El PP se olvida de su candidato para Barcelona: aún no tiene fondos ni equipo de campaña
Daniel Sirera se desespera al no poder contar con los recursos del grupo municipal mientras Josep Bou no firme su renuncia
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, apadrina este miércoles a Daniel Sirera como candidato a la alcaldía de Barcelona en un momento de enorme precariedad para este último, ya que Génova no le ha transferido fondos de cara a los comicios municipales del 28-M, ni él ha podido conformar todo su equipo de campaña a tres meses de los comicios, según revelan fuentes del PP catalán a THE OBJECTIVE.
El PP anunció el 9 de enero que Sirera era el elegido para ser el candidato por Barcelona tras varios meses deshojando la margarita y a posibles candidatos, entre ellos un dirigente catalán de Ciudadanos, pero el que fuera efímero presidente de los populares en Cataluña hace 15 años se ha encontrado ahora que está «en completa soledad», subrayan sus más allegados.
Hasta hace unos días no tenía director de campaña ni un jefe de prensa que le gestionase entrevistas con los medios de comunicación. Él mismo se ha encargado de enviar emails y gestionar encuentros con colectivos de la Ciudad Condal. Para su reciente visita a Estrasburgo, donde consiguió una foto con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, que tuvo la ayuda de Dolors Montserrat, que dirige la delegación del PP en el Parlamento Europeo.
Sirera se mudó hace casi dos años a Valencia para trabajar como jefe de Gabinete de Carlos Mazón, presidente del PP en la Comunidad Valenciana. El principal rival del socialista Ximo Puig para los comicios del 28-M ha podido lanzar varias campañas publicitarias en los últimos meses para darse a conocer entre los valencianos más allá de su provincia de Alicante, donde presidía la Diputación desde el inicio de la legislatura. Una situación que, ni de lejos, ha podido disfrutar su mano derecha tras instalarse en Barcelona.
El portavoz en el Ayuntamiento no termina de irse
«Traer a Sirera de Valencia se ha hecho con una imprevisión total. Se ha quedado sin ingresos durante estos meses de campaña. Se ve que lo querían poner de asesor en el Ayuntamiento, pero Josep Bou se niega, así que no está especialmente ilusionado. Pero es un ‘soldado’ y cumple órdenes», resume un dirigente del PP catalán a este periódico tras ver cómo han sido sus dos primeras semanas de candidato.
Bou acapara buena parte de las miradas porque sigue al frente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento y no termina de cumplir su promesa de dejar el acta una vez que se conociera al cabeza de cartel de los populares para el 28-M. En julio anunció que no se presentaría a la reelección, en septiembre dejó claro en una reunión interna del PP de Barcelona que su marcha era «inminente» -recuerdan varios de los presentes a THE OBJECTIVE- y en octubre señaló en una entrevista en Betevé que no acabaría la legislatura de concejal. «No tiene ningún sentido», reconoció. Pero solo ha cumplido lo que dijo antes de verano.
El PP de Pablo Casado fichó hace cuatro años a este empresario como independiente en una situación desesperada, pues no había candidatos de postín y el partido corría riesgo de quedarse fuera del consistorio por primera vez en democracia cuando apenas había pasado un año del referéndum ilegal del 1-O. Al final, se superó el umbral del 5% por los pelos -sacó el 5,01%-, que le ha permitido tener dos concejales esta legislatura.
Sirera desearía, en realidad, colocar a personas de su confianza dentro del grupo municipal ante la falta de recursos económicos dentro del partido, pero hasta que Bou no se eche a un lado -junto con sus asesores- no puede dar ese paso para formar a su equipo de campaña. Y los días y semanas van pasando sin que el portavoz municipal firme su renuncia.
El sábado 14 de enero se convocó una rueda de prensa para el día siguiente en Barcelona con Bou, Sirera y el vicesecretario de Organización del PP nacional, Miguel Tellado, en la que este último iba a agradecer en nombre de Génova el trabajo del portavoz los últimos cuatro años. También estaba previsto que el empresario anunciase su marcha, pero la convocatoria se anuló unas horas después por «problemas de agenda» de Tellado y Bou, según explica una portavoz del PP catalán a este periódico.
Otras fuentes señalan que, en realidad, el empresario se echó atrás en el último momento para «presionar y poner nervioso» a Sirera ante la inminente composición de la lista electoral para Barcelona, en la que aún se tienen que elegir los puestos de salida que acompañarán al candidato.
La elección de Sirera salió adelante porque Feijóo se dio cuenta de que era la única que podía evitar una guerra abierta entre los ‘Fernández’ que rivalizan desde hace años por el control del PP en Barcelona. Es decir, entre Alberto Fernández, que apoyaba a Ángeles Esteller como candidata a las municipales, y Alejandro Fernández, que prefería a Lorena Roldán, la única de los tres diputados que el partido tiene en el Parlament autonómico.
Roldán es una de las figuras emergentes del PP catalán tras su paso por la cúpula de Ciudadanos, pero tiene el problema de que no está empadronada en Barcelona -proviene de Tarragona-, por lo que su candidatura se podía ver «como la imposición de una paracaidista».
¿Quién irá de número dos por Barcelona?
Esteller, por su parte, es la vicesecretaria de Políticas Sociales en el PP catalán, miembro del Comité Electoral nacional por decisión de Génova y ha sido mano derecha de Alberto Fernández cuando este último era portavoz en el Ayuntamiento, pero su opción perdió fuerza en los últimos meses ante el poco carisma entre las bases y su imagen «demasiada conservadora» para la imagen cosmopolita y joven que proyecta la ciudad.
En todo caso, Esteller aspira a ser la número dos en la papeleta que encabece Sirera. Una decisión que se conocerá en las próximas semanas y que, a juicio de algunas figuras del PP catalán, está condicionando la marcha de Bou. De ahí que confíen en que Feijóo ponga orden este miércoles durante su visita a Barcelona.