Un gimnasio de Jerez exige a sus limpiadoras arreglar el vestuario de hombres cuando se usa
Una de la empleadas ha sido despedida y otras seis suspendidas de empleo y sueldo
Las trabajadoras de un gimnasio de Jerez han denunciado tener que limpiar los vestuarios masculinos en presencia de los usuarios. La Confluencia –Izquierda Unida y Ganemos Jerez- ha denunciado esta situación y presentará en el próximo pleno en el Ayuntamiento de Jerez una proposición con el fin de tratar este asunto y que se tomen las medidas oportunas.
Una trabajadora ha sido despedida y seis de ellas han sido suspendidas de empleo y sueldo, tras negarse a limpiar el vestuario masculino mientras los clientes hacen uso de él. La Confluencia ha solicitado llegar a un acuerdo por el que se respete el Estatuto de los Trabajadores y se pongan «los medios oportunos para evitar que tanto a sus trabajadores y trabajadoras como a la personas que hacen uso de los vestuarios tengan que soportar situaciones incómodas como las descritas».
Según ha podido conocer THE OBJECTIVE, la pasada semana el gimnasio Activa Club y UGT tuvieron una reunión donde no se pudo llegar a ningún acuerdo. Maite Garro, responsable provincial del sector y secretaria de Igualdad de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, ha asegurado a THE OBJECTIVE que la empresa gaditana mostró su negativa desde el inicio para llegar a algún tipo de acuerdo.
THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con Activa Club y hasta el momento no ha recibido respuesta. Según UGT, la empresa considera que no existe ningún tipo de trato discriminatorio hacia las trabajadoras y por ello seguirán adelante con las sanciones que consideren oportunas.
La UGT denunció esta situación ante la Inspección de Trabajo, la cual acudió al gimnasio el mismo día, tras recibir el aviso. La Inspección de Trabajo consideró que los trabajadores no debían entrar en el vestuario masculino ni femenino mientras estuvieran en uso, ya que se podría poner en riesgo la salud de los usuarios por el uso de algunos productos de limpieza.
Tras ello, según UGT, la empresa decidió que las trabajadoras afiliadas al sindicato no entrarán en los vestuarios. Sin embargo, una de las trabajadoras fue despedida, aun siendo afiliada a UGT. La empresa por su parte apela al desconocimiento de la afiliación de esta trabajadora a UGT.
Según asegura Maite Garro, responsable provincial del sector y secretaria de Igualdad de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, las trabajadoras se llegaron a reunir con la empresa para expresarle que habían presenciado «comportamientos denunciables» por parte de algunos usuarios.
Una de las trabajadoras comunicó a la empresa que un cliente se quitó la toalla delante de ella. La empresa Activa Club, por su parte, asegura no conocer este tipo de comportamientos y considera que no debe tomar ningún tipo de medidas.
La Confluencia y UGT piden que se readmita a la trabajadora despedida y que se eliminen las sanciones a las seis trabajadoras suspendidas en empleo y sueldo. Además, consideran que «debe respetarse la dignidad e integridad de las trabajadoras».
Raul Ruiz-Berdejo, concejal del Grupo Municipal Confluencia, añadía en una nota de prensa: «Haremos lo que tengamos que hacer en defensa de los más elementales derechos de esas trabajadoras frente a empresas como esta, que se creen en disposición de pisotear los más elementales derechos laborales de sus empleadas y se niegan a respetar las más básicas condiciones de igualdad entre hombres y mujeres».
Kika González, de Ganemos Jerez, también ha asegurado que «la política de esta empresa, al menos en Jerez, coaccionando, amenazando e imponiendo sanciones a las trabajadoras que intentan hacer valer sus derechos, es propia de otro tiempo y parece ajena a la evolución del marco de las relaciones laborales, así como a los avances conquistados en materia de igualdad durante los últimos años».
Este asunto se llevará a pleno en el Ayuntamiento de Jerez y se pretenden tomar las medidas legales en caso de ser necesario: «Llegaremos si hace falta a juicio para eliminar las sanciones y para que se readmita a la empleada despedida», afirma Maite Garro a THE OBJECTIVE.
Además, según asegura UGT, los responsables de recursos humanos de la empresa entienden que sería «poco razonable» si fuesen hombres trabajadores los que entrasen en el vestuario femenino. Sin embargo, según afirma Maite Garro, la empresa asegura que «eso no es lo mismo».
Según ha contado a THE OBJECTIVE el grupo sindical UGT, en el País Vasco ocurrió hace algunos años un caso similar. Sin embargo, la empresa rápidamente «dio marcha atrás» y tomó la decisión de poner un cartel en el vestuario y durante los diez minutos que el servicio de limpieza realizaba su trabajo, el vestuario quedaba inhabilitado.