CCOO lanza un SOS para salvar el SERLA en Castilla y León: «No hay liquidez ni para pagar la nómina de agosto»
Desde la Central Sindical han lanzado un agónico mensaje para salvar el SERLA y que la Junta de Castilla y León «busque una solución definitiva»
Manifestación sindical | TO
La Central Sindical CCOO no pasa por sus mejores años en la sección de Castilla y León. A la sustancial rebaja de subvenciones que ha supuesto que tuviera que iniciar un ERE en el que más de la mitad de la plantilla en el territorio castellano y leonés acabó en las filas del ECyL, aunque finalmente han podido reducirlo en un 50% y han podido mantener a gran parte de la plantilla que iba a ser despedida, se suma el problema presupuestario en el SERLA, que amenaza con problemas serios de financiación para el organismo.
CCOO asegura en un comunicado del que nos hacemos eco en THE OBJECTIVE, que Vox, desde la Consejería que dirige Veganzones «ha intentado desmantelar este servicio», mientras se quejan de la aportación de «tan solo» 400.000 euros en abril de 2023 por los requerimientos realizados por el Gobierno a la Junta, una cantidad que es «totalmente insuficiente».
Igualmente, desde el sindicato aseguran que se necesita la ampliación de la plantilla del Serla para garantizar su buen funcionamiento y que cumpla con «la responsabilidad de servicio público que tiene asignado».
Conflicto SERLA
La Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León, dirigida por Mariano Veganzones, redujo en algo más de 20 millones de euros las diferentes partidas destinadas al llamado «Diálogo Social», o lo que es lo mismo, partidas destinadas a los principales sindicatos y a la patronal.
Las partidas que se han eliminado son las que corresponden a las subvenciones para prevención de riesgos laborales, la mediación del SERLA, así como la «reorganización» de los doce millones de euros que hasta ahora se destinaban a los planes de orientación laboral.
El recorte llevado a cabo desde la Junta de Castilla y León ha supuesto un verdadero «desbarajuste» en las cuentas de los sindicatos, que se han lanzado a despedir a su personal desde hace semanas.
