La líder de las tractoradas organizaba antes caravanas para casar a los agricultores
Lola Guzmán se marchó a vivir a Asturias por amor y allí se dedicó a buscar novia a los trabajadores del campo
Lola Guzmán, la líder de la Plataforma 6-F. | Sergio Pérez (EFE)
Lola Guzmán cambió la brisa de la costa valenciana por los verdes prados de Piloña. Lo hizo por amor. «Aquí empezó su relación con el campo, que era a lo que se dedicaba su novio de entonces», explica una vecina del concejo asturiano. Su llegada hace poco más de una década revolucionó a los municipios de la zona. La autodenominada líder de la Plataforma 6-F, que aglutina a agricultores y ganaderos indignados de toda España, llegó a organizar caravanas del amor para buscar pareja a numerosos hombres a los que su dedicación a la tierra quitaba demasiado tiempo para encontrar novia.
Valenciana de 52 años, Guzmán proviene de una familia ganadera, aunque ella es enfermera. «Heredar unas fincas de cítricos le ha hecho implicarse en la agricultura. Culpa de sus problemas a la agenda 2030», sostienen en su entorno. Se convirtió en líder de la Plataforma 6-F aprovechando el enfado del sector y gracias a sus vídeos virales. El día que estallaron las protestas, miles de agricultores la jaleaban en Valencia mientras ella ondeaba una bandera de España subida a un tractor. Pero su descenso a los infiernos no tardó en producirse.
«Os mató a pocos la ETA, hijos de puta», espetó Guzmán a varios agentes el sábado pasado, mientras un grupo de manifestantes intentaba cortar la M-40 en las inmediaciones del estadio del Atlético de Madrid. La líder de la Plataforma 6-F pidió perdón entre lágrimas por sus polémicas palabras, pero la Jefatura de la Policía Nacional de Madrid ha anunciado que va a denunciarla ante la Fiscalía por delitos de odio.
Enfado de los agricultores
Su desacertado exabrupto le costó el predicamento del que gozaba entre agricultores y ganaderos. Muchos de sus devotos incluso aprovecharon los micrófonos para desmarcarse de ella asegurando que no les representaba. Hubo un tiempo en el que los mensajes de Guzmán estaban llenos de amor. Incluso actuó de celestina para muchos de sus colegas. En 2013 fue la culpable de que medio centenar de mujeres solteras se desplazaran hasta la aldea de Fontecha, donde ella regentaba las cabañas de montaña, para participar en una caravana del amor.
«Querían mujeres y las van a tener», explicaba Guzmán a La Nueva España en abril de 2013. Lo que comenzó como una broma acabó convirtiéndose en realidad. La autodenominada líder de la Plataforma 6-F relató que en un bar de esta zona rural de Asturias existía una tertulia muy numerosa de solteros que siempre le decían que por qué no invitaba a sus amigas valencianas. Entonces contactó con la Asociación de la Caravana del Amor, un colectivo que ya había organizado diferentes encuentros con resultados exitosos.
El 18 de mayo de 2013 llegaron a Fontecha medio centenar de mujeres de diferentes puntos del país. Recibieron una cálida bienvenida, según algunos testigos, con un espectáculo de música y cánticos locales. Y a continuación, una suculenta parrillada para que los participantes se fuesen conociendo. Como incentivo, la primera pareja que se formara podía disfrutar de un hórreo para intimar. También había otros alojamientos rurales preparados para la ocasión repartidas en diversas localidades de la zona.
Se desconoce el número de parejas que deparó el encuentro. Si algunos de los agricultores de la zona encontró su media naranja y si consiguió abandonar la soltería. Guzmán cambió de novio, aunque este también estaba vinculado al campo. «Era una chica muy risueña y simpática. Tenía muy buena relación con todos», la recuerdan los lugareños. Explican que, en algún momento, tuvo algún problema de salud y las vecinas le llevaban comida a su casa.
Guzmán en Roma
De eso ha pasado mucho tiempo. Ahora Lola Guzmán es una de las caras más reconocidas de la Plataforma 6-F, aunque la propia organización se ha desmarcado de ella. Su asesor jurídico, Xaime da Pena, que saltó a la fama por financiar una lona de Desokupa, afirmó que solo se trata de una portavoz de una provincia de la Comunidad Valenciana y que la prensa la había encumbrado a líder porque estuvo vinculada a Vox.
Lo cierto es que el efecto de Guzmán ha traspasado fronteras. El pasado jueves estuvo invitada por los agricultores italianos en la protesta que protagonizaron en Roma. «Vamos a por ellos. Y vamos a tirar abajo esa maldita agenda 2030», afirmó entre vítores de los participantes. El viaje lo financió con las aportaciones que hicieron algunos de sus seguidores a través de bizum, aunque no al suyo, sino al de una compañera porque ella asegura estar «en contra del dinero digital».
La medida fue muy criticada en diferentes grupos de WhatsApp de agricultores y ganaderos, que le afeaban haberse ido de vacaciones a Italia «para hacer el ridículo» mientras ellos estaban «rompiéndose los cuernos en las carreteras españolas». Guzmán anunció en el aeropuerto que su cruzada para salvar al sector primario no ha acabado. Llama a nuevas movilizaciones. Atrás quedaron los tiempos en los que buscaba pareja a aquellos a los que ahora aspira a defender.
