Los 'trans no normativos' suman 1.500 socios: «Les asesoramos para que cambien de sexo»
La asociación que asesora a varones para cambiarse de sexo registral sigue ganando adeptos y se plantea nuevas metas
Trans No Normativos (TNN) sigue creciendo a un ritmo de vértigo. Impulsada por un grupúsculo de militares, policías nacionales y guardias civiles, la asociación que representa a personas con estética masculina, pero que son mujeres gracias a la ley trans ya cuenta con 1.500 socios. A estos se les asesora legalmente para que sepan cómo proceder en el Registro Civil de modo que ningún funcionario ni juez ponga trabas a su derecho a autodeterminarse mujer.
«Ya somos 1.500 en tan sólo seis meses de vida y aún nos siguen llegando solicitudes todos los días. Estamos desbordadas», admite Juanjo, presidenta de TNN, en conversación con THE OBJECTIVE. La militar de profesión asegura que «casi todos [los socios] están en trámite» para cambiarse de sexo registral, y lo están logrando, aunque hay algunos, afincados sobre todo en Motril y Canarias, que están sufriendo denegaciones. Desde TNN están presentando recursos y no descartan una futura querella contra sendos Registros por «transfobia».
La labor de la asociación consiste en «ofrecer visibilidad y apoyo a las personas transgénero que optan por no seguir tratamientos hormonales ni intervenciones quirúrgicas», así como acompañar en el proceso a todo aquel que quiera convertirse también en una mujer «fuerte y empoderada».
El asesoramiento jurídico corre a cargo de la abogada Javier Sanz. «Desde casos de violencia de género hasta procesos de divorcio y asuntos relacionados con menores, contarás con el respaldo de una profesional comprometida con la comunidad transgénero», anuncia la asociación en su página web.
El logo de la asociación es una versión algo machirula del ínclito cartel feminista de ‘Rosie the Riveter’ que reza We can do it! («¡Podemos hacerlo!»), utilizado como propaganda para los soldados norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial, pero resignificado por el feminismo para sostener que las mujeres pueden realizar cualquier actividad -incluso las que implican fuerza física- igual o mejor que los hombres.
Según adelantan a THE OBJECTIVE, entre los próximos objetivos de la asociación están el de organizar una carrera popular y crear un sindicato de policías trans no normativos. Para ello se plantean comenzar a cobrar una cuota anual a sus socios.
Críticas a TNN
Pese al éxito cosechado, o precisamente por él, las críticas a TNN no han cesado en los últimos meses. En primer lugar, las feministas clásicas les acusan de una retórica «antifeminista» que «ataca las leyes de igualdad y a los grupos LGBTI». La portavoz de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, Ángeles Álvarez, se refirió a sus miembros como «señores» que «pretenden poner de manifiesto las contradicciones de la ley trans» en una entrevista a Le Monde: «Juegan a demolerla, pero también a destruir las políticas a favor de la igualdad».
A juicio de las feministas contrarias a la «autodeterminación de género», el Gobierno les ha dado «munición con una ley absurda basada en la autodeterminación». Pese a haber hecho un uso escrupuloso de la norma, su impulsora, Irene Montero, les acusa de «ridiculizar las realidades trans».
Sin embargo, los trans no normativos no interpretaron el mensaje como una afrenta, y agradecieron a la exministra de Igualdad el haberles permitido llevar a término la «autodeterminación de género»: «Sin ti esta ley no hubiera sido posible. Muchas gracias por ayudarnos a ser reconocidas como iguales».
Las cifras
La actual titular de Igualdad, Ana Redondo, aseguró la semana pasada en el Congreso de los Diputados que tan sólo 5.900 personas han solicitado el cambio de sexo desde la entrada en vigor de la ley trans. Una cifra poco creíble si se tiene en cuenta que 2023 cerró ya con 5.139 rectificaciones registrales, el 61% de hombre a mujer, lo que implicaría que en ocho meses solo se habrían producido 800 más.
En la asociación Trans No Normativos tampoco se creen estas cifras, y consideran que alrededor de 15.000 personas ya se habrían beneficiado de la norma estrella de Irene Montero, la mayoría varones. Hablan con conocimiento de causa.