La UCO cerca a otro alto mando de la Guardia Civil por su papel en el blindaje de la trama Koldo
Un informe señala que agentes y un teniente coronel de Información trabajaban para la trama a petición de Rubén Villalba
Víctor de Aldama y Koldo García, cabecillas de la trama criminal. | TO
La lista de guardias civiles implicados en el caso Koldo podría ampliarse. Hasta ahora, la Audiencia Nacional investiga al comandante Rubén Villalba, que era, según la Unidad Central Operativa (UCO), la pata de seguridad con la que contaba toda la organización criminal. En el último informe, no obstante, los investigadores revelan la participación de más agentes, la mayoría de ellos subordinados de Villalba en la Jefatura de Información -el servicio antiterrorista del cuerpo- y de un teniente coronel, el superior del investigado y un alto mando de esta unidad. A lo largo de 84 páginas, la Guardia Civil asegura que colaboraron con la trama para blindar sus teléfonos, hacer trabajos de vigilancia e incluso encargarse de recepcionar el dinero en metálico por los citados servicios que el cabecilla Victor de Aldama pagaba a Villalba.
Esta unidad de élite deja claro que el receptor último de estos pagos era Villalba, en concreto de unos 2.000 euros mensuales —aunque entre 2021 y 2023 recibió abonos por valor de 88.000 euros de origen desconocido en sus cuentas— y que este último ocultaba supuestamente el trasfondo ilícito de estos trabajos al resto de agentes. El informe de la Guardia Civil señala, frente a estos extremos, que varios de esos agentes incluyeron a Aldama en el sistema de confidentes durante al menos dos años para saber si otra unidad del cuerpo le investigaba, a petición de Rubén Villalba. Y que, tras llevar a cabo esto, conocían que la UCO le estaba investigando al menos desde 2022 por distintas alertas en el sistema.
Y no solo eso. La propia UCO subraya en la parte final del informe que, «pese a haberse producido esas alertas en el sistema referido, la unidad de Rubén no interesó esta circunstancia a esta unidad instructora». Esto es, a la propia Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Una circunstancia que, según fuentes próximas a las pesquisas, cerca sobre todo al citado teniente coronel del servicio antiterrorista, el cual en distintas conversaciones intervenidas da cuenta de que conocían la investigación sobre Aldama, al mismo tiempo que colaboraban en otras tareas para el líder de la trama corrupta.
Aldama era confidente de la Guardia Civil
Estas mismas fuentes indican que, en un principio, los trabajos que realizaron los agentes para la trama no estaban fuera de lo permitido por la Jefatura de Información, al tratarse en ese momento Aldama de un confidente de la Guardia Civil. De hecho, insisten, «cuatro de los agentes han declarado en el transcurso de estas pesquisas, y no están ni van a estar investigados, porque hicieron lo que se les ordenó». Distinto, sin embargo, es el escenario que se abre para el resto de guardias civiles. El informe revela que fueron hasta 13 los funcionarios policiales que trabajaron directa o indirectamente para la organización criminal a través de Rubén Villalba.
Fuentes cercanas a las pesquisas insisten en que la investigación sigue abierta «y llegará hasta el final, incluyendo a los agentes de la Guardia Civil». Hasta ahora, el informe detalla cómo se desarrolló la gestión de Aldama como confidente y lo que ocurrió hasta su detención. Fue en junio de 2022 cuando el comandante investigado mandó un audio a uno de sus subordinados, al que denominan como «agente 13», en el que le pregunta sobre este asunto. «Oye, el colaborador que yo te pasé para que le dieras de alta, Víctor Gonzalo. ¿Ese al final qué? No me has dicho… No me has comentado nada», le indica. Algo a lo que el receptor nunca contesta.
A partir de la intervención de posteriores conversaciones de WhatsApp entre los agentes de la Jefatura de Información, sin embargo, la UCO sí que acreditada que estos funcionarios dieron de alta a Aldama en el sistema dos años antes de que explotase la operación Delorme. Esta base de datos, explican los investigadores, «genera mensajes automáticos que se comunican al grabador, en el caso de que otra unidad también grabara la misma entidad (persona, vehículo, etc.) para investigarla». Es decir, que en el momento en que se abre una investigación contra el inscrito, se conoce inmediatamente.
