Desconcierto en Podemos por las alusiones de Iglesias a un adelanto electoral
Podemos cree que el choque con el Constitucional tapa la polémica de la malversación y permite volver a hablar de la rebaja de la mayoría para el CGPJ
Pablo Iglesias.
El ex vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, amagó el pasado lunes con un adelanto electoral. Lo hizo aprovechando el revuelo generado por el choque entre el Ejecutivo y el Tribunal Constitucional, y apelando al ex asesor de cabecera de Pedro Sánchez, Iván Redondo: «Hay un tipo que está hoy en su casa frente a un tablero de ajedrez pensando: ‘Si estuviera yo en Moncloa, mañana el Presidente veía el órdago y convocaba elecciones’». Para Iglesias «no hay que descartar esa opción», a la vez que miembros del partido morado rebajan las palabras el ex líder a una reflexión personal.
Solo una minoría de miembros del partido sostiene que la frase de Iglesias responde a una estrategia planificada para que la crisis del Constitucional desemboque en un adelanto electoral. Algunos apuntan a que sería lo ideal para frenar el proyecto de Yolanda Díaz, puesto que la ministra de Trabajo todavía está construyendo su partido y Podemos goza de una ventaja logística que podría aprovechar. Pero el grueso del partido intenta rebajar las expectativas y opta por la cautela.
No es la primera vez que Iglesias amaga con un adelanto electoral, recuerdan estas fuentes. A finales de 2021 dijo que no se podía excluir que Sánchez adelantara los comicios para que coincidieran con las autonómicas andaluzas de julio. Así no fue, y cabe recordar que en dichos comicios el PP logró una histórica mayoría absoluta en el feudo rojo por excelencia. Iglesias también avisó a sus fieles en sus últimas reuniones antes de salir del Gobierno de que con Sánchez no se podía descartar nada, tampoco un adelanto convocado de prisa y corriendo si salían las cuentas en las encuestas.
Provocación de Iglesias
En Podemos todo se justifica en el marco de la guerra interna. Así que un adelanto electoral podría resultar atractivo para frenar la embestida de Díaz. Pero lo cierto es que Iglesias todavía cree que la mejor opción para su partido es llegar a un acuerdo con la responsable de Trabajo, aceptando un pacto que satisfaga a ambas partes. El ex secretario general ha pedido a Irene Montero tener paciencia. Así que la frase pronunciada el lunes suena más como una provocación para Sánchez y sus actuales estrategas de referencia, Antonio Hernando y Óscar López, con quienes Podemos no tiene una buena relación.
Las fuentes consultadas sostienen que las frases de Iglesias responden más bien a una reflexión «personal». Un «cálculo» de Iglesias sobre las posibilidades de que Sánchez rompa la baraja, pero que no significa que Podemos empuje para ellos. Máxime porque el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ha pedido ya varias veces que se adelanten los comicios, consciente de que goza de una ventaja en los sondeos y que las últimas decisiones del Gobierno (Ley del sí es sí, sedición y malversación) son temas muy polémicos para sus propios votantes.
Aun así es compartida la idea en el espacio de Unidas Podemos que el choque con el Constitucional ha permitido tapar las fracturas internas sobre la rebaja de la malversación. Como desveló este diario, en el bloque de la izquierda se instaló el miedo al llamado «voto de la vergüenza». Las fuentes consultadas se refieren a la posibilidad de que en el próximo ciclo electoral, siempre y cuando la economía no se recupere, algunos votantes de sus electores acaben votando de manera oculta al PP.
Tapar el debate de la malversación
De ahí que Podemos amague ahora con un adelanto electoral, aunque miembros del bloque socialista han trasladado a otros dirigentes morados que Sánchez no tiene intención de seguir esa estela. El presidente del Gobierno culpó el pasado martes al PP de la decisión del Constitucional de frenar dos enmiendas por las que se pretendía modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC). “El Gobierno adoptará cuantas medidas sean necesarias para poner fin al bloqueo del Constitucional y del Poder Judicial», añadió.
Podemos interpreta, por otro lado, que ahora Sánchez puede estar dispuesto a modificar la mayoría necesaria -de cualificada a simple- para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial. El portavoz Pablo Echenique esbozó el pasado martes en el Congreso esta idea, sorteando la cuestión de un adelanto electoral. En julio, Echenique declaró: “Estamos preparados siempre, pase lo que pase, pero creo que no va a pasar”.
Al fin y al cabo, Podemos cree que la polémica sobre el Constitucional sirve al Ejecutivo como ventana de oportunidad para forzar una modificación de las mayorías necesarias para el órgano de gobierno de los jueces y, de paso, tapar el debate político sobre la sedición y la malversación. Entrando a la vez en un choque con los jueces que servirá para culparles de las reducción de penas a los condenados o juzgados por corrupción. Este último punto, es decir, la rebaja de las penas por delitos de malversación, es lo que realmente asusta en el PSOE y en Podemos. Y este es, que nadie se confunda, el fondo de la cuestión.
