, mano derecha del entonces presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y actual diputado de Junts en el Parlament catalán, Joan Canadell.
«Lo más grave que han hecho es que esta partida, que pagan todos los trabajadores y todas las empresas, era obligatorio que fuera a formación, porque se paga explícitamente para este concepto», le respondía Montserrat Soler a Fàbrega en esa conversación intervenida por la Guardia Civil. Soler es una de la docena de independentistas investigados en esta pieza separada del caso Tsunami por presuntos delitos de terrorismo. A todos ellos se les intervino el teléfono para intentar acreditar los supuestos vínculos entre Tsunami Democràtic, el Consell de Puigdemont en Bélgica y empresarios dispuestos a financiar la República Digital que proponía desde Waterloo el entorno del expresident de la Generalitat.
«Se han tocado esas partidas»
«Es que estas partidas en teoría no se pueden ni tocar», contestaba Fàbrega a Soler en el transcurso de la conversación sobre el presunto desvío de fondos para la formación de personas desempleadas en el seno del Consejo General de Cámaras de Comercio de Cataluña. «Sí, sí se han tocado», le replicaba la mano derecha de Canadell en la Cámara de Comercio de Barcelona.
La llamada se había iniciado con motivo de un comunicado con el que se quería dar a conocer una de las iniciativas de comercio de proximidad impulsada por Canadell y Soler. Fàbrega acababa de descubrir que ese dinero, destinado a «formación ocupacional», en realidad se estaba sufragando con las cotizaciones de empresas y trabajadores, y por tanto no podía desviarse para ningún fin distinto. Algo que, según la conversación, estaba ocurriendo.
Desvío de fondos
«A tenor de las conversaciones», indica la Guardia Civil en su informe de junio de 2020 -último de esta pieza separada del caso Tsunami al que se ha levantado el secreto de sumario-, «podría haberse producido un desvío de fondos en el seno de la Cámara de Comercio». «Fondos, que deberían ser destinados a la formación de parados que podrían haber sido empleados para otros objetivos o cursos», añaden los investigadores.
En concreto, la Guardia Civil subraya que la propia Montserrat Soler reconocía la gravedad de ese presunto desvío de fondos para parados. «Era obligatorio que fuera a formación, porque se paga explícitamente para ese concepto», señalaba a Jaume Fàbrega. Añaden los investigadores que este último reconocía que esas partidas «no se pueden ni tocar» y que Soler, mano derecha de Canadell, había reconocido que «sí se han tocado».
Nueva hoja de ruta ‘indepe’
Soler, según los informes policiales que obran en el sumario, era por aquel entonces candidata a la presidencia de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y contaba con el apoyo del entorno de Puigdemont. Tanto ella como Canadell habrían desempeñado un papel clave en la búsqueda de financiación para el nuevo proyecto unilateral de independencia promovido desde Waterloo.
El plan, como ya desveló este diario y siempre según la versión de los investigadores, consistía en colonizar instituciones sociales que sirvieran como «estructuras de Estado» para la futura desconexión o independencia unilateral de Cataluña. Todo ello, en supuesta connivencia con la Casa de la República de Puigdemont en Bélgica. Tras haber conseguido alcanzar la presidencia de la Cámara de Barcelona y del Consejo General de Cámaras de Comercio de Cataluña, el segundo paso era intentar controlar la ANC para la nueva hoja de ruta de independencia de Puigdemont. El tercero, como ya reveló este medio, era intentar colocar a un afín en la presidencia del F.C.Barcelona.
Fàbrega, por su parte, asumiría un año más tarde la presidencia del Consejo General de Cámaras de Comercio de Cataluña en 2021 en sustitución de Canadell. Este último había sido elegido como nuevo diputado autonómico por Junts en el Parlament de Cataluña, cargo que mantiene en la actualidad.
Jaume Fàbrega le relevó en la cúpula de la entidad que agrupa a un total de 10 cámaras de comercio distintas en esa comunidad autónoma. Sin embargo, dimitió de su cargo la pasada semana, según informó El Diari de Girona. Su renuncia como presidente de la Cámara coincidió con el levantamiento del secreto de sumario sobre esta pieza separada del caso Tsunami, investigación que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.
Mascarillas independentistas
La conversación intervenida por la Guardia Civil el 19 de mayo de 2020, entre Soler y Fàbrega, se producía en el marco de una iniciativa impulsada durante la pandemia por la Cámara de Comercio de Barcelona para la confección y distribución en toda la región de mascarillas independentistas. Una iniciativa, denominada Maskat, para la que se habrían destinado 100.000 euros desde la asociación empresarial catalana, según los informes policiales del caso.
«El interés por la fabricación y promoción de la mascarilla «MASKCAT» por parte de la Cámara de Comercio se enmarcaría en una estrategia soberanista de productos de origen local y estaría en consonancia con las líneas de acción de las iniciativas de consumo estratégico», indicaban los investigadores.
En otra de las conversaciones intervenidas en el teléfono de Montserrat Soler, añade la Guardia Civil, se definen los motivos que llevaron a la realización del proyecto de las mascarillas independentistas: «Crear un cluster para asegurar que podrían fabricar en Cataluña las mascarillas y otro tipo de productos útiles para la gestión de una crisis sanitaria».