Eduardo Madina reprocha la reforma exprés y «sin consenso» de Sánchez del Código Penal
El que fuera rival de Sánchez en las primarias de 2014 ha reprochado las formas seguidas por el Ejecutivo y el tono en el Congreso de los Diputados
La reforma del Código Penal y de las normas para la elección de los jueces en el Poder Judicial promovidas por Pedro Sánchez y aceptadas por el Congreso de los Diputados ha despertado el malestar de históricos cargos socialistas. El último en mostrarse en contra ha sido el que fuera uno de los rivales del actual secretario general de los socialistas, el vasco Eduardo Madina, que ha lamentado que este proceso se haya hecho de forma rápida y sin consenso.
En el espacio que comparte con el exportavoz del Partido Popular en el Parlamento de País Vasco Borja Semper en Onda Cero, Madina ha señalado que reformar el Código Penal a la ligera no es una cosa menor y que el proceso seguido por parte del Ejecutivo unido a las formas supone una situación inédita y compleja.
«El Código Penal es la segunda norma más importante después de la Constitución», ha reprochado. Al tiempo, ha defendido que reformas de este calado requieren de procesos que se den en un clima de serenidad, seriedad y pactos.
Madina pide menos tensión en el Congreso
Sobre el tono en la sesión parlamentaria – que se dio entre acusaciones de golpismo y en la que el portavoz socialista Felipe Sicilia llegó a acusar al PP y a la Justicia de promover un golpe de Estado que a diferencia del 23-F se habría hecho con togas y no con pistolas- Madina ha reclamado retirar este tono de la Cámara. «Nunca imaginé que vería una votación como la de ayer, con un debate bronco lleno de toxicidad que presenta un precedente peligrosísimo», ha zanjado.
Son varios los socialistas críticos con los últimos planes del Gobierno como la reforma de la sedición y la malversación. A los presidentes autonómicos Emiliano García-Page y Javier Lambán –quienes han reprochado en público las actuaciones del Gobierno al considerar que beneficia a los líderes del procés- hay que añadirle el malestar de otros tantos cargos del PSOE que aunque ya no forman parte de la directiva siguen siendo muy escuchados en las filas socialistas.
El más crítico ha sido el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, quien llegó a acusar a Sánchez de incurrir en corrupción al haber legislado en favor de un determinado grupo de personas. Además, varios exministros del PSOE han condenado las maniobras del Ejecutivo al considerar que atentan contra el Estado y la Constitución del 78.