Andalucía se reafirma en su guía sexual sin trans: «Cada uno nace físicamente como nace»
La consejera de Inclusión Social asevera que lo importante es el «respeto a la diversidad» y rechaza retirar el manual
La consejera de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad Loles López Gabarro en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno andaluz en el Palacio de San Telmo | Francisco J. Olmo (Europa Press)
La Junta de Andalucía ha salido en defensa de la guía sobre educación sexual destinada a familias. Como informó THE OBJECTIVE, IU pidió verbalmente la retirada del manual «Educación Afectiva y Sexual en la Familia» y ha sido el Grupo Parlamentario Por Andalucía quien ha solicitado la eliminación de esta guía a través de una Proposición no de Ley.
La controversia se levantó con una frase que recoge el documento: «Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva». Los partidos afines a la izquierda han equiparado esta oración a la campaña ondeada por el autobús de la organización católica Hazte Oír que recorrió varias ciudades de España en 2017.
La guía Educomunicativa para familias ha sido elaborada por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad. Su máxima representante, Loles López, se ha reafirmado sobre el manual apuntando que esa afirmación es un «supuesto» dirigido hacia los padres, los cuales deben iniciar una conversación con sus hijos para evaluar cómo se sienten.
López ha subrayado que independientemente de cómo hayan nacido físicamente, lo importante es «cómo se sientan». Además, ha reiterado que el principal objetivo de la guía es entender que «detrás de cómo se sienten tiene que estar el respeto de toda la sociedad».
La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias, e Igualdad también ha señalado que el propósito de su equipo es la creación de un contexto donde las personas puedan sentirse «libres y felices» y eso es «lo único que importa, no el género».
Loles López también ha recordado a la portavoz de Por Andalucía que la guía de «Educación Afectiva y Sexual en la Familia» fue presentada el pasado octubre en el congreso LGTBI, por lo que supone una declaración de intenciones sobre la posición ideológica que asume la Junta de Andalucía.
El ataque de Por Andalucía
Tras las palabras de Loles López tratando de apaciguar las aguas, Por Andalucía ha reforzado su actitud con respecto a la discrepancia, transmitiendo que el manual educativo que propone el Ejecutivo andaluz «refleja un modelo de familia, entorno y sociedad patriarcal que con sus recomendaciones contribuye a perpetuar las relaciones de violencia de género, la culpabilización de las víctimas y el estigma hacia las orientaciones y vivencias que no son heterosexuales».
A través de una nota de prensa, Por Andalucía ha ampliado su queja advirtiendo que desde los manuales de educación de la Junta de Andalucía se está ofreciendo una visión sesgada sobre aspectos como los abusos sexuales, la homosexualidad o el acoso generado en redes sociales.
A lo largo del desarrollo del texto de la guía sexual, los cinco profesores universitarios justifican que la principal aspiración del trabajo es la necesidad de educar a los niños desde las familias ya que su ausencia implicaría que los menores acudan a internet a resolver sus dudas e inquietudes.
Expertos consultados por este medio se han reiterado en la imperiosa urgencia de «establecer la familia como un lugar seguro para los menores». Ante la inmensidad de dudas que surgen a los menores, «internet no puede ser su principal y única fuente de información».
Otros cismas abiertos
Por Andalucía ha presentado una Proposición no de Ley para exigir la retirada en la circulación de esta guía educativa, defendiendo que no debe atribuirse la identidad sexual a la herencia genética.
Además de ello, hay otras cuestiones con las que la oposición no está de acuerdo. El grupo parlamentario de López asegura que el foco nunca debe ponerse en la víctima cuando se da un caso de abuso infantil, refiriéndose a las recomendaciones propuestas que el manual ofrece a niños y padres.
Por Andalucía también señala que dentro de los estudios se desprenden aseveraciones homófobas en las que se insta a pensar que las minorías sexuales solicitan más ayuda psicológica al concebirse a sí mismos como individuos con una peor percepción de su salud mental.
Según explican los autores del estudio en cuestión, los padres se ven limitados a la hora de hablar de sexualidad con sus hijos por numerosos factores como la falta de conciencia sobre la formación, el tabú que a día de hoy supone el tema o el miedo a responder por insuficiencia de conocimiento.