«Tiene investigaciones abiertas»
Estas gestiones eran comentadas siempre por los agentes en un grupo denominado «Fontanería K». Y de los chats se deduce que estos guardias civiles de la unidad de antiterrorismo sabían que se estaba investigando a Víctor de Aldama desde 2022. En junio de 2023, en una conversación, distintos agentes, entre ellos el teniente coronel, dan cuenta de que Aldama está siendo investigado porque está «saltando el sistema». «Yo creo que cada vez que le dan de alta en una nueva operación, salta la coincidencia. Ya saltó el año pasado. El jefe habló con el Coronel de la UCO en su día y le dijeron que siguiéramos adelante… Yo ya no trato con él más allá de que el jefe dijo de invitarle ayer a la comida», dice uno de los guardias civiles.
El jefe de Villalba responde: «Sí, sí. O sea, a mí, por ejemplo, que me digas que tú chequeas con normalidad, joder, yo le he enseñado además al jefe, porque además ha sido curioso… Yo cuando empezamos a mosquearnos, cuando empezamos a saltar… en junio del 2023, ahora repasando todo, en junio del 2023 es cuando empieza, empezamos a tener algún tipo de duda sobre… porque, porque en el sistema nuestro salta que tienen investigaciones abiertas, Víctor (se refiere a Aldama)».
«Si hacen una auditoría…»
A lo que el comandante investigado responde: «Sí, sí. Claro, yo lo sabía desde hace más tiempo». «Lo digo por quitarnos un poco de en medio», le insta su superior. Villalba le dice: «Noviembre, diciembre, enero y febrero entero…». «Cuando ya nos dicen que es evidente que están haciendo una investigación. Si a nosotros nos dicen en julio: ‘Oye, tened cuidado, hostias, que para esto te estoy avisando, la UCO, oye que estás investigando a un tío con el que yo tengo relación’. Y ahí joder. La UCO la verdad que no, tampoco entiendo por qué no nos dice, hostia, pues tener cuidado, bueno a mí no me tiene que explicar…», vuelve a comentar el jefe de Villalba.
En otro punto de las conversaciones, entre tanto, otro guardia civil, al que denominan «agente 2», plantea que «es interesante saber si alguien ha hecho una consulta —se entiende sobre Víctor de Aldama—, porque si hacen una auditoría y nosotros…». Los agentes se preocupan en este contexto por si alguien supervisa que han podido hacer consultas en el sistema sobre el cabecilla de la trama. El superior le tranquiliza: «No, pero teóricamente, teóricamente, hasta lo que me habéis… Lo que sabemos ahora mismo, solo somos conscientes por nuestros chequeos de que Víctor de Aldama tiene un caso con la UCO, ¿no?».
«No hay nada, no hay nada»
También cobra relevancia otra conversación que la UCO interviene entre Villalba y el teniente coronel, dos días antes de que detengan al primero. En ella, el «agente 1» advierte a Rubén que, tras conocer la noticia de la detención de los cabecillas de la trama, «se quedaron acojonados», pero que a los dos días el propio superior habla con la UCO «y nos tranquilizan de que no hay nada». «No hay nada, no hay nada», le repite al comandante investigado. «Yo jefe entré en psicosis, me veía en la cárcel con un bebe en camino», le dice Rubén. Posteriormente, el mando de antiterrorismo le dice que lo que no deben hacer ahora «es generar una situación en contra de nosotros, cuando nosotros no hemos hecho nada».
En este sentido, el teniente coronal habla del enfado de «Koldo y Aldama» con ellos, quienes piensan que los agentes, según dicen, han podido hablar con los investigadores sobre los negocios de la trama y traicionarlos. «Están cabreadísimos. El problema es que ellos están pensando que les hemos ‘hecho la croqueta’, que hemos dado con ellos, y ahora que sabemos que los iban a detener, los hemos dejado tirados. Dentro de ese cabreo, no quiero que empiecen a echar mierda. Que de algo que hemos hecho con normalidad ahora cojan y nos aprieten», señala el agente 1.
