Euforia en el PP porque el CIS confirma un sondeo interno sobre el vuelco en Extremadura
Una encuesta de GAD3 muestra un empate técnico entre la derecha y la izquierda, primer indicio del cambio de voto en uno de los bastiones del PSOE
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de José Félix Tezanos ha dado al PP de Extremadura un subidón en estas fiestas navideñas con su sondeo del jueves, en el que apuntó a que el socialista Guillermo Fernández Vara perdería la presidencia de la región en las elecciones de mayo. Un vuelco que también predice una encuesta interna de GAD3, más precisa en la horquilla del reparto de escaños, que fue entregada en noviembre a la formación de Alberto Núñez Feijóo y a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en exclusiva.
El CIS otorgó al PP extremeño, que dirige María Guardiola desde el mes de julio, entre 26 y 35 escaños a la Asamblea regional, mientras que al PSOE de Vara le concedió entre 24 y 32 representantes. La mayoría absoluta está en los 33 asientos, así que el estudio demoscópico deja abierta la contienda.
El resto de formaciones podrían tener la llave de la presidencia. En la encuesta del CIS quedaron en torno al 5% en intención de voto que da acceso al Parlamento, de ahí que las horquillas sean imprecisas. A Podemos, por ejemplo, le asignaron entre 0-6 escaños, seguido de Vox (0-5) y Ciudadanos (0-2). El sondeo se confeccionó únicamente con la opinión de 290 personas, por lo que el margen de error es más amplio de lo habitual –del 6,4%-.
A la pregunta sobre a qué partido votaría si se celebrasen las elecciones al día siguiente de realizar la encuesta, el 26,7% respondió que al PP, y el 20,9% al PSOE. Le siguieron, con un 4,4% Unidas Podemos, Vox con un 2,6%, y Ciudadanos y el Pacma, el 0,4%. Cabe destacar que el 21,3% de los encuestados aún no tenía decidido el voto. Los mismos encuestados señalaron que en las anteriores elecciones autonómicas de 2019 votaron en un 36,9% al PSOE, un 27,3% al PP, un 8,3% a Podemos, y un 6,2% a Ciudadanos.
La encuesta del PP reduce el margen de error
El sondeo preguntó sobre la percepción de la situación de la comunidad. El 37% de los participantes consideró que es ‘mala’, y un 10,2% afirmó que ‘muy mala’. En el otro lado, un 35% dijo que buena y un 2,2% se decantó por ‘muy buena’. Casi la mitad de los encuestados, el 48,1%, consideró que Extremadura está ahora ‘peor’ que hace cuatro años, y solo 1 de cada cinco, el 19,5%, opinó que es mejor. Atendiendo solo al último año, el 43,9% cree que la gestión de Vara ha sido mala, y el 14% muy mala; frente al 24,5% que dice que ha sido buena, y al 1,1% que considera que ha sido muy buena.
Estos datos han desatado la euforia en el equipo de Guardiola, porque confirman la tendencia que se vio en noviembre en la encuesta interna pedida a GAD3. El trabajo de recopilación de opiniones por parte de esta empresa demoscópica dirigida por Narciso Michavila se realizó entre el 26 y 31 de octubre con preguntas a 802 personas -504 en Badajoz y 298 en Cáceres-, por lo que casi triplicó el trabajo de campo del CIS y redujo el margen de error al 3,5%.
El citado sondeo concedió al PSOE de Vara la primera posición con 29-30 escaños, pero seguido del PP de Guardiola a corta distancia con 27-28 escaños. Con esos guarismos, tanto Podemos (3-4) como Vox (4-5) serían los árbitros de la contienda, mientras que Ciudadanos no entraría en la Asamblea con su 2,5% de votos. La encuesta de GAD3 deja, por tanto, un empate técnico entre la derecha y la izquierda, ya que las sumas de PSOE-Podemos y PP-Vox alcanzan los 33 escaños de la mayoría absoluta en las horquillas más altas, por lo que los comicios se decantarían en el reparto de los últimos diputados.
Otros datos del sondeo que han atraído la atención al PP extremeño es que Guardiola consigue casi la misma valoración entre los consultados (4,6) que el líder del PSOE (4,9) pese a que era una desconocida hasta hace unos meses, y que la mayoría de los extremeños ven mala la situación económica en la región -un 60,2%- frente a los que 27,1% que la considera regular y solo el 9,4% que la percibe buena.
Para los populares, esta encuesta de GAD3 fue la primera advertencia de que el sentido del voto está cambiando en Extremadura, una región en la que el PSOE siempre ha gobernado salvo en una legislatura, la de José Antonio Monago entre 2011 y 2015, y solo gracias a la abstención de IU en aquellos años. En este sentido, el sondeo del CIS, poco dado a colocar al PP en cabeza con Tezanos al frente, confirma esa tendencia a favor de la candidatura de Guardiola, quien en mayo se podría convertir en la primera mujer que dirige Extremadura desde que se instauró la democracia.
Además, la encuesta de Tezanos ha tapado el revés que tuvo la presidenta del PP de Extremadura la pasada semana cuando tuvo que anunciar que el partido busca a un nuevo candidato a la alcaldía de Mérida, después de perder la confianza en Fátima Mulero tan solo siete días después de su designación pública. El motivo de esta fulminante decisión fue el impago de un antiguo alquiler que la candidata ocultó a la formación conservadora en las comprobaciones previas al anuncio.
Mulero no comunicó a Guardiola este hecho cuando se le ofreció dirigir la candidatura para la capital extremeña. Pero lo peor fue después, cuando una vez que el PP descubrió este impago del pasado, la candidata no dio respuestas convincentes. «Este tipo de cosas salen al final. Si, además, le preguntas y las respuestas no son correctas, entonces pierdes la confianza», explicó una persona allegada a la presidente del PP extremeño para justificar la expeditiva decisión.
El anuncio del fichaje de Mulero provocó una grave crisis en el PP emeritense. Miguel Valdés, el portavoz de la gestora que estaba al frente de los populares en la citada localidad, dimitió el mismo día que se supo la elección de Guardiola y con él arrastró a casi toda la junta local. En concreto, al 90% de sus miembros. El PP pudo tapar la crisis ese día con el anuncio del fichaje del alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, proveniente de las filas de Ciudadanos y que a los pocos días no tuvo inconveniente en firmar su entrada en el PP como afiliado.