Vox, convencido de sacar rédito el 28-M del éxito de audiencia de la moción de Tamames
El partido que preside Santiago Abascal considera que la candidatura del exdirigente del PCE les ha ayudado a ampliar su nicho electoral
En las semanas previas a la moción de censura había dudas en Vox con respecto a la rentabilidad electoral que podrían extraer de la presentación de Ramón Tamames como candidato a la investidura. Ya se conformaban, de hecho, con que no les pasara factura de cara a las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo. Pero el resultado fue finalmente mejor del esperado. El profesor se desempeñó con solvencia y permitió al partido de Santiago Abascal acaparar un protagonismo sin precedentes: 12,1 millones de espectadores únicos siguieron las dos jornadas del debate; 2,4 millones más que en 2020.
Los principales dirigentes de la formación entienden que la moción podría haber tenido un triple efecto positivo: habría ampliado su nicho electoral, habría mejorado su imagen entre los españoles –que lo perciben como el más radical del hemiciclo– y habría ayudado a distanciarse del Partido Popular, su principal rival electoral.
En primer lugar, entienden que la candidatura del exdirigente del PCE, pese al riesgo que supuso su elección y los quebraderos de cabeza que provocó en las jornadas previas a la moción, les ha permitido «llegar a un sector de la población al que no habíamos llegado nunca», en referencia a los más mayores. Entre estos, el PP y el PSOE son la opción mayoritaria, mientras que Vox arrasa entre los más jóvenes.
Y es que Vox es el partido con más impacto en las redes sociales, un espacio donde la derecha dura se mueve como pez en el agua, pero que tiene sus limitaciones. La principal, que no permite que su mensaje llegue al elector de mediana y avanzada edad, que sigue apostando por las televisiones para consumir contenido político.
Por eso los datos de audiencias conocidos este pasado viernes son relevantes. La primera jornada del debate, en la que intervino Santiago Abascal, congregó a cerca de 8,86 millones de espectadores únicos. El 21 de octubre de 2020 el líder de Vox, como candidato, sólo logró atraer la atención de 5,61 millones de españoles.
La «imprevisibilidad» de Tamames
La imprevisibilidad de Ramón Tamames jugó en contra de Vox antes de la moción de censura, con frases en los medios que molestaron a la cúpula del partido y con una filtración que terminó de apuntalar ese malestar con el candidato. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando el exdirigente del PCE intervino ante el Congreso de los Diputados, esa imprevisibilidad se tornó en virtud, con intervenciones espontáneas y mordaces que fueron muy celebradas por la bancada de Santiago Abascal.
El grupo proponente, eso sí, ató en corto a su candidato. Ambos acordaron que sólo intervendría dos veces: una en la primera jornada para responder al presidente del Gobierno y otra en la segunda para replicar al resto de grupos. También se eludieron todos los asuntos en los que existen fricciones para volcarse en aquellos donde existen más concomitancias, como en la crítica a la memoria histórica o al feminismo.
La cortesía del candidato también ayudó a suavizar la imagen de radicalidad que Vox mantiene entre muchos españoles. Frente a su suavidad en las formas, Ramón Tamames recibió duros ataques desde la tribuna por parte de Patxi López (PSOE), Gabriel Rufián (ERC) o Joan Baldoví (Compromís). Él les respondió con ingenio -prescribió cafinitrina para el portavoz socialista- y terminó por hacer una apología del Parlamento como casa de la palabra: «Este no es un lugar para gritar».
Marcar distancias con el PP
La maniobra también ha ayudado a diferenciarse sustancialmente del Partido Popular, que se abstuvo en la moción de censura. El presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado a Vox de «buscar algún rédito electoral de la antipolítica», y se ha reivindicado como la «alternativa» a la política «infantil» y «populista» que, a su juicio, representan los de Santiago Abascal.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también ha roto con Vox después de que Rocío Monasterio anunciara su voto en contra de la última propuesta fiscal estrella de la baronesa popular para atraer inversión extranjera. «La deriva que ha tomado su partido no me va a arrastrar con ella (…) Está claro que, a partir de hoy, es mejor que cada uno siga su camino», aseveró Ayuso, que calificó de «muy difícil, prácticamente imposible, entenderse» con el partido a su derecha.
A ambos dirigentes ha respondido este viernes Santiago Abascal, advirtiéndoles de que «las represalias al PP van a venir en las urnas». Una evidencia de la renovada confianza del partido en los resultados del 28-M. Y es que, hasta el momento, la campaña Cuida lo Tuyo, la patria empieza en los barrios, que orbita en torno a la reivindicación de la patria, la seguridad y el control de la inmigración ilegal, no estaba suscitando especial interés.