Sánchez reduce el PSC a una sucursal del PSOE: Illa se queda sin elecciones en Cataluña
El presidente del Gobierno se pronunció y no dejó margen a alternativas pese a que hay una mayoría parlamentaria para forzar un adelanto electoral
Salvador Illa, líder del PSC en Cataluña. | Europa Press
El líder del PSC, Salvador Illa, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han estado en los últimos días más en contacto de lo que suele ser habitual entre ambos. Según explicó el líder de los socialistas catalanes en una entrevista este domingo en Rac1, desde que Junts anunció una consulta interna sobre la posibilidad de salir del Govern, estuvo en permanente contacto con Moncloa para dibujar cuál debía ser la estrategia del PSC. Finalmente, se ha impuesto la tesis de facilitar la «estabilidad» al Gobierno en minoría de Pere Aragonès y los socialistas catalanes no ejercerán de oposición. Y es que Sánchez no dejó tiempo a otras alternativas al abogar por el «reencuentro» el mismo día en que se conoció el resultado de la votación de Junts.
Fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE explican que Illa es ante todo «un hombre de partido y a disposición del partido». Pese a que procede de los sectores menos nacionalistas del PSC (en su momento afirmó que hubiera aplicado el artículo 155 de la Constitución en Cataluña antes de lo que hizo el Gobierno de Mariano Rajoy), ha tenido que asumir un rol secundario debido a la dependencia parlamentaria del Gobierno central a ERC. Y adaptarse también a las dinámicas internas de la cúpula del PSC, que siempre se ha sentido más cómoda alcanzando pactos con el nacionalismo en detrimento de otras opciones constitucionalistas.
En esta línea, su campaña electoral basada en ejercer de oposición a ERC y no llegar a pactos con los de Oriol Junqueras ha quedado definitivamente enterrada. Ahora el PSC se ha ofrecido a Aragonès para aprobar las cuentas catalanas. No obstante, sigue encontrándose con la negativa de los republicanos de llegar a ententes con quienes -en palabras de Junqueras- se alegraron de «su entrada en la cárcel». Y es que no pasa desapercibido que el presidente de ERC se entiende mejor con el PSOE que con la federación catalana de la formación. Y que, como informó este diario, tiene su propia agenda en Madrid sin necesidad de intermediarios.
Mayoría parlamentaria para forzar elecciones
Lo que más choca a algunos de esta estrategia es el hecho de que hay una amplia mayoría en el Parlament para forzar un adelanto electoral. A un lado y otro del hemiciclo. Los principales dirigentes de Junts, como Laura Borràs o Josep Turull, ya han hablado de un «gobierno ilegítimo» o de someter a Aragonès a una «cuestión de confianza» o «ir a elecciones». También la CUP hace tiempo que ha agotado el crédito que le daba el Govern.
Entre las formaciones constitucionalistas, como el PP, también podría interesar un nuevo adelanto electoral para tratar de recuperar terreno ante Vox aprovechando el llamado ‘efecto Feijóo’ que reflejan las encuestas. Y, en este plano demoscópico, a quien más debería interesarle la cita con las urnas es a Salvador Illa, ya que el PSC encabeza la intención de voto en Cataluña en varios sondeos.
Illa justifica su política de mano tendida con el Govern por la necesidad de ser «útil» a los catalanes, independientemente de cuáles son los intereses del partido. Por esta razón considera que prorrogar los Presupuestos de la Generalitat «sería un escenario muy irresponsable». Aunque ni siquiera en esta coyuntura de no renovar las cuentas ve posible forzar un adelanto electoral.
En la entrevista en la emisora catalana, el primer secretario del PSC admitía no saber «si le favorecía mucho» esta estrategia, pero que estaba convencido que «sí le beneficiaba a Cataluña». «En este momento no estoy pensando ni en una moción de censura ni en un anticipo electoral», remachó.
Illa y las distancias con el PSC
A petición de Pedro Sánchez, Illa fue el candidato del PSC en las elecciones del Parlament del 14 de febrero de 2020. Su exposición mediática al frente del Ministerio de Sanidad debido a la irrupción de la pandemia se consideró que podía ser un factor a favor a la hora de que fuera un rostro conocido como candidato en Cataluña. Y, de hecho, Illa logró que el PSC fuera la formación más votada, empatando con ERC a 33 escaños.
En aquellos comicios, el perfil del extitular de Sanidad fue de rechazo frontal al independentismo. El ahora líder de la oposición también participó en la manifestación constitucionalista del 8 de octubre de 2017. Lo hizo «a título individual», ya que el PSC era escéptico sobre la conveniencia de celebrar la marcha.
Por todos estos motivos, el giro que ha realizado al frente de los socialistas catalanes, con una actitud más contemporizadora con el nacionalismo, ha sorprendido a quienes creían que el PSC «había aprendido la lección» tras la victoria de Ciudadanos en 2017, coincidiendo con el momento más álgido del plan rupturista del Govern. Pero ahora el escenario es otro, y ERC ha abandonado la vía unilateral y todo apunta a que votarán a favor de los Presupuestos Generales del Estado.
«Cambio de ciclo en Cataluña»
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró este lunes que en Cataluña se está produciendo un «cambio de ciclo». Su pronunciamiento se produjo después de una reunión con el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en la sede del sindicato, a donde ha acudido para presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023.
«Efectivamente estamos asistiendo a un cambio de ciclo donde el diálogo y la mejor convivencia entre los catalanes tienen que ser las señas de identidad que predominen en los próximos meses y años», sostuvo. Desde esa perspectiva, la ministra insistió en que el PSC está dispuesto a pactar unos presupuestos catalanes si se cumple con las premisas de las cuentas públicas que el partido prioriza en España y en todas las comunidades autónomas.
