Un escolta de Ábalos, hermano del empresario detenido, hizo de enlace con Koldo y el ministro
El policía, también arrestado, se ganó la confianza del asesor y del exministro tras ser nombrado como escolta en 2018
El exministro José Luis Ábalos. | EP
Un oficial de la Policía Nacional y escolta del exministro José Luis Ábalos jugó un papel clave en el caso de presunta corrupción en la compra de mascarillas que investiga la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción. Este funcionario policial en activo, Rubén de Aldama, hermano de uno de los principales investigados en la trama, Víctor de Aldama, presidente del Zamora Club de Fútbol, formó parte de la seguridad personal del titular de Transportes entre 2018 y 2020 y fue la persona que hizo de enlace entre su pariente, Koldo García, el asesor y hombre de confianza de Ábalos, y este último varios meses antes de la pandemia, según señalan a THE OBJECTIVE fuentes próximas a la investigación.
El exministro, que ha negado relación alguna con las mordidas en las adjudicaciones durante la covid-19, explicó el pasado miércoles en un programa de televisión que solo había coincidido con el empresario De Aldama en una ocasión, en un viaje institucional a México en febrero de 2019, y que ese había sido su primer y último encuentro. La realidad, sin embargo, se revela distinta, según atestiguan las mismas fuentes. La relación que mantenían ambos era estrecha y se fraguó gracias a una comida, organizada por el escolta de Ábalos y hermano del investigado, Rubén de Aldama, en un restaurante de la capital madrileña.
El agente, que también fue arrestado el pasado martes y trabaja en la Brigada Central de Escoltas, órgano dependiente de la Unidad Central de Protección de la Policía Nacional y encargada de la seguridad de altas personalidades del Estado, fue designado como uno de los escoltas del exministro Ábalos tras su llegada al Ministerio de Fomento en 2018. Un destino en el que el funcionario fue ganándose la confianza del exministro y previamente la de su hombre de confianza, Koldo García, a quien la Fiscalía acusa de delitos de cohecho, tráfico de influencias y organización criminal.
La comida en Welow, organizada por el escolta
Fue tras crear ese vínculo cuando el policía invitó al asesor de Ábalos y al entonces ministro a conocer a su hermano en un establecimiento hostelero, Welow, situado en la zona financiera de Madrid, en concreto en una de las cinco torres, y cuyo propietario era, precisamente, Víctor de Aldama, uno de los principales implicados en la trama de supuesta corrupción. Un encuentro que se celebró entre finales de 2018 y principios de 2019 y a partir del cual los cuatro forjaron una relación de confianza y de negocios. Tanto es así que, tal como revela este viernes THE OBJECTIVE, el titular de Transportes celebró su 60 cumpleaños en el citado restaurante, en diciembre de 2019, en compañía de Koldo y del empresario madrileño.
Rubén de Aldama, precisan fuentes policiales, formó parte del equipo de seguridad del ministro durante dos años, hasta principios de 2021, poco antes de que Ábalos fuese destituido. Fue destinado como agente de seguridad en la Embajada de España en Moscú, uno de los puestos más codiciados dentro del cuerpo y que está remunerado con un sueldo mensual de unos 12.000 euros. Tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, el funcionario regresó a España en 2022. Desde entonces, trabaja en el departamento de incidencias de la Brigada Central de Escoltas, ubicada en Madrid.
El hermano del empresario investigado, que consiguió su plaza de funcionario de carrera del Cuerpo Nacional de Policía en 2009 tras superar las pruebas, ha recibido distintas menciones en su carrera. Entre ellas, destaca la de la Asociación Santos Ángeles Custodios, Amigos del Cuerpo Nacional de Policía. El presidente de honor es Francisco de Borbón Escasany. Como presidente ejecutivo consta Diego de Guillamón Rodríguez, conde de Gillamón. En el staff también están Luis Alfonso de Borbón y Álvaro de Marichalar.
Este oficial es uno de las 20 personas detenidas en el marco de la ‘operación Delorme’, una pieza clave, aseguran fuentes de la investigación, a partir de la cual, su hermano, Víctor de Aldama, y Koldo García y, posteriormente, el entonces ministro y ahora diputado socialista, establecieron vínculos empresariales.
Reuniones en el piso oficial
La confianza entre los tres parecía ser total. Así lo demuestra también que los contratos de mascarillas adjudicados a la empresa zaragozana Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas, investigados por Anticorrupción, se negociaran entre ellos desde el piso oficial en el que Ábalos residía en Madrid antes de ser destituido por Pedro Sánchez como ministro, según publicó este periódico.
En ese inmueble, ubicado en la madrileña calle de Balbina Valverde, Ábalos se reunía «de manera habitual» con Koldo García y con Víctor de Aldama, ambos detenidos en el marco de la operación Delorme, que lidera la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El empresario, presidente del Zamora C.F., era uno de los presuntos responsables en la sombre de Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas SL, la compañía zaragozana que recibió 53 millones de euros en adjudicaciones a dedo de los ministerios de Transportes y de Interior, así como de los gobiernos autonómicos presididos por el PSOE en Canarias y Baleares, pese a no tener experiencia previa en la importación de material sanitario desde China ni haber registrado casi ingresos en el año previo al estallido de la covid-19.
Un sello de Correos
En esas reuniones, añaden fuentes presenciales, había otros empresarios, como el ginecólogo Ignacio Palomo, que viajó junto al exministro y Koldo García, nada más dejar el Gobierno, a distintos países de África y América Latina, entre ellos Guinea Ecuatorial, República Dominicana y México. Se da la circunstancia de que Aldama comparte negocios y empresas con un empresario mexicano, tanto en España como en ese país latinoamericano.
Precisamente, el empresario que la Guardia Civil ha detenido en el caso Koldo presumía de ser cónsul honorario en el estado mexicano de Oaxaca, cuyo gobierno regional suscribió un acuerdo de patrocinio con el club de fútbol de Zamora que preside De Aldama desde 2018. Ese equipo, además, tiene o ha tenido en el pasado publicidad de varias empresas del sector sanitario y de una conocida aerolínea.
Según la denuncia del PP que dio inicio a la investigación de Anticorrupción, y que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional respecto a los contratos adjudicados por gobiernos del PSOE a Soluciones de Gestión, una de las empresas públicas controladas por el Ministerio de Transportes, Correos, emitió en 2021 un sello conmemorativo en honor al Zamora C.F. pese a que ese club no cumplía ninguna fecha conmemorativa y a que jamás ha estado ni en la primera ni en la segunda división del fútbol español. En la misma colección denominada Deportes 2021, Correos incluyó a clubes de fútbol profesional que cumplían su centenario como Valencia, Osasuna y Alavés.
